La economía española crecerá este año un 2,3%, un 1,6% en 2026 y se mantiene por encima de la media europea, según la última previsión de Funcas

El buen ritmo se apoya en la demanda interna y la inversión, aunque persisten importantes incertidumbres por el contexto de conflicto comercial internacional

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Monedas y billetes de euro
Monedas y billetes de euro (Montaje Infobae con imágenes de Canva)

Funcas ha confirmado en su último informe que la economía española crecerá este año un 2,3% y un 1,6% en 2026, según sus previsiones, situándose de nuevo por encima de la media europea. El buen ritmo se apoya principalmente en la demanda interna y la inversión, aunque el organismo advierte que persisten importantes incertidumbres, sobre todo por el contexto de conflicto comercial internacional.

Balance del primer trimestre

Los datos revisados por Funcas sobre la evolución económica en el primer trimestre de 2025 muestran que el PIB avanzó un 0,6% respecto al trimestre anterior. El consumo privado tuvo un mejor comportamiento del esperado, aunque ha perdido cierta fuerza frente a trimestres anteriores.

Por otra parte, el gasto público descendió, mientras que la inversión repuntó con especial intensidad en la construcción, que por primera vez desde la pandemia supera los niveles de 2019. La aportación de la demanda nacional al crecimiento aumentó, aunque la del sector exterior cayó, debido a la debilidad en las exportaciones de bienes y un retroceso puntual del turismo.

Además, el análisis de Funcas señala el papel clave del crecimiento de la población, sobre todo extranjera, en el impulso del consumo privado de los últimos años. Este avance demográfico se sigue notando, aunque con menor intensidad en 2025, y contribuye a explicar la moderación en el ritmo de gasto de los hogares.

Las exportaciones de bienes continúan débiles, afectadas por el estancamiento de la economía europea y los aranceles que exige la Administración Trump. Por su parte, los servicios no turísticos mantienen un buen comportamiento.

Contención del déficit y evolución de precios

En el plano fiscal, el déficit público en el primer trimestre bajó hasta los 4.719 millones de euros, gracias al aumento de ingresos y una ralentización del gasto. Aun así, España sigue lejos del equilibrio presupuestario y la deuda se mantiene próxima al 100% del PIB.

En lo que respecta a los precios, la inflación general se ha contenido tras las subidas del inicio del año, situándose en torno al 2,3%, aunque la inflación subyacente sigue algo más alta debido al encarecimiento de los servicios y los alimentos.

Mercado inmobiliario en tensión

El mercado de la vivienda ha comenzado a mostrar señales de agotamiento tras los fuertes crecimientos de años anteriores. En los primeros meses del año, las compraventas se mantienen en máximos de los últimos 18 años, pero el encarecimiento está frenando nuevas operaciones.

La construcción de nuevas viviendas crece, aunque no lo suficiente para cubrir el aumento neto de hogares, lo que incrementa el déficit de vivienda, que Funcas cifra ya en unas 600.000 unidades.

Isabel Rodríguez: "Para que España avance hacen falta viviendas dignas y asequibles".

Previsiones para los próximos años

Funcas mantiene sin grandes cambios su escenario para 2026. El crecimiento se apoyará sobre todo en la demanda interna y un repunte de la inversión, mientras que el sector exterior restará algo de actividad por los efectos negativos del proteccionismo estadounidense sobre las exportaciones.

En cuanto al empleo, se crearán unos 340.000 empleos netos anuales durante el bienio, aún lejos del promedio de años anteriores. La tasa de paro caerá del actual 11,36% hasta el 9,6% a finales de 2026. La renta de los hogares volverá a crecer por encima de la inflación, aunque a menor ritmo que en los últimos años.

Riesgos persistentes

El informe de Funcas alerta de que el principal riesgo para el futuro es una posible escalada del proteccionismo comercial, especialmente en caso de que Estados Unidos amplíe sus aranceles y la Unión Europea responda con medidas similares. Esto podría lastar notablemente las exportaciones y la inversión en bienes de equipo.

En el ámbito interno, la persistencia del déficit de vivienda se perfila como el principal desafío, ya que puede frenar la llegada de nuevos trabajadores y tensionar aún más el mercado laboral y el consumo. Además, el margen de maniobra fiscal sigue muy restringido: la elevada deuda y el déficit previsto, en torno al 3% del PIB, limitan la capacidad de reacción ante futuros imprevistos.

Finalmente, el informe de la Fundación de las Cajas de Ahorro llama a extremar la prudencia ante la posibilidad de nuevos shocks en el entorno internacional y doméstico.