Los 7 hábitos que los baby boomers creen educados, pero los más jóvenes no soportan

La brecha generacional presenta distintas formas de socialización que diferencian a unas generaciones de otras

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Millennials, generación X y baby
Millennials, generación X y baby boomers discutiendo diferencias de valores y perspectivas en un entorno social - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Las formas de sociabilidad pueden resultar muy diferentes entre unas generaciones u otras. Los modales, los valores, las maneras de interactuar se transforman con el cambio social, concibiendo otros modos de interacción. La diversidad cultural, la globalización, la cultura pop, la tecnología, y en general una mejora de la calidad de vida y la deliberación autónoma, han fomentado otros modos de hacer y de vivir.

El progreso transgrede las normas sociales y los acuerdos de socialización. Esto hace que aparezcan nuevos patrones, reflejo de la realidad social, a través de los cuales los más jóvenes interactúan. Existen factores biológicos que influyen en los procesos de socialización; sin embargo, lo cultural fomenta el ecosistema donde el binomio significante-significado toma forma. De esta manera, socializar, al mismo tiempo, ahonda en una carga simbólica llena de significados asociados que pueden naturalizar o no las interacciones.

En consecuencia, la brecha cultural aparece debido a patrones de sociabilización diferentes. En relación con ello, los jóvenes, consideran que hay adultos - los llamados boomers - con hábitos, valores y formas de comunicarse que no siempre comprenden o comparten.

Hábitos que los jóvenes consideran agotadores de los boomers

De esto informa el medio digital VegOut. Lo que para una generación representa buena educación, para otra puede resultar una auténtica molestia. Mientras unos valoran la cortesía tradicional, los más jóvenes tienden a priorizar la comodidad digital, viendo muchas de aquellas antiguas normas como innecesarias o incluso tediosas.

En primer lugar, las llamadas sin avisar. Muchos jóvenes consideran que esto limita mucho su autonomía y prefieren un modelo comunicativo de mensajes. Ya sea WhatsApp o Instagram, esto les permite contestar con mayor margen en función de su disponibilidad. En el caso de que la llamada sea irremediable, suelen preferir ser avisados por mensajes con anterioridad.

Los jóvenes prefieren comunicarse por
Los jóvenes prefieren comunicarse por mensajes a realizar una llamada (Europa Press)

En segundo lugar, aparecer sin avisar. Nuevamente es algo que no solo limita su autonomía, sino también su planificación diaria. En una sociedad donde, gracias a los avances democráticos y al Estado de Bienestar, el ocio se ha convertido en uno de los pilares indiscutibles, este tipo de dinámicas pueden socavar la agencia de aquellas personas con una alta estima hacia su intimidad. Por ello, lo mejor para no molestar, es avisar y acordar una hora para verse por mensajería.

Asimismo, comentar la apariencia personal u ofrecer consejos no solicitados, son otras de esas costumbres por la que los boomers se caracterizan y que molestan mucho a los jóvenes. Con el auge de los discursos body positive y la concienciación social sobre el cuerpo, los jóvenes han adquirido dinámicas de mayor sensibilidad frente a otras personas. “¿Has perdido peso?“. Aunque para los boomers esto puede ser un elogio, para los más jóvenes puede tratarse de una auténtica intromisión en la intimidad.

En cuanto a los consejos no solicitados el psicólogo Peter Gray explica lo siguiente: ”A veces estamos tan abrumados por consejos no solicitados que incluso el consejo más inocuo y benévolo se vuelve intolerable". Esto sucede porque, a menudo, este tipo de consejos, aunque en esencia pretendan ayudar, van acompañados de un juicio o cuestionamiento.

Otras de los choques culturales pueden ser la comprobación excesiva de respuestas, forzar conversaciones triviales o incluso reenviar mensajes en cadena.

Las relaciones humanas son importantes
Las relaciones humanas son importantes en la sociabilidad humana . Foto: (iStock)

Estas diferencias generan malentendidos, estereotipos y, a veces, conflictos entre generaciones. Sin embargo, también abren la puerta a un diálogo enriquecedor, donde ambas partes pueden aprender y adaptarse, reconociendo que la sociabilidad cambia con el tiempo y que cada grupo aporta experiencias y perspectivas valiosas para la convivencia social.