Una botella de cristal lanzada al mar en 2012 llega a Irlanda y reaviva una historia de amor: la pareja está casada y tiene tres hijos

Una asociación encontró el mensaje durante una limpieza costera. Contactaron con los autores a través de Facebook

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Una botella abandonada en una
Una botella abandonada en una playa contiene un mensaje.

Lo que empezó como una simple limpieza de playa en Irlanda terminó convirtiéndose en una historia de amor con final feliz y sabor a cuento moderno. A principios de julio de 2025, en la bahía de Scraggane, condado de Kerry, Kate y John Gay participaban en una jornada de limpieza organizada por la asociación local Maharees Heritage and Conservation. Mientras recogían basura entre la arena y las algas, algo llamó su atención: una botella de cristal sellada con un mensaje en su interior.

Al abrirla, descubrieron una nota fechada en 2012 y firmada por “Anita y Brad”. El mensaje relataba un recuerdo romántico de una cena con vino en la isla Bell, Terranova (Canadá), y animaba a quien encontrara la botella a llamar a un número de teléfono canadiense.

La pareja irlandesa intentó contactar con ese número, pero no obtuvo respuesta. Decidieron entonces compartir el hallazgo en la página de Facebook de la asociación, sin imaginar la repercusión que tendría. Las fotos del mensaje y la botella empezaron a circular por redes sociales, y cientos de usuarios se sumaron a la búsqueda.

Una travesía de 4.680 días y más de 3.000 kilómetros

La botella, lanzada al mar en 2012, había recorrido más de 3.000 kilómetros a la deriva por el Atlántico durante 4.680 días, es decir, más de 12 años, hasta llegar a la costa oeste de Irlanda. El océano, el azar y la paciencia del tiempo fueron los encargados de preservar este pequeño fragmento de historia personal.

Botella de vidrio flotando en
Botella de vidrio flotando en el mar con mensaje dentro

En cuestión de horas, la movilización digital dio resultados. Se logró identificar a los autores del mensaje: Anita y Brad, una pareja canadiense que había escrito la nota al inicio de su relación. Según contaron después, el viaje a la isla Bell fue una escapada romántica de sus primeros meses juntos.

Ahora están casados y tienen tres hijos. Viven en Canadá y, aunque no esperaban volver a saber de aquella botella, la noticia los emocionó profundamente. “Han sido 48 horas vertiginosas”, declaró Brad al periódico The Guardian. “Éramos jóvenes amantes entonces. Ahora somos mayores… pero seguimos enamorados”.

Dos ladrones se colaron a la bodega del restaurante Atrio y robaron 45 botellas. Entre ellas se encontraba la joya del restaurante: el Château d'Yquem de 1806

De la casualidad al reencuentro

Gracias a la publicación en redes sociales y a la colaboración de la comunidad, se pudo cerrar el círculo de este viaje inusual. Anita y Brad han expresado su deseo de viajar pronto a Irlanda para conocer a Kate y John.

“Fue increíble. Una coincidencia tras otra”, comentaron desde la asociación Maharees Heritage. “Justo uno de nuestros socios comunitarios encuentra la botella durante una actividad de limpieza costera. La abrimos juntos y descubrimos un mensaje que conecta dos comunidades costeras marcadas por los desafíos del cambio climático. Otra historia increíble en nuestro camino de resiliencia costera”.

La botella, que pudo haberse perdido en el océano o destruido con el paso del tiempo, llegó intacta a su destino. Incluso los pequeños gestos pueden tener un gran impacto con el paso de los años.