Von der Leyen admite que va a ser “imposible” que la UE y Estados Unidos logren un acuerdo “en detalle” antes del 9 de julio

Ahora, el objetivo de Bruselas es lograr “un principio de acuerdo”, ya que considera inviable cerrar un pacto que abarque toda la relación comercial entre ambos bloques

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El presidente de Estados Unidos,
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en una reunión con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante la 50ª reunión anual del Foro Económico Mundial (FEM) en Suiza, a enero de 2020. (REUTERS/Jonathan Ernst)

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha asegurado este jueves que va a ser “imposible” alcanzar un acuerdo “en detalle” con Estados Unidos antes del 9 de julio, fecha en la que expira la tregua arancelaria entre ambos bloques. Von der Leyen ha señalado que el objetivo ahora es lograr “un principio de acuerdo”, ya que considera inviable cerrar un pacto que abarque toda la relación comercial entre Washington y Bruselas, valorada en 1,5 billones de euros.

En una comparecencia junto a la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, en la ciudad danesa de Aarhus, Von der Leyen ha afirmado que esta estrategia “es también lo que hizo el Reino Unido”. Además, ha destacado que la Unión Europea está “lista para un acuerdo” y mantiene como prioridad una “solución negociada” mientras continúan las conversaciones con la administración estadounidense.

El comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, está ahora en Estados Unidos para continuar con las reuniones con el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y los responsables de comercio del país americano, Jamieson Greer y Howard Lutnick. Sobre esto, la presidenta de la Comisión ha subrayado que “queremos una solución negociada, pero al mismo tiempo, nos estamos preparando para la posibilidad de que no se alcance a un acuerdo satisfactorio”, y ha agregado que defenderá “el interés europeo cuando sea necesario”.

Asimismo, Von der Leyen ha reconocido que “como siempre en las negociaciones, nunca se sabe cuándo concluyen con éxito”, y ha reiterado su objetivo de cerrar al menos un principio de acuerdo antes de que finalice la tregua arancelaria el 9 de julio.

La UE estaría dispuesta a aceptar un arancel del 10% sobre algunas exportaciones europeas

Hace unos días, Bloomberg informó sobre la disposición de la Unión Europea a mantener un arancel del 10% sobre algunas exportaciones europeas. Sin embargo, las autoridades de Bruselas ponían sobre la mesa la condición de que Estados Unidos redujera otros gravámenes en sectores considerados estratégicos para Europa, como los productos farmacéuticos, el alcohol, los semiconductores y los aviones comerciales.

Durante las negociaciones, la UE ha trasladado a Washington la necesidad de establecer mecanismos que limiten el impacto de los actuales aranceles. En concreto, se exigió que se pudieran rebajar los efectos de los aranceles del 25% que la administración estadounidense aplica sobre los automóviles y las piezas de coches de origen europeo, así como el gravamen del 50% que pesa sobre las exportaciones del acero y el aluminio procedentes de los Estados miembros de la UE.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado este lunes una directiva que aumenta los aranceles al acero y al aluminio del 25 al 50 por ciento a partir del 4 de junio, en el marco de la guerra comercial abierta por su Administración para aplicar su agenda proteccionista. (Fuente: White House/EBS/Donald Trump)

Así, la Comisión Europea se mantiene firme para defender los intereses comerciales del conjunto del bloque. Según el medio estadounidense, personas que están participando en las negociaciones afirmaron que, si bien el acuerdo propuesto podría resultar más beneficioso para Estados Unidos, Bruselas evaluaría la posibilidad de aceptar siempre que las demandas europeas en los sectores clave sean atendidas durante la negociación.

Por eso, la Comisión insiste en la necesidad de alcanzar una solución negociada que sea beneficiosa para ambas partes y evite la imposición de barreras comerciales que puedan afectar tanto a las empresas europeas como a los consumidores de ambos lados del Atlántico. Las negociaciones permanecen abiertas y bajo reserva, mientras las partes siguen buscando puntos en común para entenderse antes del 9 de julio.