Esta zona emblemática de París enfrenta una preocupante oleada de locales vacíos: “El barrio ha perdido su alma”

Un lugar culturalmente único está sufriendo la presión de los altos alquileres

Guardar
Una librería del centro de
Una librería del centro de París improvisó protecciones contra el agua (AFP)

Jean-Robert Pitte, exdirector de la Universidad La Sorbona, asegura que “el bulevar Saint-Michel ha perdido su alma”. Este poético reclamo no nace sin sentido. Lo cierto es que la emblemática zona parisina de este distrito atraviesa una difícil y oscura etapa. Librerías y locales de encuentro cultural han echado abajo sus persianas haciendo que, poco a poco, se pierda el color de un barrio único.

Este enclave de la Rive Gauche, situado entre los distritos V y VI de París, ha sufrido la espantada de numerosos pequeños negocios. En la actualidad, como últimos testigos del pasado cultural de la zona, sobreviven establecimientos emblemáticos como las librerías Boulinier y Gibert Jeune, ubicadas a poca distancia de la célebre universidad y de sus bibliotecas cercanas.

Un informe reciente elaborado por la Agencia de Urbanismo de París (Apur) para el Ayuntamiento de la capital, destaca una “preocupante tasa de desocupación comercial de entre el 15% y el 20% en el bulevar”, pues en el resto de París el porcentaje medio se encuentra en torno al 10%.

El precio del alquiler sube un 9,9% interanual en mayo y marca récord histórico.

El drama del bulevar

Pitte explica que solo hay que pasear por el barrio para percibir la dramática situación. Si caminas entre el río Sena y la Sorbona, se observan numerosas tiendas desocupadas, mientras que la mayoría de los comercios aún activos corresponden a cadenas de restaurantes. Apenas unas cuantas tiendas de segunda mano y boutiques con cierto atractivo para turistas muestran algo de movimiento.

El panorama actual contrasta con la imagen tradicional de lo que era un superviviente cultural y turístico. Loïse Boulinier, directora general de las librerías Boulinier, resume la situación relatando cómo han quebrado algunos de sus compañeros más consolidados. “Las tiendas Etam y Eram acaban de cerrar, el famoso Café de Cluny acabó y Pizza del Arte y Brioche Doré también han cerrado”.

Boulinier, descendiente del fundador de la primera librería familiar, creada en 1858 en la rue des Mathurins, lamenta ver convertido el bulevar en “lo mismo que cualquier capital europea”. Ante este escenario, expresa la necesidad de una “conciencia global y colectiva” y afirma la intención de permanecer todo el tiempo posible “a pesar del aumento de los alquileres año tras año”.

Acceder a una casa ya es un lujo en Madrid y Barcelona: el precio de compra ronda los 5.000 euros el m2 y el alquiler, los 20 euros.

La movilización política

La alta especulación inmobiliaria es el principal problema para el comercio local, según funcionarios municipales que buscan soluciones a esta situación. “El bulevar Saint-Michel es un símbolo de lo que ocurre actualmente en muchos barrios parisinos: la presión sobre los comercios locales, atrapados entre alquileres inasequibles, plataformas de reparto y moda rápida”, afirma Nicolas Bonnet-Oulaldj, teniente de alcalde de París.

Uno de los proyectos que se ha pensado como solución consiste en poner en marcha un impuesto sobre terrenos industriales sin uso, persiguiendo liberar locales vacantes. Bonnet-Oulaldj contactó con la ministra de Comercio, Véronique Louwagie, para solicitar una regulación en áreas de alta presión, incluyendo posibles límites a alquileres comerciales y mayor control sobre la moda rápida.

En el distrito V, la alcaldesa Florence Berthout planea dirigirse a los propietarios que mantienen locales vacíos, advirtiendo sanciones a quienes no los alquilen o no los cuiden. De esta forma, repoblar los locales es la principal preocupación, aunque también es importante que los proyectos que los ocupen permitan una recuperación cultural.