El pueblo que tiene miles de turistas y solo cuatro tiendas: “Nuestras reservas son demasiado escasas”

Su población en verano es diez veces mayor que durante el resto del año

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Imagen de Chevroux. (Chabe01)
Imagen de Chevroux. (Chabe01)

El turismo es una de las actividades que mayor riqueza económica puede aportar a un territorio. Hay algunos pueblos que viven de él de manera exclusiva, por lo que se dedican a prepararse el resto del año para poder abastecer la demanda del verano.

Este es el caso de Chevroux, un pueblo ubicado en Suiza. Esta pequeña localidad es uno de esos casos en los que el número de habitantes se dispara en verano. Mientras que durante el año viven solo 500 personas en esta localidad, en el verano hay tramos en los que llegan a residir allí hasta 5.000 habitantes. Es decir, 10 veces más.

Para poder hacer frente a este incremento tan grande, es esencial que las tiendas se preparen de manera adecuada. Sin embargo, el pueblo va a ser incapaz de sobrellevar esta situación. Según recoge el medio 24 heures, el pueblo solo tiene cuatro tiendas.

Nuestras reservas son demasiado escasas para abastecer a la multitud cuando el pueblo se llene”, comentó a ese medio Anthony Wuyts, propietario de un local de alimentación. Pese a que el Ayuntamiento y los dueños de los locales están buscando soluciones, todavía no se ha llegado a ninguna conclusión.

Las primeras personas que han llegado al pueblo han empezado a notar la escasez de alimentos. Richard Krebs, secretario del club náutico local, ha notado que las personas que acuden al pueblo han empezado a “cambiar sus hábitos de consumición”.

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“No es el fin del mundo”

Sin embargo, Rémy Schwab, propietario de un camping cercano y vecino del pueblo, ha querido hacer un llamamiento a la calma. “Tampoco estamos perdidos en medio del bosque. Hay puntos de venta a 3 kilómetros de aquí, en Grandcour o Gletterens”, comenta el hombre. “No es el fin del mundo”, termina concluyendo el hombre.

Pero lo cierto es que el cierre de dos locales ha supuesto un mazazo enorme para los vecinos de la zona. Pese a ello, el alcalde y algunos vecinos ven con optimismo esta oportunidad, que puede hacer que el resto de tiendas del pueblo aumenten sus beneficios.

Anthony Wuyts, el propietario de uno de los locales, no comparte esa visión y no ve esto como una oportunidad que le vaya a beneficiar. “Si los turistas tienen que volver a sus coches para ir de compras, su experiencia será peor”, expone el hombre. El propietario de la tienda de helados comenta que ha vendido el doble de productos, pero que ya no tiene más para ofrecer, por lo que ha tenido que cerrar la tienda. “Preferiría que la tienda estuviese abierta, aunque signifique que venda menos”.

Lo que han propuesto algunos vecinos es que el Ayuntamiento compre el restaurante que actualmente no se usa. Esto incrementaría el turismo y podría dar trabajo a varios habitantes de la zona. La adquisición de la propiedad incluye un almacén, un restaurante con cocina, terraza y varias habitaciones. Esta compra supondría el gasto de la mitad del presupuesto disponible para todo el año, por lo que los concejales todavía debaten la propuesta.