Un youtuber viaja a Italia para conseguir un certificado de defunción y así obtener un reembolso de 43 euros de una compañía aérea: “No es fraude, pero es fraude”

El vídeo en el que finge su muerte se ha viralizado en YouTube

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Montaje de Infobae en el
Montaje de Infobae en el que sale Max Fosh

¿Te imaginas fingir tu muerte para reclamar un reembolso de 40 euros? Pues esto mismo es lo que ha hecho Max Fosh, un youtuber británico que cuenta con 4,7 millones de suscriptores en dicha red social.

Todo comienza con un vídeo que subió a esta plataforma en la que anunciaba que técnicamente está muerto. En este vídeo que ha alcanzado 1,8 millones de reproducciones, el creador de contenido explica que ha organizado su propio funeral y ha reclamado el certificado de defunción para que una aerolínea le reembolse 43 euros.

“Tenía que morir”

Todo esto se debe a que hace dos meses descubrió que una aerolínea solo hacía la devolución del billete en el caso de que el pasajero falleciese. “Tenía que morir”, confirma en el vídeo con un tono que no ha dejado indiferente a nadie.

Pero esta no es la única solución que ha meditado el youtuber. El británico explica que había pensado en diferentes opciones. Una de ellas fue la de intentar parar su corazón durante unos minutos, idea que descartó a los pocos minutos debido al peligro que conlleva.

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Después de estar investigando el método más factible, descubrió que la empresa pedía un certificado de defunción. Sin embargo, según matiza el medio BFMTV, la compañía aérea no exige la procedencia de este documento.

Tras conocer este vacío legal, el youtuber decidió viajar al Principado de Seborga, en Italia. Esta micronación no reconocida fue el destino de Max para pedir el certificado de defunción.

Este acto ha causado una gran controversia en redes sociales, sin embargo el youtuber justifica este movimiento. “40 euros no son mucho, pero no es eso lo que me preocupa. Tras investigar un poco, me di cuenta de que hay personas que han perdido miles de libras por culpa de las empresas“, aclara en el vídeo.

“No es fraude, pero es fraude”

Después de obtener el documento de manera oficial, el británico decidió ejercer su derecho y reclamar el dinero. La empresa accedió a devolverle el importe. Parecía que el plan del youtuber había sido un éxito rotundo. No obstante, la historia tomó un giro inesperado.

Siguiendo el consejo de su abogado, Max Fosh no continuó con el proceso de reclamación del dinero debido al consejo de su abogado. “No es fraude, pero es fraude”, comentó. Esta frase encapsula la complejidad legal que conlleva el caso.

Aunque su muerte fue obtenida de manera legal en un territorio reconocido, el propósito detrás de la acción la colocaba en una zona gris, algo que podía acarrearle graves problemas legales y económicos.

Max Fosh, un maestro del surrealismo

Esta no es la primera vez que Max Fosh conduce ciertas situaciones al extremo. De hecho, esto es lo que le ha llevado a tener la fama que tiene a día de hoy. Algunos de sus experimentos más llamativos han sido: contratar a soldados para ganar una partida de paintball, comprar una valla publicitaria para preguntarle a Bill Gates si podía ir al baño o intentar obtener un título de “El hombre más común” del mundo.