Kyrgios y Sabalenka anuncian una posible ‘batalla de los sexos’: “Estamos pensando en hacerlo a finales de año”

El tenista australiano y la número uno del mundo buscan repetir el mítico duelo entre Billie Jean King y Bobby Riggs en 1973

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Los tenistas Nick Kyrgios y
Los tenistas Nick Kyrgios y Aryna Sabalenka. Composición fotográfica Infobae (AP Foto/Lynne Sladky | Reuters/Denis Balibouse)

Nick Kyrgios y Aryna Sabalenka han puesto en marcha una idea que, de concretarse, podría convertirse en uno de los grandes espectáculos del tenis moderno: una nueva “batalla de los sexos”. El propio Kyrgios, conocido tanto por su talento como por su carácter provocador, ha confirmado que está en conversaciones con la tenista bielorrusa para organizar el duelo antes de que termine el año.

Ambos deportistas se encuentran en momentos diferentes de sus trayectorias. Sabalenka, actual número uno del mundo y tres veces campeona de Grand Slam (Australia Open 2023 y 2024 y US Open 2024), es una de las grandes figuras del circuito femenino. Kyrgios, por su parte, lleva tiempo alejado de las pistas debido a las lesiones, pero sigue siendo uno de los tenistas más populares y mediáticos del mundo, gracias a su estilo agresivo, su potente servicio y su personalidad excéntrica.

Aryna Sabalenka, campeona del Australia
Aryna Sabalenka, campeona del Australia Open 2024 (Reuters/Edgar Su)

Una exhibición con reglas adaptadas

La idea de este encuentro nace como un partido de exhibición, aunque con tintes competitivos. Según explicó el propio Kyrgios en el podcast de Talk Sport, la propuesta contempla un formato que equipare las condiciones de juego entre ambos: “Estamos pensando en hacerlo a finales de año. Probablemente en superficie dura, con reglas mixtas. Sería muy divertido para el tenis”. El partido se jugaría al mejor de tres sets, en una pista ligeramente más pequeña (en el lado de Sabalenka) y Kyrgios solo tendría una oportunidad de saque, con motivo de mitigar las diferencias físicas entre ambos.

Nick Kyrgios en la final
Nick Kyrgios en la final de Wimbledon 2022 (AP Foto/Alastair Grant)

La idea surge de la buena relación que ambos tenistas mantienen, tal como explicó el australiano: “Cuando está en pista es increíblemente intensa, es una fiera. Cuando tiene un partido importante, casi da miedo”, comentó. “Pero fuera de la pista es muy amable. Vino a mi pódcast y llegamos a conocernos de verdad a nivel humano. Es muy graciosa y simpática”, añadió Kyrgios, quien también confesó tenerle un enorme respeto como jugadora. Aun así, no descarta sus propias opciones: “Estoy realmente nervioso, honestamente. Ella está en su mejor momento, sin duda. Pero creo que todavía tengo suficiente talento en el cuerpo como para poder ganarle”.

Sabalenka, por su parte, ahora mismo está centrada en Wimbledon y aún no ha hecho declaraciones públicas sobre el posible evento, pero conociendo la buena relación entre ambos seguro que pronto brindará más detalles sobre el enfrentamiento.

Un duelo con antecedentes históricos

La propuesta de Kyrgios y Sabalenka no es nueva. De hecho, remite directamente al icónico partido disputado en 1973 entre Billie Jean King y Bobby Riggs, conocido como la “Batalla de los Sexos”. Aquel encuentro, celebrado en Houston (EE.UU.), fue televisado en directo y presenciado por más de 30.000 espectadores, convirtiéndose en el partido de tenis con más asistentes en directo en la historia de Estados Unidos hasta la fecha.

Riggs, exnúmero uno del mundo y retirado desde hacía años, a sus 55 años de edad se enfrentó a King tras declarar públicamente que el tenis femenino era inferior al masculino. Billie Jean King, una de las grandes pioneras del deporte femenino y activista por la igualdad de género, aceptó el reto y lo derrotó en sets corridos (6-4, 6-3, 6-3), en lo que se interpretó como una reivindicación histórica del deporte femenino.

La repercusión social y cultural de aquel partido trascendió lo deportivo. Medio siglo después, un nuevo enfrentamiento entre una estrella del circuito ATP y una del WTA podría revivir ese espíritu, aunque en un contexto muy diferente y con un tono más lúdico que reivindicativo.

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