Una familia se mudó a una casa prefabricada pese a las críticas: “Pagamos menos por la luz”

“Todos nuestros amigos nos decían que estábamos locos, el tiempo nos ha dado la razón a nosotros”, explicaron

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Una familia se mudó a una casa prefabricada pese a las críticas. (Montaje Infobae España/Canva)

Hace más de tres años, una familia decidió hacer oídos sordos a las opiniones de su entorno y apostar por irse a vivir a una casa prefabricada de madera. Sus amigos y familiares les dijeron que era algo arriesgado, y empezaron a surgir dudas sobre la durabilidad, la seguridad y el confort de este tipo de viviendas. Sin embargo, con el tiempo, la experiencia ha sido muy distinta a lo que muchos esperaban, y hoy la familia asegura que disfruta de un hogar eficiente y cómodo.

Ellos necesitaban salir de su antiguo piso, donde el gasto energético era muy alto y las facturas de la luz se acumulaban mes a mes. Ante esta situación, la familia comenzó a buscar alternativas que ofrecieran mayor eficiencia y menores costes de mantenimiento, especialmente en consumo eléctrico.

En una entrevista difundida por el canal de YouTube de Conar Systems, recogida por la revista Arquitectura y Diseño, los integrantes de la familia relataron cómo vivieron el proceso de decisión y los primeros pasos hacia una casa diferente a las convencionales. “Todos nuestros amigos nos decían que estábamos locos, el tiempo nos ha dado la razón a nosotros”, explicaron.

“La sensación que nos llevamos cuando entramos en la casa de la estructura fue sorprendente”

El concepto de vivienda prefabricada todavía genera escepticismo a ciertas personas, en parte porque existe la creencia de que las casas de entramado ligero de madera cuentan con más inconvenientes frente a las tradicionales de ladrillo u hormigón. La familia reconoce que al principio compartían algunas de esas dudas. Antes de tomar la decisión de mudarse, visitaron diferentes viviendas: una de ellas en fase de construcción y otra completamente terminada. “La sensación que nos llevamos cuando entramos en la casa de la estructura fue sorprendente”, recuerdan.

Este sistema, conocido como entramado ligero, se basa en una estructura de madera que, además de permitir una rápida construcción, ofrece ventajas en cuanto a aislamiento acústico y térmico. Según la experiencia de esta familia, la temperatura en el interior de su casa se mantiene constante durante todo el año, lo que ha reducido su gasto energético. “Aquí estamos pagando menos por la luz”, afirman, una diferencia que notaron desde los primeros meses de ocupación.

“Todo puede pasar en la vida. Una de hormigón también se puede quemar”

Durante la entrevista, la familia también habló sobre la seguridad contra incendios. Explicaron que las viviendas de madera actuales están diseñadas para cumplir estrictos estándares de seguridad. “Estas casas están preparadas, están probadas a nivel térmico para que una casa de este tipo se incendie. Todo puede pasar en la vida. Una de hormigón también se puede quemar”, comentan, y añaden que la normativa exige controles de calidad y materiales resistentes, que no suponen un mayor riesgo respecto a las construcciones más tradicionales.

El coste y la eficiencia energética se convirtieron en los principales argumentos para dar el salto. En su antigua vivienda, el gasto de electricidad era mucho más alto. “Nosotros vivíamos en un piso que lo teníamos todo eléctrico, pero teníamos un gasto enorme”, relatan.

Ahora, ese efecto se ve reflejado no solo en los recibos, sino también en la calidad de vida. El confort térmico permite un ahorro considerable tanto en calefacción como en aire acondicionado, y la construcción ofrece un nivel de aislamiento acústico que ha sorprendido desde el primer día.