Un conductor huye al ver un control en la autopista, pero es atrapado: transportaba 946 botellas de alcohol en el maletero

Además de infracciones aduaneras, se le imputan delitos de obstaculización intencionada del tráfico y de rebelión

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Control policial en carretera. (Carlos
Control policial en carretera. (Carlos Castro/Europa Press)

A lo largo de varios kilómetros de la autopista, un conductor circuló en sentido contrario en Francia, poniendo en riesgo la seguridad de los agentes, de su propio hijo y de otros automovilistas, después de darse a la fuga durante un control aduanero en la zona de Hulplanche, en el noroeste del país.

El incidente se desató cuando los agentes aduaneros, al observar la sobrecarga del Ford C-Max que conducía el acusado, le indicaron que se detuviera. En un inicio, el hombre pareció señalar que acataría la orden, pero terminó huyendo a toda velocidad, reincorporándose a la autopista y emprendiendo una peligrosa maniobra que incluyó circular varios kilómetros en dirección contraria, antes de abandonar la vía rápida.

Según la investigación oficial citada por las autoridades, cuando el vehículo fue finalmente detenido, dentro del coche los agentes hallaron al hijo menor del conductor, sentado en el asiento delantero y sin el uso de un sistema de retención infantil, lo que agrava la exposición al peligro durante toda la secuencia. Además, en el asiento trasero descubrieron 946 botellas de alcohol que, según los informes, procedían del Gran Ducado de Luxemburgo.

El implicado, propietario de un night-shop (tiendas de alimentación y bebidas que permanecen abiertas durante gran parte de la noche) y padre de cuatro hijos, declaró ante las autoridades que se sintió abrumado en el momento del control, lo que le llevó a huir. En palabras recogidas por la investigación, el acusado señaló: “Cometí un error, pido perdón, lo siento”. Además de las infracciones aduaneras, se le imputan delitos de obstaculización intencionada del tráfico y de rebelión, este último, por la acción de poner en peligro deliberadamente la vida de cuatro aduaneros, la de su propio hijo y la de otros conductores que circulaban por la autopista.

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La defensa solicita la suspensión

El fiscal solicita una pena de 30 meses de prisión para el acusado, subrayando la gravedad de los hechos y el riesgo público derivado de la conducción temeraria y la exposición del menor. Por su parte, la defensa solicita al tribunal la suspensión simple para el periodo superior a los tres meses de detención preventiva ya cumplidos por el acusado. El abogado subraya el arrepentimiento manifestado por su representado y su situación familiar.

La decisión judicial se conocerá el próximo 17 de julio, cuando el tribunal deberá evaluar la magnitud de la infracción, los riesgos generados y las circunstancias personales del acusado.

En España, eludir un control de tráfico puede convertirse en un asunto penal cuando durante la huida se produce algún daño a otras personas, llegando a derivar en sanciones muy severas. Esta situación se da sobre todo cuando el intento de escape está motivado por la intención de ocultar infracciones más graves, como la conducción bajo los efectos del alcohol o estupefacientes, la ausencia de carné vigente o la falta de documentación del vehículo.

La autoridad de tráfico tiene estipulada una multa de 200 euros y la retirada de cuatro puntos del carné para aquellos que desobedecen las señales o las órdenes en los controles. En caso de que, en el proceso de fuga, se produzcan daños materiales —por ejemplo, impacto contra elementos de la vía— la sanción puede aumentar otros 200 euros, elevándose el importe total a 400 euros.