Pipi Estrada, ex de Miriam Sánchez, alarma sobre su estado de salud: “Las adicciones le siguen pasando factura”

Tras el testimonio de Ricky Rubio sobre salud mental, Pipi Estrada ha puesto el foco en su ex, Miriam Sánchez, que está en una situación complicada

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Miriam Sánchez y Pipi Estrada
Miriam Sánchez y Pipi Estrada en una imagen de archivo de 2007. (Getty Images)

El testimonio de Ricky Rubio en el programa de Jordi Évole, Lo de Évole, donde el exjugador de la NBA se sinceró sobre su lucha con la salud mental, ha removido muchas conciencias y ha animado a muchos a hablar sobre problemas similares. Uno de ellos es el periodista Pipi Estrada, que ha aprovechado el momento para visibilizar la difícil situación que atraviesa su expareja, Miriam Sánchez. La que fuera actriz de cine para adultos y ganadora de Supervivientes, lleva años batallando contra las adicciones y la depresión, alejada del foco mediático. Y aunque no suelen tener comunicación más allá de por la hija que tienen en común, el comunicador ha querido contar cómo se encuentra actualmente.

Desde el plató de Y Ahora Sonsoles, Pipi ha sido claro: “Las adicciones le siguen pasando factura. Eso pertenece ya al pasado, pero de alguna manera hay ahí un remordimiento, una forma de mirar hacia atrás”. Según él, Miriam está haciendo un esfuerzo por salir adelante, pero reconoce lo duro que es el proceso: “Se vale por sí misma, está en ese proceso de intentar salir adelante, pero con la medicación es muy difícil. La medicación es una trampa, esto solo se soluciona afrontando. Al problema hay que darle la cara. Con la medicación no avanzas”, ha asegurado visiblemente emocionado.

Miriam Sánchez en una imagen
Miriam Sánchez en una imagen de archivo. (Europa Press)

En sus declaraciones, también ha reconocido el impacto que todo esto ha tenido en su hija en común, ya adolescente. Y no ha dudado en alzar la voz sobre una realidad que afecta a millones de personas: “Este es un país donde tenemos un porcentaje importante de personas con problemas de salud mental. El 30% en este país sufre de algún trastorno, estamos hablando de 16 millones de ciudadanos. Es decir, uno de cada tres”, ha dicho a Europa Press, remarcando la importancia de pedir ayuda profesional.

“Yo tengo un psicólogo. Si tú te rompes un brazo vas al traumatólogo. Si tienes un problema digestivo, vas al digestivo. Si tienes algo en los ojos, vas al oftalmólogo. ¿Y por qué no ir al psicólogo cuando lo necesitas? Hay que superar el miedo, afrontarlo con naturalidad y gestionarlo cara a cara”, ha insistido.

Como persona cercana a alguien con problemas de salud mental, Pipi ha compartido que la clave para acompañar es “con mucha paciencia, con mucho cariño y, sobre todo, no abandones. No invadas el espacio, pero tienes que estar pendiente”. Porque no todas las personas lo gestionan igual: “Hay quienes lo afrontan públicamente y quienes se hermetizan. Viven en un búnker... y hay que respetar su espacio”.

Pipi Estrada. (Europa Press)
Pipi Estrada. (Europa Press)

Sobre Miriam, no escatima en palabras de cariño: “Es muy entrañable, es una persona maravillosa. Hay muchas Miriam en este país y muchos familiares que lo viven de cerca”. También ha lanzado una crítica contundente a quienes atacan desde el anonimato en redes sociales: “Esa trinchera de cobardes hace mucho daño. Tenemos que empatizar, solidarizarnos y normalizar acudir al psicólogo”.

Sin entrar en demasiados detalles, ha respondido sobre si Miriam cuenta con ayuda profesional: “Ella se autogenera”, ha dicho. Y ha profundizado: “El problema de todo esto es la autoexigencia. Hay personas que se exigen tanto que, cuando no llegan al objetivo, se frustran. La gestión emocional es diferente en cada persona. Y hay algo que confundimos: confundimos problemas con incomodidades. ¿Sabes lo que es un problema? Un problema es aquello que no es recuperable. Todo lo demás es una incomodidad que ya se solucionará de alguna manera”.

En medio de la incertidumbre, su compromiso como padre y expareja sigue intacto: “Hasta el final de nuestras vidas vamos a estar unidos de una forma u otra. Nos ayudamos mutuamente. Lo único que hay que hacer es luchar, afrontar y no tener miedo. El miedo es el mayor enemigo en estas situaciones”.

Y lanza un deseo: “A mí me gustaría que ella hablara, porque es una persona muy válida. Tiene mucho trabajo por delante, pero también muchísima sabiduría. Aunque hay que respetar su silencio. Mientras estemos vivos, hay que afrontar las situaciones. Tenemos responsabilidades, y esas también hay que asumirlas”.