Nunca dejes estos objetos en el coche en verano porque pueden explotar

Las altas temperaturas convierten el interior del vehículo en una bomba de calor para ciertos objetos cotidianos

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Objetos dentro de un coche
Objetos dentro de un coche (Freepik)

Las altas temperaturas que se están registrando estos días en España convierten cualquier coche aparcado al sol en una auténtica trampa de calor. Basta con unos minutos para que el habitáculo alcance temperaturas extremas, muy por encima de lo soportable. Este calor no solo incomoda: puede tener consecuencias peligrosas si ciertos objetos quedan olvidados en su interior.

Aunque muchas personas no lo perciban como un riesgo real, dejar determinados artículos dentro del vehículo durante una jornada calurosa puede acarrear problemas serios. Algunos pueden deteriorarse, otros perder su utilidad, pero hay un grupo concreto de objetos que puede incluso explotar bajo estas condiciones.

Tecnología al límite: baterías y dispositivos electrónicos

Uno de los mayores focos de peligro lo constituyen los aparatos electrónicos que se transportan a diario. Teléfonos móviles, ordenadores portátiles, tablets o cámaras forman parte del equipamiento habitual de muchos conductores. Estos dispositivos funcionan con baterías de litio, muy sensibles al calor extremo.

Cuando la temperatura en el interior del coche supera los límites de seguridad —algo frecuente durante una ola de calor— estas baterías pueden sobrecalentarse, deformarse o incluso incendiarse. En casos extremos, llegan a explotar, causando daños tanto al vehículo como a otros objetos próximos.

Objetos en un coche que
Objetos en un coche que dificultan la visibilidad (Freepik)

A esto se suman otros dispositivos menores que, por su tamaño o uso ocasional, es más fácil que se queden dentro del coche sin vigilancia. Es el caso de cargadores portátiles, cigarrillos electrónicos y vapers. Aunque parezcan inofensivos, también contienen baterías que no están preparadas para soportar temperaturas que pueden rondar los 60 grados.

Los objetos presurizados

No solo los dispositivos electrónicos representan un riesgo. Muchos productos de uso cotidiano, aparentemente inocuos, pueden comportarse de forma peligrosa al someterse al calor extremo. Entre ellos destacan los aerosoles: ambientadores, desodorantes, sprays de pintura, insecticidas, e incluso algunos productos de limpieza. Todos ellos contienen gases presurizados que, con el aumento de temperatura, incrementan su presión interna hasta niveles peligrosos.

Cuando esta presión supera los límites del recipiente, el resultado puede ser una explosión. Aunque no siempre provocan incendios, sí pueden causar estallidos lo suficientemente fuertes como para dañar el interior del coche, romper compartimentos o lanzar fragmentos de plástico y metal con violencia.

Los mecheros también figuran en esta lista. Su contenido inflamable, unido al gas a presión, los convierte en elementos de alto riesgo si se quedan dentro de un coche cerrado durante horas bajo el sol.

La primera ola de calor del verano que ha empezado este sábado dejará a 35 provincias con avisos por altas temperaturas, 18 de ellos en nivel naranja, según la previsión de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Diferentes personas, en las playas de València, han tildado de "insoportable" esta época del año, que ha comenzado antes que antaño, a su juicio.

Incluso las botellas de bebida, si bien en apariencia inofensivas, pueden representar un problema. El agua embotellada, al calentarse, puede liberar gases si permanece mucho tiempo expuesta al calor. En recipientes de cristal, esto puede terminar en una rotura súbita. En el caso de bebidas carbonatadas, como refrescos o agua con gas, el peligro se multiplica: la presión interior aumenta con rapidez y puede provocar estallidos inesperados.

Por tanto, cuando las temperaturas se disparan, conviene revisar el interior del coche antes de abandonarlo. Muchos de estos objetos pasan desapercibidos, pero su presencia puede suponer un verdadero riesgo si no se toman precauciones.