Mujeres por Doñana, el grupo ecologista que lucha para “salvar” el parque pese a las amenazas: “Lo principal es que dejen de extraer agua”

Más de una veintena de voluntarias de diferentes perfiles conforman esta asociación que tiene como objetivo e proteger el ecosistema “más dañado de Europa”

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Varias integrantes de la asociación
Varias integrantes de la asociación Mujeres por Doñana. (Cedida)

A pesar de que las insólitas lluvias del pasado mes de marzo -y las que en general han caído desde el 1 de septiembre, cuando dio comienzo el otoño meteorológico- aliviaron la sequía en buena parte del país y ayudaron a revivir Doñana, los expertos ya advirtieron que la recuperación del acuífero del Parque Nacional necesitaría “una mayor cantidad de agua y más tiempo”, ya que la mayoría de los 16 sectores en los que se divide se encontraban en una situación de alarma. De hecho, la sobreexplotación del acuífero Almonte-Marisma es de tal magnitud que incluso la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) urgía este lunes a España a tomar medidas de manera “rápida y eficaz” para revertir su declive.

Según han informado desde la organización WWF, el organismo internacional ha observado “con suma preocupación que tres de las cinco masas de agua subterránea del acuífero de Doñana siguen en mal estado cuantitativo debido a la continua sobreexplotación”, por lo que ha instado al Estado a poner en marcha medidas relacionadas con la “evaluación de las tasas de recarga de las aguas subterráneas y el establecimiento de umbrales de extracción exigibles y sostenibles”, en base a un modelo hidrogeológico funcional y público que “ya debería estar a punto”. Y es que la Unesco ha reiterado que el uso del agua es el principal problema para conservar la integridad de este espacio natural Patrimonio de la Humanidad que se ve seriamente agravado por el cambio climático, por lo que también pide a la Junta de Andalucía un plan estratégico que incluya reducir ese uso del agua.

Quienes tienen claro que este es el ecosistema más importante de Europa, pero “también el más dañado” son las voluntarias que conforman Mujeres por Doñana, un grupo ecologista femenino que trabaja desde hace años con diferentes organizaciones para “luchar por su flora y fauna, combatir la contaminación y demostrar que este paraíso podrá salvarse”, según explican sus propias integrantes, entre quienes se encuentran trabajadoras, estudiantes y jubiladas. Evitar la tala de árboles o que se acumule el pasto seco para evitar la propagación del fuego en caso de incendios son algunas de las labores que llevan a cabo, aunque destacan que una de las medidas clave para la recuperación de Doñana es detener la extracción de agua del acuífero.

Mujeres por Doñana muestran cómo
Mujeres por Doñana muestran cómo los árboles han sido talados. (Cedida)

“Lo principal es que dejen de extraer agua de Doñana, porque si la siguen extrayendo tanto para los frutos rojos como para la zona de Matalascañas y del Rocío, que cada vez la están ampliando más, al final acabarán con el parque”, dice a Infobae España la activista Cristina Mariño, presidenta de Mujeres por Doñana, que también critica la apertura de pozos, tanto legales como clandestinos, y el crecimiento de la agricultura extensiva en este espacio, considerado el humedal más grande de Europa y en el que las aves acuáticas migratorias pasan la mitad del año.

La organización, ubicada en la localidad de Hinojos (Huelva), también denuncia las “talas irregulares” que se han producido en el Arroyo del Algarve, pese a que se trata de un sitio declarado Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), lo que ha llevado a la “destrucción de una zona que era un paso de lince protegido por la Unión Europea”. De hecho, debido a estas denuncias, las integrantes de la asociación han recibido “amenazas de muerte” por parte de una empresa maderera, un asunto que ya está en manos de la justicia.

“Me dijeron que me iban a pasar la máquina por encima si seguía haciendo alguna grabación, así que decidimos poner una denuncia y ahora estamos esperando a ver en qué queda todo”, aclara Mariño.

Casi dos años y tres elecciones después, la Junta de Andalucía y el Gobierno central han enterrado el 'hacha de guerra' sobre Doñana.

En realidad, los problemas en la zona se remontan a años atrás, según han indicado fuentes de Ecologistas en Acción a la agencia Efe, pese a que es un lugar “de dominio público hidráulico y cualquier actuación dentro del cauce de las aguas tiene que tener previamente una autorización por el organismo competente”, en este caso la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG). Sin embargo, la organización detectó hace ya tres años la primera tala en la zona, donde “cortaron todos los sauces, chopos y algunos fresnos”, lo que motivó una denuncia formal ante la CHG, la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y el Consejo de Participación de Doñana.

Fuentes municipales de Hinojos afirmaron que la tala fue “poco significativa” y autorizada verbalmente porque “los árboles se iban a caer a causa de enfermedades que presentaban”, añade Efe.

Vistas de la finca "Veta
Vistas de la finca "Veta La Palma", en el Parque de Doñana. (Rocío Ruz / Europa Press)

Asnos para limpiar el paso seco

Estas voluntarias también trabajan junto a la organización El burrito feliz, en la que más de decena de asnos limpian el pasto seco para reducir el riesgo de incendios durante el verano, además de limpiar la basura que dejan los visitantes en las playas ubicadas alrededor del Parque Nacional.

Este grupo ecologista también se dedica al rescate de animales como erizos tras los incendios, ya que cuando las llamas arrasan la vegetación, quedan sin alimento y dependen de la ayuda para sobrevivir.

Medidas para evitar que el acuífero se seque

Cabe recordar que un estudio de WWF, partiendo de datos oficiales, muestra cómo la gestión insostenible del agua subterránea está secando este espacio, pues actualmente se extrae más cantidad de la que se recarga en el acuífero -su índice de explotación es del 109%-.

La organización recuerda que para poder solucionar estos problemas, el país debe poner en marcha el Programa de Actuación que se prevé en el artículo 56 de la Ley de Aguas, que debe incluir un Plan de Extracciones que permita “la recarga efectiva y real del acuífero, proyecto que debería haberse puesto en marcha en 2021″, un año después de que se declarase que estaba “en riesgo de no alcanzar el buen estado cuantitativo”.

WWF estima que el Plan de Extracciones debería reducir los volúmenes actuales entorno a un 20% como primer paso para lograr una explotación sostenible del acuífero.

También ayudaría, concluye la organización, llevar a cabo otras medidas como la eliminación de “todas las hectáreas de regadío ilegal” por parte de la Junta de Andalucía y el cierre de todos los pozos y balsas ilegales, así como la ejecución de las medidas de renaturalización previstas por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) en el Plan Marco de Doñana o la aplicación de las actuaciones previstas en el Plan de la Fresa del Ejecutivo autonómico, “muchas de las cuales acumulan un grave retraso”.