Un anciano de 92 años es declarado culpable de asesinato y violación en el “caso sin resolver más antiguo del Reino Unido”

La investigación, reabierta más de medio siglo después del crimen, ha permitido identificar al responsable gracias a los avances en análisis de ADN

Guardar
Dos vehículos de policía, en
Dos vehículos de policía, en Reino Unido. (Jonathan Brady/PA via AP)

Un jurado en el Tribunal de Bristol, en Inglaterra, ha declarado culpable a Ryland Headley, un hombre de 92 años, por el asesinato y la violación de Louisa Dunne en 1967, resolviendo así el que se considera el caso sin resolver más antiguo del Reino Unido. La información ha sido confirmada por The Independent, que detalló cómo la investigación, reabierta más de medio siglo después del crimen, ha permitido identificar al responsable gracias a los avances en análisis de ADN.

La víctima, Louisa Dunne, tenía 75 años y vivía sola en una casa adosada en el barrio de Easton de Bristol. El 28 de junio de 1967, los vecinos hallaron su cuerpo en el salón, que utilizaba como dormitorio. Horas antes, una mujer había sido escuchada gritando en las inmediaciones. Dunne, madre de dos hijos y viuda en dos ocasiones, fue encontrada sobre un montón de ropa vieja. La policía no halló señales de lucha violenta en el interior de la vivienda.

El informe forense presentado durante el juicio concluyó que Dunne murió por asfixia, causada por estrangulamiento con una bufanda y presión ejercida sobre su boca. El patólogo determinó que una mano fue colocada con fuerza sobre la boca de la víctima. Se tomaron muestras biológicas que dieron positivo en semen, aunque en 1967 las técnicas científicas no permitieron identificar al agresor. Además, la policía recuperó una huella de palma de la mano izquierda en una ventana del piso superior, que fue comparada con las de 19.000 hombres y niños de la zona, sin encontrar coincidencias.

En ese momento, Headley tenía 34 años y trabajaba en el ferrocarril. Residía con su esposa en Picton Street, a unos 2,4 kilómetros de la casa de Dunne, pero fuera del área geográfica donde se solicitó a los hombres y niños que proporcionaran sus huellas. Poco después del crimen, Headley trasladó a su familia a Londres y posteriormente a Ipswich, evitando así que la policía de Bristol le tomara la huella de la palma.

La investigación permaneció estancada durante décadas. Sin embargo, los detectives de Avon y Somerset conservaron cuidadosamente todas las pruebas, incluidas las prendas que Dunne llevaba el día de su muerte, a la espera de que la ciencia forense avanzara. En mayo de 2023, la policía reexaminó el caso y envió la falda azul de la víctima para un nuevo análisis. El resultado fue concluyente: el ADN recuperado coincidía con el de Headley, con una probabilidad de coincidencia de uno en mil millones.

Un arresto previo permitió registrar su ADN

El ADN de Headley había sido incorporado a la base de datos nacional tras un arresto en 2012 por un delito no relacionado, aunque no se presentaron cargos en esa ocasión. Cuando la policía lo detuvo en su domicilio en noviembre de 2023 por supuesto homicidio, Headley respondió: “No sé de qué están hablando. Muy extraño, muy extraño”.

Durante arrestos previos, Headley había proporcionado sus huellas dactilares, pero nunca las de la palma. En 2012, un formulario policial consignó: “artritis en ambas muñecas, palmas no flexibles”. Esta vez, los agentes lograron tomarle las huellas de la palma, y un perito identificó más de 25 coincidencias con la huella hallada en 1967.El juicio reveló que el hombre había sido condenado en 1977 por la violación de dos mujeres mayores, a quienes atacó tras irrumpir en sus domicilios y amenazarlas con violencia. Además, en ese proceso judicial, admitió su responsabilidad en 10 robos nocturnos adicionales.

Dominique Pelicot fue condenado este jueves a 20 años de cárcel, la pena máxima, por las violaciones a su exmujer, Gisèle Pelicot, a la que drogó para dejarla inconsciente y abusar de ella durante diez años, junto con decenas de hombres que encontró en internet. (EFE)

Durante el juicio de 2025, Headley utilizó un sistema de bucle auditivo y contó con la asistencia de un intermediario. El tribunal adaptó las sesiones para que fueran más breves y así facilitar la concentración del hombre de 92 años. La defensa, encabezada por el abogado Jeremy Benson KC, sostuvo que Headley no recordaba haber visitado a Dunne ni haber mantenido relaciones sexuales con ella: “Él ciertamente no la violó ni la mató”, alegó.

El agresor negó todos los cargos y optó por no declarar en el juicio. Tras nueve horas y 53 minutos de deliberación, el jurado, compuesto por ocho hombres y cuatro mujeres, emitió un veredicto de culpabilidad. El juez informó al jurado que la sentencia se dictaría al día siguiente y les recordó: “Este fue un caso que ha estado en el ojo público. Involucró muchos detalles que sin duda resultan angustiosos”.

El detective inspector Dave Marchant, de la policía de Avon y Somerset, declaró a la agencia PA que las fuerzas policiales de todo el país investigan ahora si el condenado podría estar vinculado a otros crímenes sin resolver, posiblemente cometidos entre la década de los 60 y 70.