Un bebé muere de calor después de que su madre los dejara a él y su hermano en el coche mientras ella se pinchaba los labios

Tragecia en Bakersfield, California. Ocurrió el 29 de junio, cuando Maya Hernandez, una joven madre de 20 años, tomó la decisión de dejar a sus dos hijos, uno de un año y otro de dos, solos en un automóvil estacionado sin funcionamiento de aire acondicionado mientras las temperaturas superaban los 37 grados. Uno de ellos fue encontrado con espuma en la boca tras sufrir una crisis epiléptica.

La madre permaneció aproximadamente una hora y media fuera del vehículo mientras asistía a un local donde recibió inyecciones en los labios, según informó Le Parisien. Durante ese tiempo, los pequeños quedaron expuestos a condiciones extremas en el interior del coche, donde el termómetro puede alcanzar los 60 grados en apenas sesenta minutos bajo el sol, según destacó el informe policial citado por el medio. El riesgo potencial en estas circunstancias resulta letal, especialmente para niños tan pequeños, cuyas capacidades para regular la temperatura corporal son limitadas.

A su regreso alrededor de las 16:30, Maya Hernandez comunicó a los agentes que había encontrado a su hijo menor sin signos vitales obvios: no respiraba, no tenía pulso, sus labios mostraban una coloración azul y su temperatura corporal superaba los 42 grados. Fue entonces cuando la madre solicitó asistencia llamando al 911. Ambas víctimas fueron trasladadas urgentemente a un hospital, donde se registró el deceso del bebé cerca de una hora después de la llegada a urgencias. El menor de dos años sobrevivió y tras recibir atención médica fue puesto bajo custodia.

El testimonio de la madre refleja que, antes de dejar a los niños en el interior del coche, verificó que funcionaran el motor y el aire acondicionado. Sin embargo, el vehículo disponía de un sistema automático que apagaba el motor después de sesenta minutos de estar aparcado, un detalle crucial en el desarrollo de los hechos. Esto provocó que, transcurrido ese tiempo, los niños quedaran sin ventilación, enfrentando temperaturas que aumentaron con rapidez dentro del habitáculo cerrado.

La policía de Bakersfield subrayó la gravedad de la conducta de Maya Hernandez, acusándola en el informe presentado ante el tribunal superior del condado de Kern de “haber puesto la importancia de su propia apariencia por encima de la seguridad y el bienestar de sus hijos”. A la joven madre se le imputaron cargos de homicidio involuntario, así como dos delitos de crueldad voluntaria contra menores vinculados tanto a la muerte del bebé como a la hospitalización de su otro hijo. Le Parisien detalla que la acusada se declaró no culpable de todos los cargos presentados, y permanece en detención preventiva con una fianza fijada en un millón de dólares.

Las autoridades insisten en la importancia de no dejar nunca a menores desatendidos en automóviles, especialmente en condiciones de calor extremo, debido a la rapidez con la que puede producirse un golpe de calor fatal.

En el desarrollo del caso, informa que una vez que el niño sobreviviente recibió alta médica, fue transferido a un ambiente seguro, continuando con las diligencias judiciales correspondientes. La investigación policial reveló además que la temperatura exterior durante la exposición de los menores excedió los 37 °C, lo que aceleró el desenlace letal dentro del espacio cerrado.

El proceso legal contra Maya Hernandez continuará en los próximos meses, enmarcado por la cobertura mediática y la atención de organizaciones comunitarias que abogan por la protección de la infancia. El caso sigue concitando preocupación sobre los riesgos reales del golpe de calor vehicular y la necesidad de fortalecer las campañas de sensibilización para prevenir este tipo de tragedias.