Detectan un objeto interestelar de hasta 20 kilómetros de ancho entrando en nuestro sistema solar: es solo el tercero de la historia

El objeto, bautizado como 3I/ATLAS, sigue casi una línea recta a una velocidad tal que la gravedad del Sol no puede atraparlo

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 Inicialmente bautizado como A11pl3Z
Inicialmente bautizado como A11pl3Z y ahora oficialmente designado 3I/ATLAS, el cometa fue descubierto el 1 de julio por un telescopio de observación en Chile

Por tercera vez en la historia, astrónomos han logrado detectar un objeto procedente de otra estrella entrando en nuestro sistema solar. Inicialmente bautizado como A11pl3Z y ahora oficialmente designado 3I/ATLAS, el cometa fue descubierto el 1 de julio por un telescopio de observación en Chile y confirmado ese mismo día por el Minor Planet Center de la Unión Astronómica Internacional. Para trazar su trayectoria, los astrónomos repasaron registros de observaciones anteriores y encontraron su posición en el cielo ya a mediados de junio.

Viaja tan rápido que la gravedad del Sol no puede atraparlo

3I/ATLAS sigue casi una línea recta a gran velocidad en su paso por el sistema solar, tan rápido que la gravedad del Sol no puede atraparlo. Por eso, los expertos tienen claro que se trata de un objeto de origen ajeno a nuestro sistema: proviene de otra estrella. Su tamaño podría alcanzar los 20 kilómetros de ancho y en este momento se encuentra justo dentro de la órbita de Júpiter. Se espera que su máxima aproximación al Sol sea en octubre.

El primer visitante interestelar identificado fue Oumuamua, un extraño objeto rocoso que llegó desde la constelación de Lyra y fue detectado en octubre de 2017. Como Oumuamua dejó de ser visible apenas dos meses y medio tras su hallazgo, los astrónomos solo pudieron observarlo fugazmente, lo que disparó numerosas teorías sobre su naturaleza. El segundo objeto, 2I/Borisov, apareció en agosto de 2019 y, tras su estudio, se confirmó que era un cometa errante proveniente de la constelación de Casiopea.

La trayectoria de 3I/ATLAS (NASA/JPL-Caltech
La trayectoria de 3I/ATLAS (NASA/JPL-Caltech via AP)

“Lo sorprendente de 3I/ATLAS es que lo hemos detectado cuando aún está entrando en el sistema solar”, explica Pamela Gay, astrónoma del Planetary Science Institute de Illinois. Eso permitirá que los científicos sigan su recorrido cerca del Sol durante un largo periodo. Se prevé que 3I/ATLAS se mantenga visible desde la Tierra hasta 2026.

“Una ocasión única de conseguir datos sobre otro sistema solar”

Los astrónomos trabajan contrarreloj para estudiar el objeto antes de que el calor del Sol altere sus características originales. “La prioridad ahora es observarlo antes de que se caliente más a medida que avanza hacia la parte interna del sistema solar”, señala Chris Lintott, astrónomo de la Universidad de Oxford. “Nos interesa como vestigio helado de otro sistema planetario, no como un resto que ha sido ‘horneado’ por nuestro Sol”.

Nuevas observaciones permitirán determinar la composición de 3I/ATLAS, lo que representa, en palabras de Gay, “una ocasión única de conseguir datos sobre otro sistema solar que no podemos conseguir de ninguna otra manera”. Esta información puede aportar respuestas sobre la formación de planetas en la Vía Láctea.

El hallazgo de 3I/ATLAS reaviva las expectativas de detectar más visitantes interestelares, especialmente con el creciente papel de los astrónomos aficionados y la puesta en funcionamiento de grandes infraestructuras como el Observatorio Vera Rubin en Chile, que comienza a operar este año. Detectar el cometa antes de la entrada en servicio del nuevo observatorio ha supuesto un golpe de suerte, según Lintott. “Me enteré de su existencia apenas me desperté y no pude evitar reírme”, comenta el astrónomo. “Ya nos habíamos mentalizado de que tendríamos que esperar a que entrase en funcionamiento el Observatorio Vera Rubin para volver a encontrar un visitante interestelar, y que apareciese uno justo esta semana fue como si los dioses de la astronomía se estuvieran riendo de nosotros”.