Unos científicos crean un robot capaz de “sentir todo” lo que siente el tacto humano

Esta tecnología podría adaptarse a tecnología robótica o humanoide, prótesis, asistencia en desastres y sectores industriales como el automotriz

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Un equipo de investigadores ha desarrollado una nueva piel electrónica que permite a los robots experimentar múltiples sensaciones táctiles, como pinchazos, caricias, temperaturas extremas o incluso el daño físico, acercándolos un paso más hacia la sensibilidad humana. El avance, publicado el 11 de junio en la revista Science Robotics, y recogido por Live Science, podría tener aplicaciones en robótica humanoide, prótesis, asistencia en desastres y sectores industriales como el automotriz.

Esta tecnología se construye a partir de un material gelatinoso y conductor de electricidad, conocido como hidrogel, que puede moldearse en formas diversas, como la de una mano humana. Equipado con un electrodo especial, este material es capaz de detectar señales generadas por más de 860.000 vías conductoras internas. Estas vías responden a diferentes estímulos físicos, como presión, temperatura o daño, sin necesidad de múltiples sensores especializados.

A diferencia de las pieles electrónicas convencionales, que requieren un sensor para cada tipo de sensación y que suelen estar hechas de siliconas o elastómeros vulnerables, este nuevo diseño se basa en sensores multimodales. Estos pueden registrar múltiples tipos de estímulos simultáneamente, con mayor robustez y a un coste más bajo, lo que podría facilitar su implementación en productos de uso masivo.

La integración entre hardware blando y software inteligente

Para probar su funcionamiento, los científicos moldearon el hidrogel con la forma de una mano y la dotaron de distintas configuraciones de electrodos. Más tarde, la sometieron a una batería de pruebas físicas, que incluyó contacto con un brazo robótico, exposición a una pistola de calor, pinchazos con dedos humanos y cortes con bisturí. Gracias a este protocolo se han podido registrar más de 1,7 millones de datos procedentes de las vías conductoras.

Con estos datos, los investigadores pasaron a la siguiente fase: entrenar un modelo de aprendizaje automático capaz de distinguir distintos tipos de contacto. Esta integración entre hardware blando y software inteligente representa un paso clave hacia la creación de sistemas robóticos capaces de responder al entorno con una sensibilidad más cercana a la humana.

Así lo ha afirmado, Thomas George Thuruthel, coautor del estudio y profesor de robótica e inteligencia artificial en el University College de Londres (UCL), al explicar que “la detección táctil es el próximo gran hito en robótica”. Según el investigador, el objetivo es construir máquinas que puedan interactuar con el mundo con un nivel de sensibilidad comparable al de las personas.

Asimismo, Thuruthel ha subrayado que, a pesar de que esta piel robótica aún no alcanza el nivel de sofisticación del tacto humano, representa el avance más significativo hasta la fecha. “Nuestro método es flexible, más fácil de construir que los sensores tradicionales, y puede calibrarse utilizando el tacto humano para diferentes tareas”, indicó en un comunicado.

La combinación de sensores multimodales, facilidad de fabricación, resistencia y coste reducido abre la puerta a nuevos desarrollos tanto en prótesis humanas como en robots capaces de desempeñar tareas delicadas en entornos complejos, como labores de rescate o asistencia a personas con discapacidad. Los próximos pasos del equipo incluyen mejorar la capacidad del sistema para discriminar entre estímulos y adaptarlo a diferentes formas robóticas.