¿Son la Generación Z y los Millennial unos ‘guarros’? Un estudio revela que “odian limpiar los suelos y no hablemos de los armarios”

Una encuesta de Talker Research millones de jóvenes muestra que la mayoría limpia solo cuando esperan visitas

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Jóven viendo la suciedad de
Jóven viendo la suciedad de la sala de estar (Infobae España)

En pleno siglo XXI, cuando la limpieza del hogar debería ser una tarea sencilla gracias a la cantidad de utensilios y la disponibilidad de productos que existen, una encuesta reciente realizada en Estados Unidos muestra resultados que podrían sorprender, e incluso preocupar, a más de uno. Según un estudio llevado a cabo por Talker Research para una reconocida marca de artículos de limpieza, casi la mitad de los jóvenes de la Generación Z y los Millennials prefieren vivir en casas que no son precisamente un ejemplo de orden y pulcritud.

Este estudio, que incluyó a 2.000 participantes pertenecientes a estas dos generaciones, revela datos sorprendentes. Un 45% de ellos no permite que nadie toque su timbre de manera inesperada, probablemente porque sienten vergüenza por el estado de sus hogares. Más impactante aún, el 31% admite tener al menos una habitación en su casa que no ha limpiado en seis meses o más. Aunque no se especifica si estos espacios son áreas habitadas o quizás sótanos y trasteros, los datos siguen siendo muy sorprendentes.

Otro de los aspectos curiosos es que, la media de estos jóvenes pasan más tiempo procrastinando la limpieza, casi tres horas diarias, según el estudio, que llevándola a cabo. A penas algo menos de dos horas es lo que invierten en limpiar sus hogares. Parece que la motivación para mantener el orden no es una prioridad diaria.

Las zonas menos y más limpias

La encuesta también destacó que las áreas de la casa que menos gustan limpiar son el suelo, siendo el “territorio prohibido” para aproximadamente una cuarta parte de los encuestados, seguido de los ventiladores de techo (31%) y los rodapiés (28%). En contraposición, las zonas más limpias son, con amplia diferencia, la cocina (88%) y la sala de estar (85%), lugares donde normalmente se recibe a las visitas y se pasa más tiempo socializando.

En cuanto a los armarios, estos espacios suelen ser los grandes olvidados del mantenimiento diario, ya que solo el 48% de los encuestados afirma limpiarlos con una frecuencia diaria o semanal. La pereza o el desinterés por ciertas tareas domésticas parece un problema real, tanto que el 17% prefiere estar atrapado en un atasco antes que limpiar los suelos de su casa, según datos del estudio.

Una fregona y un cubo.
Una fregona y un cubo. (Imagen ilustrativa Infobae)

Limpieza exprés y percepciones sobre el orden

A pesar de estos datos, cuando se espera una visita de un invitado, la mayoría de estas personas realizan una limpieza “exprés”, aunque, uno de cada nueve admite que su hogar nunca está completamente ordenado.

Más allá de la procrastinación y el desorden, el estudio también muestra que para muchas personas limpiar puede generar una sensación de satisfacción y bienestar comparable, e incluso superior a otras actividades. Por ejemplo, el 20% disfruta de la limpieza más que de entrenar o hacer ejercicio, un porcentaje similar prefiere la sensación de tener un espacio limpio antes de tomarse un café caliente. También hay quienes encuentran en la limpieza una recompensa comparable a la de terminar un libro (17%) o darse una ducha caliente (15%).