El truco para mejorar la pensión de jubilación de los autónomos: “La media es 640 euros inferior”

Planificar con antelación, aumentar la base de cotización y complementar con productos de ahorro e inversión son estrategias clave para garantizar una jubilación más segura para los autónomos

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Las pensiones de jubilación en 2025 y su capacidad adquisitiva auguran un futuro sombrío para nuestros mayores.

Aumentar la base de cotización durante los últimos años de vida laboral se presenta como una de las estrategias clave para que los autónomos en España puedan mejorar su futura pensión de jubilación. Este colectivo, que supera el 16% de los profesionales activos en el país según informa la aseguradora Mapfre, suele afrontar dificultades especiales para garantizarse un retiro cómodo, debido principalmente a las propias particularidades de su régimen de cotización.

De acuerdo con los datos oficiales publicados más recientes, la cantidad mensual que recibe en 2024 un profesional autónomo por concepto de pensión pública se sitúa de media 640 euros por debajo de la que perciben los trabajadores adscritos al Régimen General. El motivo central radica en que la mayoría de los autónomos opta por la base mínima de cotización para reducir las aportaciones mensuales, lo que repercute directamente en que la cuantía final de su pensión pública resulta considerablemente inferior a la de los empleados por cuenta ajena.

Planes de pensiones, seguros y otros productos

Entre las diversas alternativas complementarias que los autónomos pueden explorar para obtener una jubilación más tranquila y segura destacan los planes de pensiones privados, instrumentos financieros diseñados para acumular un capital a largo plazo. Estos productos ofrecen ventajas fiscales y su efectividad suele ser mayor cuanto antes se comiencen a realizar aportaciones y mayor sea la constancia en el ahorro.

Dos jubilados pensionistas consultando su
Dos jubilados pensionistas consultando su prestación (Adobe Stock)

Otra opción apropiada es recurrir a seguros de ahorro y productos como rentas vitalicias. Artículos como los PIAS (Planes Individuales de Ahorro Sistemático) y los seguros de vida-ahorro posibilitan la acumulación de capital con beneficios fiscales, mientras que las rentas vitalicias permiten contar con ingresos periódicos de por vida, ayudando así a estabilizar los ingresos en la etapa posterior al retiro.

Para aquellos autónomos con conocimientos financieros, la inversión en activos como acciones, fondos de inversión, inmuebles o negocios propios representa una vía adicional para generar ingresos pasivos capaces de complementar la pensión pública. No obstante, los expertos consultados subrayan la necesidad de comprender adecuadamente los riesgos y características de cada instrumento antes de proceder con este tipo de inversiones.

La pensión varía en función de la base de cotización

Incrementar la base de cotización de manera voluntaria es otra medida eficaz para mejorar la cuantía de la futura pensión pública. Aunque esta decisión implica asumir un coste mensual superior, los especialistas indican que puede traducirse en una diferencia apreciable en los ingresos durante la jubilación.

Las pensiones contributivas subirán un 2,8% en 2025, las mínimas un 6% y no contributivas e IMV, un 9%.

Una realidad frecuente entre el colectivo de autónomos también es que muchos optan por prolongar parcialmente su vida laboral más allá de la edad de jubilación ordinaria, manteniéndose activos o desarrollando actividades complementarias que les proporcionan ingresos y les permiten sostener su calidad de vida.

Los expertos recalcan que la planificación anticipada y la diversificación en las fuentes de ingreso constituyen aspectos determinantes a la hora de asegurar la estabilidad económica durante la jubilación. Informarse en profundidad sobre las alternativas disponibles y valorar las mejores opciones en función de la situación personal favorecerá que los autónomos puedan diseñar una estrategia segura y sostenible para afrontar con éxito la transición al retiro.