La mitad de emprendedores abandona su negocio antes del segundo año por falta de financiación y exceso de burocracia

Solo una minoría de startups logra acceder a fondos en sus primeras etapas, lo que unido al elevado número de microempresas en España limita su capacidad de innovación y crecimiento

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Uno de los principales problemas
Uno de los principales problemas de los emprendedores es la falta de acceso a financiación efectiva. REMITIDA / HANDOUT por PRESSFOTO/FREEPIK/RUTA67

El ecosistema emprendedor en España continúa creciendo en 2025, pero los obstáculos estructurales frenan el desarrollo de miles de iniciativas. En este escenario, más de la mitad de los emprendedores abandona su proyecto en los dos primeros años de vida, según revela el último informe elaborado por la consultora Enlace.

Los problemas que aducen los fundadores de startups para echar el cierre son la escasez de oportunidades de financiación efectiva, una 'hiperregulación’ impulsada desde la Administración que deriva en una compleja maraña burocrática y, a consecuencia de ello, una ralentización en la adopción de innovaciones tecnológicas.

A pesar de que España ha conseguido superar en este ejercicio la barrera psicológica de 5.000 startups activas —lo que representa un crecimiento aproximado del 40% respecto a anteriores mediciones—, el informe incide en que menos del 20% de estos proyectos logra atraer financiación en las fases iniciales. Este dato refleja una brecha entre el volumen de ideas innovadoras generadas y la existencia de instrumentos efectivos de inversión dispuesta a respaldar su desarrollo.

Un tejido empresarial de microempresas

El estudio pone de relieve que, aunque aumenta el número de empresas jóvenes motivadas por la digitalización, el tamaño reducido y la escasa capacidad de inversión supone una traba para escalar modelos de negocio tecnológicamente avanzados.

Esto se agrava porque España se sitúa entre los países europeos con mayor proporción de microempresas: más del 90% de las compañías españolas cuenta con menos de diez trabajadores. Esta fragmentación limita la capacidad del conjunto de empresas para impulsar soluciones innovadoras de forma masiva y dificulta la colaboración entre proyectos emergentes y compañías consolidadas.

El exceso de regulación representa otro de los grandes desafíos señalados en el estudio, ya que sectores estratégicos, como las tecnologías de la información, la energía y la salud digital, afrontan normativas complejas y procedimientos administrativos que ralentizan cualquier proceso de innovación.

Las empresas que solicitan ayudas públicas son las menos productivas y las que más tiempo invierten en buscar subsidios.

Falta de estructuras y de presupuesto

El verdadero cuello de botella no es la falta de ideas, sino la falta de estructura para ejecutarlas en un entorno real”, afirman Marc Ollé y Francesc Salas, socios fundadores de Enlace. Ambos subrayan la desconexión existente entre los discursos públicos que alientan el emprendimiento y la realidad que se vive a pie de empresa en España: “La hiperregulación y la lentitud institucional son dos grandes enemigos del progreso”.

La incapacidad de las startups para acceder a financiación efectiva desde las primeras etapas compromete tanto la supervivencia como el desarrollo posterior, según recoge el informe. A esto se suma que la burocracia no solo ralentiza permisos y licencias, sino que puede retrasar incluso gestiones cotidianas necesarias para operar con normalidad, desde registros de patentes hasta contrataciones o certificaciones técnicas.

El análisis alerta también del impacto que este entorno tiene sobre la innovación tecnológica. Muchas startups nacen con ideas disruptivas, pero fracasan al intentar escalar su proyecto por la falta de presupuesto y la dificultad para integrar nuevos avances. En muchas ocasiones, la inversión se dirige a sectores tradicionales o a fases avanzadas, dejando sin recursos a ideas que podrían transformar el mercado.

Una emprendedora coloca productos en
Una emprendedora coloca productos en su zapatería. Isabel Infantes / Europa Press.

Escasa conexión entre emprendedor e inversor

Otro de los problemas que afrontan los emprendedores en España es la falta de mecanismos estables para conectar emprendimiento e inversores. A diferencia de otros países de Europa occidental, donde proliferan aceleradoras, fondos especializados y tejido asociativo para apoyar las fases iniciales de los negocios, en España la oferta se percibe insuficiente. Los inversores privados tienden a asumir menor riesgo en las fases tempranas y la colaboración público-privada avanza a ritmo lento pese a las políticas anunciadas por las administraciones.

En ese contexto, los autores del informe subrayan la importancia de escuchar activamente las demandas de cada sector desde las etapas más tempranas del proyecto. “Es esencial que los proyectos nacientes cuenten con acompañamiento profesional y que los emprendedores comprendan las necesidades y regulaciones de su ámbito para evitar errores costosos o decisiones complejas con pocas opciones de rectificación posterior”, añaden Ollé y Salas.

El ecosistema emprendedor español afronta, según los autores del estudio, un reto todavía pendiente: convertir el dinamismo y la creatividad de sus emprendedores en empresas sólidas y competitivas capaces de perdurar en el tiempo. Para ello, la reducción de trabas burocráticas, la mejora del acceso a la financiación inicial y la simplificación de la normativa figuran entre los principales desafíos para que las ideas atrevidas y los nuevos modelos de negocio no se queden en el camino.