Beatriz de York y su marido, Edoardo Mapelli Mozzi, podrían estar a punto de divorciarse: la prensa británica destaca un gran distanciamiento

La pareja, que dio la bienvenida a su segunda hija en común este 2025, podría estar viviendo una gran crisis

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La princesa Beatriz y su
La princesa Beatriz y su esposo Edoardo Mapelli Mozzi posan para una foto mientras asisten a Vogue World en Londres, Gran Bretaña, el 14 de septiembre de 2023. (REUTERS/Hollie Adams).

Los rumores que venían circulando desde hace semanas sobre un posible distanciamiento entre Beatriz de York y su esposo, Edoardo Mapelli Mozzi, han dejado de ser simples especulaciones para convertirse en una preocupación real entre los seguidores de la familia Windsor. Diversos medios británicos, entre ellos The List, han comenzado a hablar abiertamente de una crisis con tintes definitivos, marcada por la falta de conexión y el creciente desgaste emocional.

La pareja, que comenzó su historia de amor en 2018 y contrajo matrimonio dos años más tarde en una ceremonia íntima en Windsor, enfrenta ahora su momento más delicado. Aunque dieron la bienvenida a su primera hija en 2021 y, recientemente, a su segunda hija, Athena Elizabeth, en este 2025, el entorno cercano a la familia señala que las dificultades no han hecho más que agudizarse con el paso del tiempo.

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El principal foco de tensión parece estar en la rutina laboral de Mapelli Mozzi. El empresario italiano, heredero de una familia aristocrática y fundador de la firma inmobiliaria Banda, mantiene un ritmo de trabajo frenético. En una reciente entrevista con el Financial Times, él mismo admitía pasar la mayor parte de su tiempo “en trenes”, viajando constantemente entre reuniones y compromisos laborales.

Este estilo de vida itinerante, lejos de admirarse como muestra de éxito profesional, ha sido interpretado por la prensa como una de las principales causas del enfriamiento en la relación. Según apuntan medios británicos, Beatriz de York se siente cada vez más sola, a cargo de sus dos hijos y sin la presencia estable de su pareja. “Su trabajo les da estabilidad económica, pero no compañía ni afecto”, señalaba The List.

Quién es quién en la casa real británica: del rey Carlos, el más tardío de la historia, al polémico príncipe Andrés.

Señales públicas de un vínculo deteriorado

Las apariciones públicas de la pareja también han alimentado los rumores. En el Royal Ascot 2025, una de las citas sociales más importantes del calendario real, Beatriz fue vista notablemente seria y distante. Aunque Edoardo la acompañó tras varias semanas fuera, el reencuentro no pareció reconectar a la pareja. Según testigos, la princesa lucía apagada, y los gestos de cariño entre ambos resultaban más formales que auténticos.

Un beso fugaz captado por las cámaras fue interpretado como un intento de proyectar normalidad, aunque, según expertos en comunicación no verbal, la falta de espontaneidad fue evidente. La frialdad en público se suma a la creciente percepción de que la relación ha perdido su equilibrio emocional.

La princesa Beatriz de York
La princesa Beatriz de York durante la procesión real antes de las carreras del día. Action Images vía (Reuters/Paul Childs).

Dinámica familiar compleja

Otro elemento que podría estar influyendo en la tensión del hogar es la convivencia con Christopher Woolf, el hijo que Edoardo tuvo en 2016 con su expareja, la arquitecta Dara Huang. La terapeuta de pareja Nicole Moore, consultada por The List, explica que la integración de un hijastro en la vida familiar puede resultar complicada si no hay consenso claro en la crianza y el manejo emocional de esa relación.

De acuerdo con estas fuentes, si Beatriz percibe falta de apoyo o de comunicación efectiva respecto a Woolf, esa descompensación podría estar generando un desgaste adicional. La gestión de los roles en familias reconstituidas requiere diálogo constante, porque las disputas “minan la confianza y crean resentimientos que terminan afectando a toda la dinámica familiar”, sostiene Moore.