Tamara, la hermana de Michu, rota en lágrimas y devastada tras su muerte: “Todavía no lo tengo asimilado”

El fallecimiento de María Rodríguez Gamaza, más conocida en el ámbito mediático como Michu, ha dejado un profundo vacío tanto en su entorno cercano como entre quienes siguieron su historia en los medios. La gaditana, de 33 años, fue hallada sin vida en su domicilio de Cádiz durante la noche del lunes 7 de julio. La noticia, confirmada por la revista Semana, ha causado un impacto considerable, especialmente por la juventud de la fallecida y las circunstancias aún confusas que rodean su muerte.

Michu saltó a la fama principalmente por su relación con José Fernando Ortega Mohedano, hijo del extorero José Ortega Cano y la recordada cantante Rocío Jurado. La pareja mantuvo una intermitente relación de diez años, en la que formaron una familia con el nacimiento de su hija Rocío. No obstante, sus vidas sentimentales tomaron caminos separados en febrero de 2024, tras varios intentos fallidos de reconciliación. La gaditana sufría desde su nacimiento una enfermedad cardíaca congénita que la obligó a pasar por varias intervenciones quirúrgicas, incluyendo una operación en 2018. Su dolencia le generaba importantes limitaciones y estaba reconocida con una discapacidad del 38%.

Con estos antecedentes, no resulta sorprendente que una de las principales hipótesis que se manejan sobre su repentino fallecimiento esté relacionada con su delicado estado de salud. Aunque no se ha emitido un parte médico oficial, fuentes cercanas apuntan a un fallo cardíaco como la causa probable.

El dolor por esta pérdida se ha hecho especialmente visible entre los familiares directos de María, quienes aún tratan de asimilar el golpe. Entre ellos, su hermana Tamara Rodríguez ha sido una de las voces más visibles en este momento de duelo. En unas emotivas declaraciones ofrecidas en exclusiva a Europa Press, visiblemente afectada y entre lágrimas, agradeció las numerosas muestras de apoyo recibidas en las últimas horas: “Bueno, tú sabes... ahí a trancas y barrancas, poco a poco y demás”.

Tamara, que estuvo junto a su hermana hasta los últimos momentos, ha preferido no profundizar en los detalles más íntimos de lo ocurrido, aunque confirmó que María falleció mientras se estaba duchando para salir a cenar con su hija. Su madre, Inma Gamaza, también compartió públicamente su conmoción: “Todavía estoy en shock. Todavía no lo tengo asimilado, creo que todavía eso no ha pasado...”.

Algunos testimonios recogidos por medios locales aseguran que Michu había pasado parte del día con su hija en una piscina, y que al regresar a casa comenzó a sentirse mal, presentando mal aspecto antes de desvanecerse. Sin embargo, su familia ha optado por mantener la discreción respecto a este punto. “Claro como que no, no me apetece hablar de eso, la verdad”, afirmó Tamara, con una mezcla de tristeza e impotencia ante la inesperada pérdida.

Por su parte, la familia Ortega también se ha mostrado profundamente afectada. Tanto José Fernando, como su padre Ortega Cano y su hermana Gloria Camila, se trasladaron de inmediato a Arcos de la Frontera al conocer la noticia, en un intento por estar cerca de la niña y acompañar a la familia de Michu. Las relaciones entre ellos habían mejorado notablemente en los últimos tiempos, sobre todo por el bienestar de la pequeña Rocío, de solo siete años.

María llevaba tiempo alejada del foco mediático, centrada en su labor como consultora de una empresa de productos de belleza y en la crianza de su hija. La tragedia ha interrumpido de forma abrupta esa tranquilidad que había logrado construir en los últimos años. Ahora, su entorno más íntimo, liderado por su hermana Tamara, enfrenta la difícil tarea de recomponerse mientras dan el último adiós a una mujer cuya vida estuvo marcada por el amor, la lucha y, lamentablemente, una enfermedad que nunca le dio tregua.