La ciudad que está sufriendo una invasión de cucarachas: “Están por todas partes”

Ver muchas cucarachas en verano es lo normal, pero en Nimes, una ciudad de Francia, este año la población de estos insectos ha crecido tanto que los servicios de control de plagas están “desbordados”

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La ciudad que está sufriendo
La ciudad que está sufriendo una invasión de cucarachas (Heute.at)

En Nimes (Francia), la población de cucarachas ha alcanzado nuevos máximos este verano, especialmente en el centro de la ciudad. Vecinos y comerciantes expresan su preocupación ante la proliferación de estos insectos, con una presencia constante en distintos barrios. “¡Están por todas partes!”, resume Marie, residente de Nimes, quien habla prácticamente de una invasión.

Demasiadas cucarachas, incluso para el verano

Durante las noches, las cucarachas emergen de las alcantarillas, su hábitat habitual, donde se reproducen. Encontrarlas en verano no es raro, de hecho lo raro sería no hacerlo, pero la particularidad de este año, de acuerdo con France Bleu, está en la magnitud de la invasión. La fuerte ola de calor que afecta al departamento ha favorecido una presencia mucho más visible de estos insectos, según explican especialistas consultados.

Sébastien Dolivet, responsable local de la empresa de control de plagas Eden Vert 3D, confirma que la demanda de servicios se ha disparado por encima de lo habitual. “Estamos desbordados en comparación con otros años”, sostiene Dolivet. El técnico señala que la canícula de los últimos días ha provocado un aumento del 20% en las solicitudes de intervención. “Intentamos ser rápidos, pero hay que esperar entre tres y cuatro días para una intervención. Esto no es nada común en nuestra actividad”, recalca.

Las cucarachas son capaces de
Las cucarachas son capaces de vivir sin cabeza durante un tiempo. (Getty Images)

Cucarachas hasta en el café, literalmente

María relata la escena que presenció en su propio barrio: “Varios cientos de cucarachas de dos o tres centímetros de largo suben de las alcantarillas por la tarde”, explica. Al dar un paseo la semana pasada, tanto su perro como el de su hermana reaccionaron con nerviosismo cuando notaron a las cucarachas desplazándose en todas direcciones. Esta comerciante teme que los insectos terminen entrando en su local. “Esto nos genera mucho estrés”, reconoce. Ha tenido que recurrir a una empresa especializada, lo que supone un gasto adicional para ella, quien ya ha invertido “más de 1.000 euros en el tratamiento contra ratas”.

Por ahora, el establecimiento comercial de Marie ha evitado la invasión, pero en su vivienda del barrio Gambetta la situación es distinta. “No se puede caminar descalzo por la casa porque corres el riesgo de pisarlas. Se meten en la ropa, en la comida. No es muy higiénico”. Su vecina, al desmontar una cafetera que había dejado de funcionar, se llevó la sorpresa de encontrar “un nido de cucarachas”. Según le explicó, “ponen huevos, se reproducen, se reproducen muy, muy rápido”.

Desde el ayuntamiento, la respuesta es prudente. Contactada por ICI Gard Lozère, Corinne Ponce-Casanova, teniente de alcalde de Nimes con responsabilidades en salud e higiene, detalla los límites del municipio. “No podemos tratar de forma general todas las alcantarillas del centro. Tratamos caso por caso cuando nos avisan, por supuesto”.

Ponce-Casanova subraya que el consistorio se ha comprometido a no utilizar productos altamente tóxicos. “No podemos aplicar insecticidas muy potentes, etc. Si lo hiciéramos sería peligroso para las personas. Si se utilizan insecticidas, se produce contaminación”. Según argumenta, “lo más importante sigue siendo preservar nuestro entorno y la calidad del agua”.

Así, la ciudad busca equilibrar la protección de la salud pública frente a la invasión de cucarachas con el cuidado del medio ambiente y la seguridad de sus habitantes. Mientras tanto, quienes viven y trabajan en Nimes continúan adaptándose a una presencia que, en palabras de los vecinos, resulta cada vez más difícil de ignorar.