Su aspecto es similar al de los ornitorrincos. De hecho, al igual que estos, los equidnas ponen huevos y producen leche. Pero lo cierto es que una nueva investigación ha revelado algunos datos sorprendentes sobre una adaptación de este curioso animal: los equidnas de pico corto (Tachyglossus aculeatus), que tienen cuatro penes. Y es que su caso es de lo más extraño, ya que de todos ellos, solo utilizan dos para reproducirse y fecundar a las hembras.
Este es uno de los animales más extravagantes de Australia, donde fue descubierto. Se trata de un mamífero que puede alcanzar hasta los 7 kilos de peso y se alimenta de hormigas. Su aspecto llama la atención porque su hocico es semejante a un pico, del que sobresale una lengua larga y pegajosa. Pero no es raro solo por sus características físicas, sino también por su conducta y comportamiento.
Si les rechazan, se convierten en una bola de púas

El pene del equidna de hocico corto tiene una estructura inusual: está formado por cuatro glandes en forma de roseta, cada uno con su propia uretra. En teoría, todas las puntas pueden expulsar tanto orina como esperma, aunque en la práctica solo dos de ellas intervienen en la reproducción.
Según la investigadora Jane Fenelon, esta particularidad se debe a que el tejido esponjoso que rodea las uretras está completamente separado del resto del pene. Además, la arteria que irriga esta zona se divide en dos ramas independientes, lo que explicaría por qué únicamente dos de los glandes son capaces de eyacular. La científica considera que esta adaptación permite una eyaculación unilateral.
Más allá de sus características anatómicas, el equidna también destaca por su comportamiento reproductivo. Durante la época de apareamiento, los machos forman una caravana de hasta diez individuos que siguen a una sola hembra. Si la hembra está receptiva, libera feromonas que indican su fertilidad; si no lo está, se enrolla sobre sí misma formando una bola de púas para disuadir a los pretendientes. Este ritual de cortejo puede prolongarse durante semanas.
Algunos pierden hasta una cuarta parte de su peso en el proceso

El equidna de hocico corto no solo destaca por su anatomía, sino también por su singular estrategia reproductiva. Tras la formación de una caravana de pretendientes, la hembra se tumba en el suelo boca abajo y da comienzo la segunda fase del cortejo: los machos excavan una zanja a su alrededor y se empujan entre sí hasta que uno logra expulsar al resto y ocupar el “hoyo de apareamiento”.
El macho ganador inicia entonces un prolongado apareamiento, que puede extenderse hasta tres horas. Utiliza su pene retráctil de cuatro glandes, de las cuales dos se acoplan a los orificios vaginales de la hembra. Terminada la cópula, ambos se separan y continúan su vida solitaria. La hembra no volverá a reproducirse hasta el año siguiente.
Tres semanas después, deposita un único huevo que transfiere a una bolsa ventral temporal, donde lo incuba durante diez días. La cría nace ciega, sin pelo, y con un diente que le permite romper el cascarón. Permanecerá en la bolsa dos meses, alimentándose de leche secretada por glándulas mamarias. Cuando comienzan a salirle las primeras púas, debe abandonarla. A los seis meses, el joven equidna ya se alimenta por sí mismo a base de hormigas y termitas, utilizando su veloz lengua.
Un grupo primitivo de mamíferos que pone huevos
Los monotremas constituyen una de las ramas más singulares del reino animal. Representan una excepción entre los mamíferos: en lugar de parir crías vivas, ponen huevos. El grupo está compuesto por solo tres géneros: el ornitorrinco, que habita en el este de Australia y Tasmania, el equidna común, que se extiende por Australia y Nueva Guinea, y las tres especies de equidnas de pico largo, que se encuentran únicamente en las montañas de Nueva Guinea.
Los equidnas son terrestres y mirmecófagos: se alimentan de hormigas y termitas que capturan con una lengua pegajosa y un pico tubular, anatómicamente similar al del ornitorrinco. A pesar de ser mamíferos, conservan características propias de reptiles y aves. Su nombre, monotrema —“un solo orificio” en griego—, alude a su cloaca, la abertura común por la que expulsan orina, heces y huevos.
Los huevos, de unos dos centímetros, poseen una cáscara blanca y áspera que protege a la cría hasta la eclosión. El animal recién nacido rompe el cascarón con una protuberancia en el extremo del pico, al estilo de aves y reptiles. Tras la eclosión, la madre amamanta a la cría con leche. Además, los monotremas presentan un patrón de locomoción particular: sus extremidades, más separadas que las de otros mamíferos, les otorgan un andar oscilante que recuerda vagamente al de los reptiles.
Últimas Noticias
Clima en Zaragoza: el pronóstico para este 3 de julio
Para evitar cualquier imprevisto es importante conocer el pronóstico del tiempo

El juez interroga a los 2 jóvenes detenidos en Gran Canaria por filtrar datos de ministros
El juez Francisco de Jorge interroga este jueves a los dos jóvenes de 18 y 19 años detenidos en Arinaga (Gran Canaria) por su presunta participación en la filtración de datos personales (teléfonos, domicilios o números de DNI) de ministros del Gobierno

Clima en Valencia: conoce el pronóstico y prepárate antes de salir
Para evitar cualquier imprevisto es importante conocer el pronóstico del tiempo

El día que Ester Muñoz, la nueva portavoz del PP, menospreció los fondos para la memoria histórica: “15 millones para desenterrar unos huesos”
Tras los abucheos de la bancada socialista en un pleno en 2019, la entonces senadora aseguró que se refería a proyecto de exhumación del dictador Francisco Franco “que no le importa a nadie”

El mapa de los incendios forestales en España: de Lleida a Murcia, pasando por Ourense, 20 incendios en lo que va de julio
El incendio de la comarca de Segarra ha dejado conmocionada a la provincia de Lleida, con más de 5.000 hectáreas arrasadas y dos víctimas mortales
