El concursante francés que ganó 646 veces seguidas en un programa de televisión y se llevó 23 coches: “Podría hacer exámenes todo el día”

Durante casi dos años, los espectadores franceses del programa televisivo Les Douze Coups de Midi no han podido despegarse de la pantalla debido a la emoción que evoca ver al concursante con más premios acumulados en acción. Émilien, que se ha convertido en un refugio de estabilidad, ha completado 647 participaciones consecutivas en el concurso, gracias a su impresionante memoria enciclopédica con el que ha podido batir récords.

“Es una historia de locos. Nunca pensé que duraría tanto”, afirmó por teléfono esta semana para The New York Times. Y es que, el joven de gafas redondas comenzó su paso por el programa el 25 de septiembre de 2023 y terminó 21 meses después, tras perder por primera vez el pasado domingo. En ese tiempo, acumuló 2,56 millones de euros en premios y efectivo, entre los que se incluyen nada menos que 23 coches.

TF1, la cadena que emite el programa, lo declaró como “el mayor campeón de campeones” y aseguró que su “legendaria trayectoria” había roto tanto el récord mundial de apariciones en solitario en concursos como el récord europeo de ganancias. “Émilien superó todos los límites, día tras día, ante los ojos de millones de espectadores fieles”, declaró la cadena.

El formato del programa consiste en enfrentamientos diarios entre cuatro concursantes, con un ganador que regresa al día siguiente como Maestro de Mediodía. Émilien lo fue durante 647 emisiones consecutivas. “Mi objetivo siempre fue el mismo: todos los días, desde el primero, seguir ahí al final del espectáculo, dar lo mejor de mí y volver al día siguiente”. En otras palabras, añadía que “nunca tuve ningún objetivo particular de alcanzar tal o cual récord”.

Entre los premios que ha obtenido, se han incluido viajes a destinos como Canarias y Venecia, una sesión de paracaidismo, patinetes, televisores, electrodomésticos, maquillaje, instrumentos musicales, bicicletas, joyas y hasta 35 kilos de dulces. “Es mucho”, reconoció. Por lo que muchos de estos artículos los ha vendido, regalado o donado. “No veía mucha necesidad de 23 coches, ni de 35 kilos de dulces”, comentó, explicando que distribuyó los caramelos entre escolares.

Émilien, de 22 años, creció en la región de Vendée, en el oeste de Francia, en un entorno modesto. Desde niño sintió fascinación por los concursos. “Podría hacer exámenes todo el día, durante 15, 16, 17 horas, no me importaría”, confesó. Durante los confinamientos por la COVID-19 intensificó su pasión por las trivialidades, tomando notas y estudiando temas poco familiares. De hecho, intentó participar en el programa al cumplir los 18 años, pero fue rechazado. “Era muy tímido”, dijo. Fue su abuela quien lo animó a intentarlo de nuevo dos años después.

Una vez dentro, su vida cambió. Participar en las grabaciones, que se realizan por bloques, le obligó a pausar sus estudios de Historia en la Universidad de Toulouse. “Intenté seguir mis clases a la vez que el programa, pero claramente no pude. Mis exámenes siempre coincidían con las grabaciones”, admitió. Ahora planea tomarse un año sabático antes de regresar a los estudios, con la idea de convertirse en profesor. Mientras tanto, disfruta del reconocimiento que su éxito le ha proporcionado. “Al principio eran los espectadores habituales, principalmente personas mayores”, relató. Pero con el tiempo, también se le han acercado jóvenes que confiesan haberse interesado por los concursos gracias a él.

Pero su impacto ha sido tan grande que incluso el ministro de Cultura francés le dedicó un mensaje en redes sociales, destacando su “compostura, cultura y modestia”. Asimismo, el presentador del programa, Jean-Luc Reichmann, también se sumó a los elogios: “Te has convertido en un modelo a seguir para los jóvenes”. Émilien, sin embargo, relativiza ese estatus. “Soy alguien a quien le gusta responder preguntas”, dijo. “Si eso ayuda a algunas personas a ampliar sus horizontes, es todo lo que puedo desear”, ha confesado.