Una mujer de 56 años que fue encontrada abandonada en el carrito de otro bebé descubre la verdad sobre su madre biológica: “Había un secreto en la familia”

Los padres biológicos murieron antes de que se pudieron reencontrar, pero la mujer pudo verse con sus tres nuevos hermanos

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Una mujer de 56 años
Una mujer de 56 años que fue encontrada abandonada en el carrito de otro bebé descubre la verdad sobre su madre biológica. (Freepik)

“Tener la nota original significa mucho para mí, porque es lo único que me conecta con ella... Elimina la negatividad del abandono porque sé que ella se preocupaba”, afirma Lisa Dyke, una mujer de 56 años que, después de más de medio siglo de incógnitas, ha logrado reconstruir la historia de su origen y descubrir quién es su familia biológica.

La vida de Lisa, expuesta en el programa británico Long Lost Family, comenzó con un acto de desesperación y amor. En mayo de 1969, cuando tenía apenas unas horas de vida, fue abandonada en el cochecito de otro bebé frente a una clínica de salud en Christchurch, Dorset (Inglaterra).

Junto a ella, una nota escrita a mano suplicaba: “Por favor, cuídala. No puedo ni podrá jamás darle un buen hogar donde sea feliz. Acaba de nacer y necesita un médico”. Este mensaje, que Lisa conserva como un tesoro, ha sido lo único que ha tenido de su madre.

Un hogar adoptivo, pero un vacío persistente

La infancia de Lisa transcurrió en Hampshire, donde fue criada por sus padres adoptivos, Sylvia y Brian. Allí creció en un entorno amoroso y estable, y a los 19 años se convirtió en madre soltera de su hijo Ryan. “No podría haber deseado unos padres mejores. Mi madre lo era todo”, expresó Lisa sobre Sylvia, que falleció en 2023.

La pérdida de su madre adoptiva marcó un punto de inflexión de su vida y la impulsó a retomar la búsqueda de sus orígenes, una inquietud que había postergado durante años por respeto y gratitud hacia la familia que la acogió.

El deseo de Lisa de saber más sobre su pasado la llevo a pedir el expediente de adopción en 2005. Fue entonces cuando tuvo acceso, por primera vez, a la nota original que la acompañó en su abandono. “No quiero meterme en la vida de nadie más, solo necesito saber qué pasó, necesito saber quién soy”, aclaró.

Este documento, escrito con una caligrafía que más tarde sería reconocida por sus hermanos biológicos, se convirtió en el punto de partida para desentrañar la historia de su familia.

El ADN como clave para encontrar respuestas

La investigación se centró en el análisis del ADN de Lisa, que logró vincularlo con una familia específica en la región de Christchurch. Uno de los miembros, Lin, accedió a realizarse una prueba genética, lo que permitió confirmar que eran hermanas.

Concretamente, Lin era la hermana menor de Lisa, pero no solo la descubriría a ella, sino también a sus dos hermanos biológicos, Tim y Jen, ambos mayores que ella.

El reencuentro con sus hermanos biológicos estuvo cargado de emociones y revelaciones. Los tres, que crecieron juntos en Christchurch, desconocían la existencia de Lisa. “Había un secreto en la familia que les hizo revisar su percepción de lo que era su familia”, explicó Ariel Bruce, investigadora del programa.

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La compleja historia familiar

La historia familiar de Lisa se fue completando a medida que los hermanos compartían recuerdos. Christine, la madre biológica, tenía 25 años cuando dio a luz a Lisa y mantenía una relación Brian, un conductor de camiones.

La inestabilidad económica y la ausencia frecuente del padre marcaron la infancia de los hermanos. “Durante nuestra infancia, el dinero era escaso, y nuestra madre compaginaba tres trabajos para mantenernos”, recordó Lin. El temor de los servicios sociales era constante, un miedo que, según los hermanos, pudo haber influido en la decisión de Christine de entregar a Lisa.

Quizás ahora puedo empezar a ver cuál era la imagen... a entender por qué ella sentía que no podía retenerme si él no estaba siempre allí”, expresó Lisa al conocer estos detalles.

La separación de sus padres biológicos se produjo cuando Lin tenía siete años, lo que obligó a Christine a redoblar esfuerzos para sacar adelante a la familia.

La muerte de los padres biológicos

En el momento en el que recibió la noticia de la muerte de sus padres biológicos fue especialmente duro. “Casi me esperaba esa noticia. Pero oírla todavía te estremece un poco”, confesó. A pesar de la tristeza, el descubrimiento de sus hermanos le brindó un nuevo sentido de pertenencia.

“Hace 55 años, me dejaron abandonafmwenorda. Nunca pensé que descubriría nada sobre mi familia biológica. Nunca imaginé encontrar un hermano o hermana de carne y hueso, y mucho menos tres”, compartió Lisa, quien actualmente reside en Francia con su pareja.

Un emotivo reencuentro familiar

El encuentro entre Lisa y sus hermanos fue un momento de profunda emoción. Al ver una fotografía de Lisa, sus hermanos reconocieron de inmediato similitudes físicas. “Siento que he pasado de no tener a nadie a tener tres hermanos, todos de edades muy similares”, reconoció Lisa.

La reacción de los hermanos ante la historia de Lisa fue de empatía y comprensión. Reconocieron la letra de su madre en la nota y comprendieron las circunstancias que llevaron a Christine a tomar una decisión tan dolorosa.

Lisa, por su parte, quiso tranquilizarlos: “Lo que sea que tu madre haya hecho, hizo lo correcto para mí. Se aseguró de que me encontraran a tiempo, y le agradezco por ello”, sentenció.