El Palacio de Buckingham explica el actual problema de salud de Carlos III: preocupación durante la última visita de los Macron

Además de enfrentarse a su cáncer desde el año pasado, ahora ha desarrollado un nuevo problema que podría perjudicarle durante sus próximos eventos

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Emmanuel Macron y Carlos III.
Emmanuel Macron y Carlos III.

Durante la primera jornada de la visita de Estado de tres días que Emmanuel Macron y su esposa Brigitte realizan al Reino Unido, la figura de Carlos III ha acaparado parte de la atención mediática. El monarca británico apareció en el acto de bienvenida con el ojo derecho visiblemente enrojecido, lo que generó inquietud sobre su estado de salud. La imagen del soberano, recibiendo al presidente francés y a la primera dama con lo que parecía ser un derrame ocular, no pasó desapercibida, especialmente por el contexto de salud en el que se encuentra desde que se anunciara su diagnóstico de cáncer a principios de este año.

El Palacio de Buckingham reaccionó rápidamente a las especulaciones y ofreció una explicación sobre lo sucedido. Según comunicaron, el rey sufrió la rotura de un pequeño vaso sanguíneo durante la noche anterior, lo que provocó una hemorragia subconjuntival. Esta condición, aunque aparente a la vista, suele ser inofensiva. Además, aclararon que no guarda ninguna relación con otros problemas médicos ni con el tratamiento oncológico que sigue el monarca desde febrero de 2024.

Carlos III con un derrame
Carlos III con un derrame ocular.

En términos médicos, la hemorragia subconjuntival no requiere tratamiento específico y suele desaparecer por sí sola en un plazo de una o dos semanas. Aunque puede provocar molestias leves —como picazón, sensación de tener algo dentro del ojo o cierta sequedad—, no afecta la visión. Esta última afirmación quedó reflejada en el transcurso del acto oficial, en el que Carlos III se mostró activo, presente y completamente involucrado en su papel como anfitrión.

Una mentalidad positiva por parte del rey

A pesar del aspecto alarmante del derrame ocular, el rey quiso mantenerse al frente del protocolo establecido para esta significativa visita diplomática. Acompañado por la reina Camilla, recibió a la pareja presidencial francesa en el estrado real instalado en Datchet Road, mientras se disparaban salvas reales desde el cercano Home Park. Posteriormente, participaron en una solemne procesión en carruaje hacia el Castillo de Windsor, donde se llevarían a cabo más actividades oficiales. También estuvieron presentes el príncipe Guillermo y Kate Middleton, quienes horas antes habían dado la bienvenida a los Macron en la base aérea de Northolt, al oeste de Londres.

Emmanuel Macron y Carlos III.
Emmanuel Macron y Carlos III.

El enrojecimiento ocular, aunque inoportuno en una fecha tan relevante, no implica complicaciones mayores. Según fuentes cercanas al entorno real, Carlos III continúa centrado en su recuperación sin que ello afecte significativamente sus funciones públicas. Un asistente real, citado por medios británicos el pasado mes de mayo, explicaba que “lo que uno aprende sobre esta enfermedad es que simplemente la controla, y es lo que él hace”. En esa misma línea, añadía: “La ciencia ha logrado avances increíbles en los últimos tiempos, y sinceramente no veo ninguna diferencia en él a de cómo ha sido siempre”.

Este colaborador de confianza del rey también destacaba que el enfoque del soberano ante la enfermedad ha sido claro: “Se trata de cumplir con lo que te dicen los médicos y vivir tu vida con la mayor normalidad posible, que es exactamente lo que él está haciendo”.