Este es el sueldo de un piloto de combate del Ejército del Aire en España: así se reparte el salario base, misiones y extras

La nómina de un piloto de caza español varía según el rango, los años de servicio y la participación en misiones

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Aviones militares durante el acto
Aviones militares durante el acto de entrega de Reales Despachos a la nueva Promoción de la Escala de Suboficiales, en la Academia Básica del Aire y del Espacio (Fernando Otero - Europa Press)

En España, los pilotos de combate del Ejército del Aire y del Espacio forman parte de una élite muy reducida. Apenas un centenar de militares ocupan este puesto, reservado a quienes superan un exigente proceso de selección y una formación de cinco años en la Academia General del Aire. Se trata de una carrera profesional marcada por la disciplina, la responsabilidad y, sobre todo, el riesgo. Por ello, muchas personas se preguntan cuánto cobra realmente un piloto de caza en España. La respuesta, según los propios militares, está lejos de los mitos.

En una entrevista reciente concedida al presentador Uri Sabat, el capitán Enrique Gil Cañete ofreció una cifra clara: “La última nómina neta, antes de ser padre, fue de 2.790 euros”. Una cantidad que corresponde al sueldo mensual de un capitán del Ejército del Aire, sin incluir complementos por misiones ni pagas extraordinarias. “Yo cobro más porque soy capitán, pero cuando entras en el escuadrón eres teniente y llevas menos años. Eres piloto igual, pero cobras menos, a lo mejor unos 2.300 euros netos”, explicó.

Misiones: un complemento que marca la diferencia

Una parte importante del salario de estos profesionales no viene del sueldo base, sino de los complementos por misiones. Rodrigo Pérez Bilbao, también capitán y piloto de combate, explicó en el pódcast ‘Cita a ciegas’ que cada día de misión se paga aparte: “Son unos 100 euros netos por día”. Estos ingresos extra pueden elevar sustancialmente el sueldo mensual. Así, un piloto con varias misiones en el mes puede alcanzar fácilmente los 4.000 euros netos, según el número de días desplegado y el tipo de operación.

Helicóptero Super Puma de las
Helicóptero Super Puma de las Famet (Ejército de Tierra)

Además, los complementos varían según el tipo de destino, la peligrosidad de la misión o el país en el que se lleva a cabo. En casos de despliegues en el extranjero, como los realizados en países del Sahel, Lituania o Irak, los incentivos pueden ser mayores. No obstante, no todos los meses son iguales, y los sueldos fluctúan en función del calendario operativo de cada unidad.

Escala salarial según el rango

Según los datos del Ministerio de Defensa y portales especializados como cuantocobra24.es o Glassdoor, los sueldos brutos anuales en el Ejército del Aire varían según el rango:

  • Teniente: entre 30.200 y 32.000 euros brutos al año.
  • Capitán: alrededor de 33.700 euros brutos anuales.
  • Comandante: entre 36.000 y 38.000 euros brutos.
  • Teniente coronel: cerca de 39.000 euros.
  • Coronel: hasta 42.000 euros brutos al año.
  • General de brigada o superior: entre 45.000 y 59.000 euros, según grado.

Estas cifras incluyen 14 pagas (doce mensuales y dos extraordinarias) y no contemplan los complementos por vuelo, peligrosidad, residencia o misiones internacionales. En términos netos, un capitán como Enrique Gil puede ingresar unos 2.700 euros al mes, mientras que un teniente recién incorporado ronda los 2.200 o 2.300 euros. A medida que ascienden en el escalafón, el sueldo puede superar los 4.500 euros mensuales, especialmente si se suman años de servicio y trienios.

El A330 MRTT permite repostar en vuelo numerosos tipos de aeronaves (Airbus)

¿Más o menos que en otros países europeos?

España ha mejorado en los últimos años su posición en el ranking salarial de las Fuerzas Armadas europeas. Tras varias subidas salariales, los sueldos de los militares españoles se han acercado a la media continental, aunque aún quedan lejos de los que reciben sus homólogos en países como Alemania o Francia. En estos países, un piloto de caza puede superar los 5.000 euros netos mensuales desde rangos intermedios, mientras que en España esa cifra solo se alcanza en situaciones concretas o en rangos superiores.

La formación exigente, el número limitado de plazas y las responsabilidades que conlleva el pilotaje de un caza convierten esta profesión en una de las más exclusivas del Ejército español. El acceso es restringido, y la carrera está marcada por evaluaciones constantes y una operatividad exigente. Sin embargo, su remuneración no siempre responde a las expectativas del imaginario colectivo, más influenciado por la ficción que por la realidad de la nómina.