
La correcta valoración del vehículo resulta fundamental al momento de calcular el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP), según explicó El Motor. Al adquirir un coche de segunda mano a un particular, el comprador debe considerar el valor real de mercado, ya que las comunidades autónomas pueden inspeccionar la operación y exigir el pago de diferencias si estiman que se ha declarado un valor inferior al mínimo establecido.
El pago del ITP es obligatorio para quien compra cualquier bien patrimonial, incluidas transacciones de vehículos entre particulares. Este tributo ha de abonarse dentro del mes siguiente a la fecha de adquisición del automóvil. El procedimiento varía según la preferencia del comprador: si opta por la modalidad presencial, debe presentar el modelo de autoliquidación 620; para gestiones telemáticas, corresponde el modelo 621. El proceso se formaliza ante la administración autonómica correspondiente, dado que el impuesto está cedido a las comunidades autónomas.
El coste total de la transferencia está condicionado por distintos factores. La normativa difiere significativamente entre regiones, por lo que el importe puede variar notablemente en función de la comunidad autónoma donde se tramite la operación. Este porcentaje puede oscilar entre el 4% y el 8% del valor del vehículo.
¿Cómo calcular el valor del vehículo?
El cálculo parte de las denominadas tablas del valor fiscal, publicadas cada año en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Dichas tablas indican el valor del vehículo nuevo, al cual se le aplica un coeficiente de depreciación en función de la edad del automóvil. Por ejemplo, un coche de hasta un año mantiene el 100% de su valor fiscal. Aquellos con más de cuatro años pero menos de cinco aplican el 47%, y un vehículo de más de doce años se considera que conserva únicamente un 10% de su valor inicial.
Entre los factores requeridos para determinar el importe se encuentran la marca, el modelo, la edad y el estado del automóvil. Es importante comprobar el valor mínimo que reconoce Hacienda para evitar incidencias con la administración. En este sentido, los porcentajes de depreciación son:
- Hasta 1 año: 100%
- Más de 1 hasta 2 años: 84%
- Más de 2 hasta 3 años: 67%
- Más de 3 hasta 4 años: 56%
- Más de 4 hasta 5 años: 47%
- Más de 5 hasta 6 años: 39%
- Más de 6 hasta 7 años: 34%
- Más de 7 hasta 8 años: 28%
- Más de 8 hasta 9 años: 24%
- Más de 9 hasta 10 años: 19%
- Más de 10 hasta 11 años: 17%
- Más de 11 hasta 12 años: 13%
- Más de 12 años: 10%
La función de este sistema es evitar que se subvaloren los vehículos en las compraventas y asegurar que el tributo se abone sobre una base acorde a la realidad del mercado. La correcta aplicación de estos criterios permite realizar de manera segura y legal el pago del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, contribuyendo al cumplimiento fiscal tanto del comprador como del vendedor en operaciones de segunda mano.
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