Las mejores anécdotas del encuentro entre los Windsor y Macron: del juguetón guiño a Kate Middleton a la incómoda cara de Brigitte Macron

El presidente de la República Francesa ha sido el último gran invitado del monarca británico en el Castillo de Windsor

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Emmanuel Macron guiñando el ojo
Emmanuel Macron guiñando el ojo a Kate Middleton en el Castillo de Windsor (AFP).

La visita de Estado del presidente francés Emmanuel Macron al Reino Unido ha dejado una estela de gestos memorables, frases simbólicas y una buena dosis de humor y complicidad entre dos naciones que buscan revitalizar sus lazos en la era post-Brexit. Desde guiños coquetos hasta besos fuera del protocolo, el viaje al Castillo de Windsor ha estado repleto de anécdotas que trascienden cualquier etiqueta y que ha revelado una cara más humana y cercana de los líderes.

Uno de los momentos más comentados se ha dado este miércoles en la despedida oficial frente al imponente Castillo de Windsor. Emmanuel Macron, visiblemente animado, lanzaba un beso en el aire dirigido al rey Carlos III y a la reina Camila, un gesto espontáneo que desataba sonrisas entre los presentes. Su esposa, Brigitte Macron, también participaba de la calidez del adiós: dos besos con la consorte y una última charla amistosa que dejaba entrever la buena sintonía entre ambas.

El presidente francés sellaba su despedida con una frase que se ha convertido en emblema de esta visita: “¡Entente Amicale!”. La expresión, pronunciada la noche anterior por el propio Carlos III durante el banquete de Estado, fue retomada por Macron con énfasis, provocando que el monarca alzara las manos con entusiasmo. Esta reformulación de la clásica “Entente Cordiale” simboliza una nueva etapa en la relación entre ambas naciones: una alianza más afectiva y amistosa.

De hecho, el estrecho vínculo entre ambos líderes ha sido palpable durante todo el viaje. Al momento de despedirse, el apretón de manos entre el rey y Macron duró 28 segundos, mientras el presidente francés sostenía el brazo de Carlos con firmeza y lo acompañaba con palmadas afectuosas, como si se tratara de un viejo amigo más que de un jefe de Estado.

El rey Carlos III y
El rey Carlos III y la reina Camila se despidieron formalmente del presidente de Francia, Emmanuel Macron, y de su esposa, Brigitte Macron, en el Castillo de Windsor, Berkshire, durante el segundo día de la visita de Estado del presidente francés al Reino Unido. Fecha de la foto: miércoles 9 de julio de 2025. Aaron Chown/Pool vía REUTERS.

Un divertido paseo

El ambiente íntimo y distendido también se reflejó en los recorridos compartidos por los jardines del castillo. Carlos III mostraba con orgullo las iniciativas medioambientales que se desarrollan en Windsor, deteniéndose con su invitado ante los trabajos de restauración ecológica y biodiversidad. En un gesto lleno de simbolismo, el monarca obsequió a Macron un retoño de roble de casi tres metros, cultivado en los viveros del parque Savill. Este regalo es el símil del árbol que el presidente francés había plantado en 2023 en el jardín de la residencia británica en París.

Mientras los mandatarios caminaban entre rosales y robles, sus esposas disfrutaban de una experiencia ecuestre en otra parte del recinto. La reina Camila y Brigitte Macron observaron un carruaje histórico, un regalo del rey Luis Felipe a la reina Victoria en 1844, restaurado y ahora nuevamente en uso. La escena se completó con la presencia del Fabuleu de Maucour, un caballo que Macron regaló a la reina Isabel II durante el Jubileo de Platino y que fue calurosamente elogiado por Camila como “fabuloso” y “guapo”.

El rey Carlos III (derecha)
El rey Carlos III (derecha) y el presidente de Francia, Emmanuel Macron, visitan el Jardín Sur del Castillo de Windsor, en Berkshire, durante el segundo día de la visita de Estado del presidente francés al Reino Unido. Fecha de la foto: miércoles 9 de julio de 2025. Aaron Chown/Pool vía REUTERS.

Las imágenes del rey y el presidente tomándose su tiempo en el paseo dieron lugar a una escena divertida: Camila, con su habitual soltura, le dio una palmadita en el trasero a Carlos para apurarlo, generando risas entre quienes presenciaron el momento. La informalidad del gesto revelaba un entorno mucho más relajado del que suele rodear a este tipo de visitas oficiales.

Una cena de gala sin protocolo

La noche anterior, sin embargo, dio lugar a uno de los momentos estelares de la visita. El gran banquete de Estado celebrado en el salón de San Jorge del Castillo de Windsor reunió a unos 160 invitados, entre ellos personalidades como Elton John y Mick Jagger. Pero todas las miradas se dirigían hacia Kate Middleton, quien reaparecía en un gran acto de este nivel por primera vez desde noviembre de 2023. La princesa de Gales deslumbró con la tiara “Nudo del Enamorado”, la favorita de Lady Di, y un vestido rojo con detalles de capa diseñado por Sarah Burton, de Givenchy. La elección no fue casual: representaba una mezcla perfecta entre tradición, moda británica y guiño francés.

Quién es quién en la casa real británica: del rey Carlos, el más tardío de la historia, al polémico príncipe Andrés.

Emmanuel Macron no pasó desapercibido durante la cena. En uno de los gestos más comentados, guiñó un ojo a la mujer del príncipe Guillermo durante el brindis, provocando todo tipo de especulaciones en redes sociales, especialmente porque el presidente francés ha dado mucho que hablar tras el incómodo incidente con su esposa en Vietnam. En contraste con la efusividad de su marido, Brigitte se mostró algo más contenida durante el viaje, con sonrisas medidas y una actitud más sobria, lo que no ha impedido que se notara la química con la reina Camila.

El discurso de Carlos III fue otra muestra del humor británico. Entre carcajadas, el monarca resaltó el carácter simbólico de compartir vino espumoso inglés, elaborado en Francia, con sus vecinos galos: “Esta noche bebemos vino espumoso inglés elaborado por una casa de champán francesa. Esto habría sido difícil de creer para al menos algunos de nuestros predecesores”, bromeó el rey, recordando incluso otra anécdota de una cena de Estado frustrada en Francia por culpa de las aduanas: “La embajada británica intentó una vez introducir vino inglés en Francia para una cena de Estado, pero la aduana lo impidió diciendo: ‘Los franceses tienen vino, los ingleses tienen humor’.”

Emmanuel Macron y Carlos III
Emmanuel Macron y Carlos III en el Castillo de Windsor (BBC).