Reino Unido y Francia firman un acuerdo histórico para coordinar su estrategia nuclear ante las amenazas que enfrenta Europa

La cumbre entre Macron y Starmer simboliza el restablecimiento de los lazos post-Brexit y abre una nueva etapa de cooperación en defensa, migración y tecnología militar

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El primer ministro británico Keir
El primer ministro británico Keir Starmer (izquierda) y el presidente francés Emmanuel Macron (derecha) se abrazan antes de la cumbre entre el Reino Unido y Francia (EFE/EPA/ANDY RAIN / POOL)

En un movimiento sin precedentes que redefine la arquitectura de defensa europea, el Reino Unido y Francia han firmado un acuerdo histórico para coordinar, por primera vez, sus estrategias nucleares. La iniciativa, motivada por el desafío que representa Rusia y la impredecible postura de Donald Trump respecto a la seguridad europea, marca un hito en la colaboración entre las dos únicas potencias atómicas del continente.

La firma tuvo lugar durante la simbólica visita de Estado de Emmanuel Macron al Reino Unido, la primera de un presidente francés desde 2008. El gesto, cargado de significado político tras años de fricciones por el Brexit y el pacto AUKUS, pone de manifiesto la voluntad del primer ministro británico Keir Starmer de reconstruir los vínculos con Europa. “Como socios cercanos y aliados de la OTAN, Reino Unido y Francia cuentan con una larga trayectoria de colaboración en materia de defensa, y los acuerdos de hoy impulsan nuestra alianza al siguiente nivel”, declaró el líder laborista.

Un nuevo marco de disuasión compartida

A pesar de que ambos países mantienen la independencia de sus arsenales, el acuerdo estipula que sus fuerzas nucleares “pueden coordinarse” y que “no existe ninguna amenaza extrema para Europa que no provoque una respuesta de ambas naciones”. Tradicionalmente, Francia ha sostenido una postura de total autonomía en su disuasión nuclear, a diferencia del Reino Unido, cuya infraestructura depende parcialmente de tecnología estadounidense, fruto de un pacto bilateral vigente desde hace 67 años.

El contexto global ha influido directamente en este viraje estratégico. La presencia militar estadounidense en Europa, que incluye cerca de 100 ojivas nucleares (muchas estacionadas en Alemania), podría verse reducida ante el giro geopolítico de Washington hacia Asia. Ante esa posibilidad, Berlín había solicitado a París un compromiso más explícito con la defensa del continente.

El presidente francés Emmanuel Macron
El presidente francés Emmanuel Macron (derecha) y el primer ministro británico Keir Starmer (izquierda) asisten a una rueda de prensa durante una visita militar conjunta (EFE/EPA/TOM SKIPP / POOL)

Nuevos acuerdos migratorios y cooperación industrial

Además del pacto nuclear, la cumbre bilateral dejó avances en otros frentes. Londres y París acordaron un programa piloto para abordar la crisis migratoria en el canal de la Mancha. En virtud del principio de “uno entra, otro sale”, Francia aceptará la devolución semanal de hasta 50 inmigrantes llegados en pateras, mientras que el Reino Unido acogerá a solicitantes de asilo con derecho a reunificación familiar.

En el plano industrial, se anunció el fortalecimiento de la cooperación en investigación nuclear y desarrollo armamentístico, dentro de lo que se ha descrito como una “entente industrielle”. Ambos países se comprometieron a trabajar en un nuevo misil aire-aire de largo alcance para la RAF, así como en tecnologías como software de inteligencia artificial, armas de microondas contra drones e inhibidores de interferencias.

También se contempla la producción conjunta de un reemplazo para el misil de crucero Storm Shadow y la modernización de sus líneas de fabricación en la localidad británica de Stevenage.

Arsenales en cifras y capacidades estratégicas

Actualmente, el Reino Unido posee unas 225 ojivas nucleares, mientras que Francia cuenta con aproximadamente 290, en contraste con las cerca de 6.000 de Rusia, según datos del instituto Chatham House.

La disuasión británica se basa en su flota de submarinos clase Vanguard, equipados con misiles balísticos Trident II D5, que serán progresivamente sustituidos por los nuevos submarinos clase Dreadnought, cuya entrada en operación se espera extienda su capacidad hasta la década de 2060. Además, Londres ha confirmado recientemente la adquisición de al menos 12 cazas F-35A con capacidad de portar bombas nucleares B61-12, integrándose en el programa de aeronaves de doble capacidad de la OTAN.

Por su parte, Francia mantiene una fuerza de disuasión aeronaval independiente. En el mar, sus submarinos clase Triomphant patrullan de forma continua con misiles M51, cada uno con ojivas de objetivos múltiples. En el aire, los Rafale de la Fuerza Aérea y de la Marina están armados con misiles de crucero nucleares ASMP-A, diseñados para realizar ataques tácticos limitados antes de una eventual escalada estratégica con SLBMs.

La CIA ha desvelado que el programa nuclear de Irán ha sufrido "graves daños" por los ataques de la semana pasada contra las instalaciones nucleares de Fordo, Natanz e Isfahán, después de que se haya filtrado un informe preliminar elaborado por esta entidad rebajando la efectividad de la operación estadounidense. (Fuente: EBS / X)

Un pacto con raíces en décadas de cooperación

Aunque el nuevo acuerdo no detalla los mecanismos operativos de la coordinación nuclear, se apoya en colaboraciones previas como el programa Teutates de 2010, que permite compartir instalaciones de investigación para simular y validar diseños de ojivas sin ensayos en vivo.

Ambas potencias han reafirmado su compromiso con el régimen global de no proliferación nuclear, mientras consolidan una relación bilateral que, en palabras del primer ministro británico, responde a la urgencia del momento: “Desde la guerra en Europa hasta los nuevos riesgos nucleares y los ciberataques diarios, las amenazas a las que nos enfrentamos se multiplican”.