“Solo estaba haciendo su trabajo”: Freddy, un perro de aduanas, recibe una violenta patada mientras olfateaba la maleta de un pasajero

Con casi 45 kg de comida prohibida, un pasajero pateó al beagle. Herido en un costado, fue trasladado a servicios veterinarios.

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ARCHIVO - Un hombre proveniente
ARCHIVO - Un hombre proveniente de Egipto desafía el sistema de aduanas estadounidense. (AP Foto/Jon Gambrell, archivo)

Freddy es un perro de aduanas del aeropuerto de Washington Dulles (Estados Unidos). Estos animales, junto a sus guías humanos, recorren los equipajes de los usuarios, utilizando su olfato para localizar sustancias ilícitas o mercancías ocultas. Es gracias a su trabajo, y a su enorme habilidad para el rastreo, que cada año se incautan grandes toneladas de productos de contrabando. De esta manera, forman parte de los equipos de seguridad nacional como pequeños guardianes cuya labor resulta extraordinaria como medida de prevención.

No obstante, se trata de un trabajo arriesgado que en ocasiones puede causar pequeños accidentes o contratiempos. Esto es justo lo que le pasó recientemente a Freddy. Hacía su trabajo de rastreo, cuando, de repente, recibió numerosas patadas por parte de un usuario sospechoso.

¿Hasta dónde llega la crueldad humana?

Según informa la BBC, fue un hombre de 70 años, que respondía al nombre de Hamed Ramadan Bayoumy Aly Marie. Portador en su equipaje de 45 kg de comida prohibida, el pasajero venía de El Cairo con el objetivo de entrar en Estados Unidos sin ser detectado por las autoridades.

Si bien es cierto que los equipos tecnológicos no alertaron de la situación, el infalible olfato de Freddy, fue muy eficaz para detectar irregularidades. Su habilidad le permitió diseccionar los contenidos que el pasajero portaba en su maleta, priorizando una serie de productos agrícolas de carácter ilícito. La importación de productos alimenticios está prohibida en algunos países por razones sanitarias para prevenir la propagación de enfermedades.

Cuando el pasajero se dio cuenta, no dudó en agredir a Freddy. Sin que nadie los viese, le propinó numerosas patadas y le hizo saltar por los aires. También le causó múltiples quemaduras. El animal se quedó indefenso ante la ferocidad de su oponente, que consiguió reducirlo, impidiendo que pudiese reportar a sus superiores el hallazgo en su equipaje.

Sin embargo, la agresión no fue descubierta de inmediato. Tras el brutal ataque, el pasajero dejó a Freddy malherido. El perro, incapaz de levantarse por sus propios medios, quedó allí, lejos de la vista de su guía y del resto del personal. No fue hasta, pasadas 48 horas, cuando alguien le encontró y lo dispuso al servicio del equipo sanitario especializado.

Su ausencia comenzó a generar preocupación. Fue entonces cuando el equipo de aduanas revisó las cámaras de vigilancia y entendieron lo que había pasado. Activando un protocolo interno se priorizó, por una parte, encontrar a Freddy, y por otra, detener de forma inmediata al pasajero. Las imágenes permitieron identificarlo rápidamente. De esta manera el personal de seguridad lo interceptó antes de que pudiera abandonar las instalaciones del aeropuerto.

(Imagen Ilustrativa Infobae)
(Imagen Ilustrativa Infobae)

Al pasajero no le quedó otra que tomar responsabilidad de la situación. Se encontraba bajo la espada y la pared. Las imágenes del sistema de vigilancia mostraban con claridad como había agredido al perro con insistencia y crueldad hasta lesionarlo. Terminó admitiendo su infracción y la entrada a los Estados Unidos le fue denegada. Esto dio vía libre a las autoridades, la CBP (Customs and Border Protection), para deportarlo de forma inmediata a Egipto. Sele imputó por un delito de “asalto malicioso”. Este tipo de agresiones se constituyen como delitos federales en Estados Unidos. Asimismo, tuvo que costear una multa por infracción, pagando los daños cometidos hacia un miembro oficial del sistema de aduanas.

Este hecho, además de indignar a la comunidad, puso de relieve la valentía de estos perros que, incluso expuestos a graves riesgos, cumplen un rol indispensable en la lucha contra el tráfico ilegal. Freddy hoy sigue recuperándose rodeado de cuidados y afecto, mientras su historia recorre el país como ejemplo del sacrificio silencioso.