Qué es un contrato de alquiler en precario: así funciona la cesión gratuita de una vivienda entre familiares o amigos

Se trata de una fórmula habitual cuando hay confianza entre las partes que puede generar conflictos si no se deja constancia por escrito

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Una persona le entrega a
Una persona le entrega a otra las llaves de una vivienda (Canva)

En España es muy frecuente dejar un piso vacío a familiares o amigos para que vivan en él sin pagar alquiler. Muchas veces, los padres les facilitan la independencia de sus hijos cediendo una casa que tienen en propiedad -ellos o la familia-, y también se dan casos de amigos que permiten instalarse en un inmueble que no usan, de forma gratuita, a quienes están pasando por un mal momento económico.

Esta fórmula, lejos de ser un simple favor, puede derivar en confusiones o riesgos legales si no se gestiona adecuadamente. Por eso, entender en qué consiste un contrato de alquiler en precario es indispensable tanto para propietarios como para ocupantes, según explica el portal Fotocasa Life.

El alquiler en precario: definición y casos frecuentes

Este tipo de cesión se produce cuando el propietario permite que otra persona resida en una vivienda sin exigir un alquiler ni establecer necesariamente un plazo de salida. Tal como describe el portal inmobiliario, estas situaciones se dan habitualmente entre personas de confianza, como padres e hijos, propietarios que ceden su piso vacío a un amigo mientras busca empleo, o herederos que permiten a un pariente permanecer en la casa que perteneció a alguien de la familia.

Formalmente, vivir “en precario” significa hacerlo con el consentimiento del dueño, sin compensación económica ni contrato formal. Cuando se decide dejar constancia de esta situación por escrito, aunque siga sin pagarse renta, se habla de un contrato de alquiler en precario.

¿Es necesario plasmar la cesión en un contrato?

Fotocasa Life aclara que no existe obligación legal de firmar por escrito este tipo de acuerdos, pero sí lo recomienda encarecidamente. Las circunstancias personales pueden cambiar, y lo que empezó como una ayuda puntual puede derivar en malentendidos. Documentar las condiciones protege el derecho del propietario a reclamar su vivienda y deja claro desde el principio la naturaleza gratuita de la ocupación.

Un modelo de contrato de alquiler en precario recoge puntos cruciales, como la identificación de las partes, la autorización gratuita de residencia, el derecho del dueño a recuperar el inmueble si así lo decide y el reparto de gastos o reparaciones durante la ocupación. Además, gracias a este documento, en caso de conflicto existe una base legal clara sobre la que actuar.

El precio del alquiler sube un 9,9% interanual en mayo y marca récord histórico.

Fianza, depósito y obligaciones económicas

Una diferencia fundamental respecto al alquiler convencional es que en el contrato de alquiler en precario no se exige el pago de ninguna fianza. Debido a que no está regulado por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), que impone el abono de una fianza en los arrendamientos habituales, tampoco resulta necesario entregar depósito alguno ni existe una relación arrendaticia. Si las partes desean establecer algún tipo de garantía económica, esta decisión queda a su total criterio y no responde a ninguna obligación legal.

Como concluye Fotocasa Life, la cesión gratuita de vivienda no comporta las cargas ni las exigencias asociadas a los contratos ordinarios de alquiler, ya que no hay renta ni regulación específica para este supuesto.

Duración, preaviso y derechos del ocupante

Una de las principales dudas entre quienes recurren a esta modalidad es la relativa al plazo y la posibilidad de recuperar el inmueble. El portal inmobiliario aclara que, a diferencia del arrendamiento tradicional, el propietario puede solicitar la devolución de la vivienda en cualquier momento, sin requisitos de preaviso ni duración.

No obstante, por mera cortesía o por acuerdo entre partes, suele establecerse un plazo de preaviso, habitualmente entre quince y treinta días, para que el ocupante disponga de margen para buscar una alternativa.

En cuanto a los derechos del ocupante, estos son sensiblemente más limitados que los de un inquilino acogido a la ley. No existe derecho a permanencia por plazos mínimos, ni renovaciones automáticas ni posibilidad de exigir la prórroga de la cesión.