El protagonismo de las renovables ante las altas temperaturas: así sostuvieron el sistema eléctrico europeo en plena ola de calor

La primera ola de calor de 2025 elevó los termómetros por encima de 40 °C y tensionó el sistema eléctrico en toda Europa

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Las renovables sostienen el sistema
Las renovables sostienen el sistema eléctrico europeo en plena ola de calor. (Montaje Infobae España/Canva)

Las energías renovables ganan peso en el mix energético europeo. Y, mientras algunos destacan su capacidad para combatir el cambio climático y reforzar la seguridad energética, hay otros más críticos que adviertes de que su intermitencia y su dependencia de las condiciones climáticas son factores que debilitan la red eléctrica.

En España, tras el apagón masivo del pasado 28 de abril, la desconfianza hacia estas tecnologías ha crecido y algunos vuelven a apostar por las fuentes tradicionales, como la nuclear. Sin embargo, se ha demostrado que las fuentes verdes pueden ser imprescindibles para evitar situaciones críticas en el suministro, especialmente durante las olas de calor.

Suministro en riesgo por el aumento de la demanda: en España la factura de la luz subió un 15% en los días de más calor

La primera ola de calor que hemos sufrido en Europa este 2025 no solo elevó los termómetros por encima de los 40 °C en muchos países —con récord absoluto en Portugal de 46,6 °C— sino que puso a prueba al sistema energético en todo el continente. Un estudio de la empresa Ember Energy ha revelado que la demanda diaria de electricidad llegó a incrementarse hasta un 14% en los países con las temperaturas más altas, como en España, en gran parte debido al uso masivo del aire acondicionado y a la climatización de los hogares y centros de trabajo.

Este aumento del consumo puso en jaque el sistema eléctrico, pero no fue lo único que hizo que peligrara su estabilidad. Y es que muchas centrales térmicas tradicionales tuvieron que reducir o incluso parar su actividad por culpa de las altas temperaturas, como por ejemplo las nucleares en Francia y Suiza, lo que aumentó el riesgo de desabastecimiento.

El informe detalla que hasta el 15% de la capacidad nuclear francesa estuvo fuera de servicio durante los momentos más críticos de la ola de calor, tanto por problemas forzados como por mantenimientos relacionados directamente con el exceso de temperaturas. La central nuclear del Glofech, a orillas del Garona, tuvo que cerrar completamente, y otras plantas ubicadas sobre el Loira y el Ródano sufrieron recortes de operación. En total, al menos 7 GW de potencia estuvieron fuera de servicio por motivos catalogados como “forzados”.

El termómetro de una farmacia
El termómetro de una farmacia en plena ola de calor en Italia. (Associated Press)

Esta combinación de alta demanda y baja generación nuclear se tradujo en precios muy altos durante los días más delicados: más de 400 €/MWh en Alemania y más de 470 €/MWh en Polonia durante los picos de consumo, cuatro veces más del precio medio habitual. En nuestro país, la factura de la luz se incrementó un 15% en las jornadas de más calor.

La energía solar y el almacenamiento, claves para la estabilidad eléctrica

Según el análisis, lejos de colapsar, el sistema eléctrico europeo consiguió evitar sufrir cortes gracias, sobre todo, al aporte de la generación solar, que estableció un récord histórico en junio de 2025 con 45 TWh generados (un 22% más que en el mismo mes de 2024). El aumento de la luz solar y la alta penetración de estos sistemas permitió asegurar el suministro en las horas diurnas, cuando el consumo llegó a sus niveles más altos.

En Alemania, durante los días de más calor, la energía solar cubrió entre el 33% y el 39% de la electricidad total del país. La disponibilidad de baterías y sistemas de almacenamiento por bombeo fue también determinante para guardar parte de la electricidad solar producida en horas de máxima insolación, y así se pudo utilizar cuando el sol ya no estaba disponible. Esto extendió la cobertura hasta las primeras horas de la noche, y permitió mitiga la subida de precios y reducir el riesgo de apagones.

Así, la gran oferta de energía solar barata durante las olas de calor permitió cubrir los picos de demanda, pero no podría haber sido tan eficaz sin el almacenamiento. El informe subraya la necesidad de mejorar los sistemas de almacenamiento y las redes de interconexión europeas, para maximizar el aprovechamiento y repartir la electricidad allí donde se necesite.

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Retos pendientes: complementar renovables con flexibilidad y almacenamiento

El impacto de la generación renovable durante la ola de calor de 2025 no impide que persistan retos inmediatos y de medio plazo. Desde la compañía energética subrayan que, aunque la solar fue vital, al caer la noche las renovables convencionales no pueden asumir solas toda la carga y el coste de la electricidad se dispara. Por ello, el informe remarca la importancia de combinar el despliegue de renovables con soluciones de flexibilidad eléctrica, almacenamiento, tarifas inteligentes y mejor interconexión entre países.

El documento también cita iniciativas como los sistemas de reinicio de red con energías renovables (black start), cada vez más necesarios para asegurar la recuperación del sistema en caso de grandes apagones; así como el desarrollo de mercados auxiliares de servicios eléctricos, que ya avanzan en países como Alemania, el Reino Unido y los Países Bajos.