Una mujer deja su trabajo después de que su jefa le impida ascender y años después se venga: “Hice que le cancelaran la entrevista”

La empresa decidió ascender a un perfil interno

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Una mujer deja su trabajo
Una mujer deja su trabajo después de su jefa le impida un ascenso, pero años después, esa misma manager solicita un puesto en la nueva empresa de la exempleada. (Freepik)

En las empresas, las decisiones no siempre se toman por méritos. A veces, intervienen rivalidades personales o dinámicas de poder que poco tienen que ver con el rendimiento. Una historia real que fue compartida en la red social Reddit muestra cómo una de esas decisiones puede volver años después, con consecuencias laborales y económicas para quien actuó por interés propio.

Un ascenso frustrado por política interna

“Trabajaba en una gran empresa con mucha política”, recuerda la protagonista. Como era habitual en esa organización, los ascensos se decidían en reuniones conjuntas entre gerentes de distintos departamentos, bajo la supervisión del jefe de la división.

La trabajadora aspiraba a un ascenso que, en principio, contaba con el respaldo de su jefa directa. Sin embargo, en la reunión decisiva, una gerente de otro departamento, con quien nunca había trabajado directamente, se levantó para oponerse a su candidatura. Argumentó en contra de su ascenso, presentando una serie de afirmaciones negativas sobre su desempeño.

Según explicó después la propia protagonista, dos compañeros con cargos gerenciales que estuvieron presentes le contaron lo que había ocurrido: “Se inventó cosas sobre mí que no eran ciertas. Todo porque le molestó que mi jefa hubiera cuestionado una promoción que ella había impulsado”.

Aunque seis meses más tarde logró la promoción, ya había comenzado a buscar otras opciones. Finalmente, aceptó una oferta en una empresa más pequeña y presentó su renuncia.

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La coincidencia, cuatro años después

Pasaron cuatro años. Para entonces, la antigua empleada ya era jefa de departamento en su nueva empresa. En uno de los procesos de selección para cubrir una vacante clave en su equipo, recibió una notificación del departamento de Recursos Humanos: una de las candidatas al puesto había trabajado en la misma empresa que ella en el pasado, en el mismo periodo de tiempo.

Al revisar su nombre, la reconoció de inmediato. Era la misma persona que se había opuesto a su promoción sin motivo justificado. “Recordé perfectamente que me bloqueó en aquella reunión. No me lo invento, me lo confirmaron compañeros directos que estaban allí”, explica la protagonista.

Cuando Recursos Humanos le pidió referencias, fue clara: “No es una buena opción. No encajaría bien en este equipo. Contratarla sería un error”. Fue suficiente para que se cancelara la entrevista. La candidata fue informada de que la empresa había decidido ascender a un perfil interno para cubrir la vacante.

La mujer fue rechaza sin
La mujer fue rechaza sin ni siquiera ser entrevistada. (Freepik)

Una operación que cambió las reglas del juego

La historia no acabó ahí. Tres años más tarde, la pequeña empresa donde ahora trabajaba fue adquirida por una corporación más grande. El aumento en el valor de las acciones fue significativo. “Cuando abrimos el puesto, el valor de las acciones era bajo. Después de la compra, se disparó”, señala.

Los empleados que tenían ‘stock options’ vieron cómo su retribución total se multiplicó. “Rechazarla le costó una oportunidad importante. Económicamente, fue una gran diferencia”, admite.

“Por eso siempre dicen que hay que ser profesional con todos, no solo con tus jefes. No sabes cuándo te los vas a volver a cruzar”, subaraya la protagonista. “Ella me bloqueó. Yo, años después, la bloqueé de una oportunidad”, sentencia.