Olvida a su esposa en una gasolinera a las 4 de la mañana y se da cuenta 300 kilómetros después: llama a la policía para denunciar su “desaparición”

El hombre tuvo que volver a buscarla, y luego siguieron su viaje hacia Marruecos

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Un vehículo circula junto a
Un vehículo circula junto a una gasolinera. (Borja Suárez/Reuters)

A las 8:30 de la mañana del pasado sábado, la policía de Labouheyre, al sudeste de Francia, en Las Landas, recibió una llamada telefónica para denunciar la desaparición de una mujer. Al otro lado del teléfono se encontraba un hombre de 62 años, muy nervioso, y los agentes se tomaron el caso en serio: contactaron con la brigada motorizada y muy pronto detectaron su teléfono a 300 kilómetros de distancia. Allí localizaron a la mujer en una estación de servicio: la misma gasolinera en la que su marido se había detenido casi cinco horas antes… y de la que se había marchado dejándola allí.

Y es que el hombre y su hija de 22 años —que también viajaba con ellos en unas vacaciones desde París hasta Marruecos— se habían olvidado de la madre tras parar a poner gasolina y hacer un pequeño descanso, según han recogido este domingo varios medios regionales franceses. Al retomar la ruta, no se dieron cuenta de que la mujer —que no debe de ser muy habladora— ya no estaba en el coche. Y tardaron más de cuatro horas y 300 kilómetros en darse cuenta.

En ese momento llamaron a la policía, diciendo que creían que se habían dejado a su familiar en una gasolinera, pero que no estaban seguros de en cuál, ya que habían hecho varias paradas a lo largo de la noche. Finalmente, el incidente no pasó de un susto: la esposa obligó al marido a regresar a recogerla en el punto donde la había olvidado antes de continuar el viaje hacia Marruecos. La conversación que mantuvieron en ese momento no ha trascendido.

Operación salida de julio

Tal vez el hombre y su hija tenían mucha prisa por llegar a Marruecos, o tal vez son olvidadizos por naturaleza. El caso es que la policía resolvió el tema rápidamente en uno de los días más intensos del año en las carreteras de gran parte de Europa, pues acaba de dar comienzo la operación salida del verano con la llegada del primer fin de semana de julio.

Una DGT a medio gas porque el 55% de las plazas de sus funcionarios de oficina están vacantes: los trámites de Ibiza los tienen que hacer en Burgos.

En España, las españolas alcanzan sus máximos anuales de tráfico en estas jornadas, especialmente en los trayectos que conectan las ciudades con las zonas costeras de la península. La previsión de la Dirección General de Tráfico (DGT) para todo el mes de julio asciende a 47,9 millones de desplazamientos por vías interurbanas, mientras que para el conjunto del verano se anticipan 100 millones de viajes, lo que supondrá un récord histórico para un período estival.

Para afrontar este desafío, Tráfico ha desplegado todos sus recursos humanos y técnicos: radares fijos y móviles para el control de velocidad, helicópteros, drones, cámaras y furgonetas camufladas para vigilar el uso del móvil y del cinturón de seguridad. Además, se habilitarán carriles reversibles y adicionales con conos en los momentos de mayor afluencia, se suspenderán las obras en carretera, se limitarán pruebas deportivas y eventos, y se restringirá la circulación de camiones en general. El principal objetivo es limitar las cifras de accidentes, heridos y fallecidos... para que todas las noticias sean tan banales como esta.