Más de 5.500 muertes hospitalarias por complicaciones prevenibles: sepsis, infecciones y úlceras cuestan 425 millones anuales

Las complicaciones hospitalarias prevenibles causan más de 11.300 ingresos en UCI, según un estudio

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Monitorización de un paciente en
Monitorización de un paciente en la UCI. (Pexels)

Uno de cada diez pacientes experimenta daños relacionados con la atención médica, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), de las cuales la mitad son prevenibles. Estas complicaciones y fallos de seguridad en la atención al paciente generan en torno al 15% del gasto hospitalario en los países de la OCDE. En España, suponen 11.373 ingresos en la UCI, 5.592 muertes y un coste adicional de 425 millones de euros cada año.

Así lo concluye el informe Tecnología Sanitaria para mejorar la seguridad y experiencia del paciente en el ámbito hospitalario, realizado por la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin) en colaboración con IQVIA. Los datos recabados por las organizaciones registran un aumento de más de 1,1 millones de días en estancias hospitalarias y de 237.566 en la UCI, que generan un coste adicional de 425.459.579 euros a la sanidad pública.

Las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria (IRAS) son los daños evitables más prevalentes entre los pacientes. Con cerca de 53.000 episodios anuales, las infecciones en la cirugía, relacionadas con el catéter central o neumonías asociadas a la ventilación generan 1.981 muertes adicionales intrahospitalarias y un coste hospitalario adicional de 259.004.251 euros, según el estudio. Eventos adversos durante las cirugías (15.000 episodios anuales), como daños a órganos, complicaciones hemorrágicas o evisceraciones agudas son responsables del 9-15% del impacto clínico y económico agregado. Estos fallos a causa de temblores de manos, fatiga o la capacidad visual limitada de ciertas zonas del cuerpo causaron en España 615 muertes adicionales, 1.684 ingresos en UCI y 41.649.693 euros de coste adicional.

La sepsis (7.100 casos) es el tercer tipo de daño más prevalente entre los analizados por el informe, causante de 2.98 muertes intrahospitalarias adicionales. Le siguen las úlceras por presión (7.200, en sus diferentes categorías) y tromboembolismos (1.400 casos), causantes de 533 muertes adicionales en España.

“Los daños evitables causan 425 millones de euros de costes adicionales anuales y alrededor de 1,2 millones de días de estancia y más de 5.500 muertes adicionales. La mayoría de estos daños son potencialmente prevenibles, lo que enfatiza la necesidad de implementar estrategias preventivas robustas y basadas en evidencia”, concluyen los autores del informe.

Las tecnologías sanitarias frenan las complicaciones hospitalarias

Pablo Crespo, secretario general de
Pablo Crespo, secretario general de Fenin; Jorge Huertas, presidente de Fenin; Fátima Matute, consejera de Sanidad de Madrid; Carlos Mingo, director gerente del Hospital Universitario Ramón y Cajal; y Ana Cabrero, directora general de Infraestructuras Sanitarias de la Consejería de Sanidad de Madrid, en la presentación del informe. (Fenin)

Son las tecnologías innovadoras, según los expertos, las que podrían poner freno a estas complicaciones sanitarias. Según Carlos Mingo, director gerente del Hospital Universitario Ramón y Cajal, “cuando se incorpora innovación tecnológica de forma responsable y con una regulación inteligente, el resultado es una mejor atención a nuestros pacientes, más segura, y un entorno de trabajo más eficiente para nuestros profesionales”.

Para prevenir o mitigar las IRAS, el informe recomienda tecnologías y productos sanitarios innovadores como dispositivos y sistemas de prevención y diagnóstico precoz de estas infecciones, apósitos novedosos, tecnologías avanzadas de Terapias de Presión Negativa (TPN) y agentes antisépticos y desinfectantes. Mientras, para prevenir o realizar un diagnóstico precoz de la sepsis, se destaca la tecnología de resonancia magnética miniaturizada, PCR y dispositivos de extracción de sangre avanzados, entre otros.

Para evitar los eventos adversos en los bloques quirúrgicos, los profesionales pueden apoyar su práctica segura con avanzados robots quirúrgicos, sistemas de navegación asistida por ordenador, plataformas de planificación 3D o sistemas de grapado inteligente.

Por su parte, el empleo de sistemas de compresión neumática vascular o las medias elásticas anti-embolismo, sistemas de detección de dímeros D facilitan la prevención o detección precoz de tromboembolismos.

“La inversión en estas tecnologías reduce las consecuencias adversas, mejora la calidad de vida de los pacientes y optimiza los recursos del sistema sanitario, con ahorros a largo plazo por la disminución de intervenciones clínicas adicionales, estancias hospitalarias y tasas de readmisión”, destaca el documento.