El PP desempolva el negocio de saunas del suegro de Sánchez con el que la policía patriótica de Rajoy intentó armar un caso hace 11 años a través de Villarejo

El PP vuelve a los orígenes en su estrategia para desprestigiar a Pedro Sánchez. “Las reglas del juego han cambiado, las ha decidido Sánchez”, resumió el portavoz popular, Borja Sémper, para justificar su nueva hoja de ruta. Consciente de que el dirigente socialista salvó un nuevo match ball en el Congreso, que le mantiene todavía políticamente con vida tras el estallido del caso de corrupción que afecta al PSOE, los populares han puesto en marcha una nueva ofensiva, basada en los anhelos de la policía patriótica del Gobierno de Mariano Rajoy. Concretamente, en el negocio de saunas del suegro de Pedro Sánchez, ya fallecidos, y sus hermanos, unas informaciones que partieron del excomisario José Manuel Villarejo.

Según recogió El País, a tenor de las grabaciones incluidas en la investigación judicial abierta en la Audiencia Nacional, Villarejo sacó a colación el “tema Pedro”, en relación a los negocios del padre y de dos tíos de Begoña Gómez, la esposa del presidente del Gobierno. De hecho, propuso elevar esta cuestión “tan importante” al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.

“No lo sabe nadie… hay que manejarlo con muchísimo... El tema de las saunas esas lo sabe la Comisaría General de Información porque ahí iban políticos. Son saunas de pilinguis. Son tres hermanos. Un día estuvo Pedro Sánchez allí comiendo con su suegro. Y me dicen que El Gordo [Enrique García Castaño, comisario] se lo ha contado a Pino [Eugenio Pino, director adjunto operativo, número tres de Interior en aquel momento]. Si Pino no ha contado nada…“.

Villarejo se refirió a un negocio “de puta madre”. “Está todo a nombre del hermano mayor, pero luego los otros dos que hay por debajo (el suegro y otro más que hay) son los que llevaban la gestión. Esta es la historia”, dijo. Martínez agregó: “Eso es mortal”, a lo que Villarejo respondió: “Esto lo mata”. El propio exsecretario de Estado afirmó que “hay que saber todo”, y el excomisario le confesó que “todo eso es un trabajo, hay que hacerlo”.

A partir de estas conversaciones, varios medios han publicado a lo largo de los años varias informaciones relacionadas con este caso, aludiendo incluso a dos sentencias donde se reconoce la finalidad sexual de alguno de los negocios regentados por los familiares de Begoña Gómez. A esta suerte de causa se ha añadido en los últimos tiempos una nueva pata, que es la que el PP emplea ahora después de que Alberto Núñez Feijóo decidiera pulsar el botón durante la comparecencia del presidente del Gobierno en pleno sobre corrupción. El líder del PP acusó a Sánchez de ser “partícipe a título lucrativo de la prostitución”, algo que a día de hoy no ha quedado demostrado. Además, se trataría, en todo caso, de negocios anteriores a la llegada del dirigente socialista a la primera fila política.

Mientras avanzan las investigaciones judiciales que salpican al entorno del presidente del Gobierno, el PP ha abierto una nueva línea de actuación, centrando sus esfuerzos en airear, 11 años después, los supuestos negocios del suegro de Sánchez, algo que, hasta la fecha, el líder popular no había tocado. Desde este miércoles, los populares han hecho de esta cuestión su principal bandera. Según la portavoz del PP en el Congreso, Ester Muñoz, es “público y notorio” que el padre de la mujer de Sánchez “tenía prostíbulos en los que ella trabajaba además llevando las cuentas y les compró un piso”. “Por lo tanto, Pedro Sánchez ha sido participativo lucrativo de los negocios del suegro que eran prostíbulos”, argumentó.

Preguntado por el momento en el que Feijóo sacaba esta cuestión a relucir, el nuevo secretario general, Miguel Tellado, explicó este jueves que el líder popular “solo pone encima de la mesa una información pública y conocida por todo el mundo y recogida por distintos medios. Solo enfrenta a Pedro Sánchez contra su propia biografía. Ha sido Pedro Sánchez el que ha atacado a todo el mundo. ¡Ya está bien!”.

Para elevar este asunto de categoría, los populares registraron una batería de preguntas parlamentarias en el Congreso y Senado para exigir al Gobierno que explique el presunto uso de inmuebles públicos “como prostíbulos del suegro del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez”. El PP asegura que se basa en “informaciones de varios medios de comunicación” sobre “la existencia de un inmueble de MUFACE que habría sido usado por el suegro del presidente del Gobierno para un negocio relacionado con la industria del sexo”.

El Gobierno considera que el PP ha cruzado una nueva “línea roja” al insultar a la familia del jefe del Ejecutivo. Al respecto, el ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, afirmó que Feijóo es “el político más sucio que ha habido de primer nivel en España”. “Está haciendo una campaña desaforada, basada en el insulto permanente y en romper todos los puentes con todo el mundo menos con la ultraderecha”, advirtió el ministro.

Tanto desde Ferraz como desde Moncloa recuerdan que el “problema” lo tiene Feijóo, quien se fotografió con un narcotraficante en los años en los que “miles de jóvenes morían en Galicia por culpa de la droga”, en alusión a las imágenes del expresidente de la Xunta de Galicia con Marcial Dorado en un yate. Desde Moncloa critican además este nuevo movimiento del líder popular, que supone dar un paso más para “hacer caer” a Sánchez. Para el Ejecutivo, no está justificado que la oposición utilice a los familiares para arremeter contra un dirigente político. Con ello, creen que Feijóo ha abierto “una nueva mazmorra”.