Síntomas gripales, cambios de temperatura y virus: qué hacer cuando estás enfermo y hace calor

A pesar del calor y el buen tiempo en estos días se ha registrado un aumento de los síntomas gripales en la ciudad: resfriados, congestión nasal, abundante secreción y tos persistente

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Gripe, resfriado, escuela, niños, colegio
Gripe, resfriado, escuela, niños, colegio - Perú - 15 de marzo (Bienestar Colsanitas)

Aun cuando hace buen tiempo, las gripes persisten en el día a día de las personas. Las altas temperaturas, la deshidratación y el aire acondicionado, propagan otros tipos de virus a los que es importante prestarles atención.

Debido a las circunstancias ambientales, se ha observado un despunte en la proliferación de virus. No porque haga calor, debemos olvidarnos de la gripe. Nuestro cuerpo también puede ser vulnerable a las altas temperaturas o a los métodos que utilizamos para refrescarnos durante los meses estivales. Ser consciente de esto anima a prevenir posibles indicios de gripe.

¿Qué síntomas se han observado?

Algunos de los síntomas observados por los expertos, según el medio italiano Corriere della Sera, son los siguientes: resfriado y congestión nasal, abundantes secreciones nasales y catarrales, tos persistente. Todo ello, en la mayoría de casos sin fiebre.

Además, también ha habido un despunte de las alergias. Estas reacciones del sistema inmunológico presentan algunos síntomas parecidos a la gripe como moqueo, secreción nasal y ocular, y un estado de congestión que puede afectar a la rutina cotidiana.

Una joven con alergia (AdobeStock)
Una joven con alergia (AdobeStock)

Por su parte, la dermatitis atópica es otra de las condiciones que, durante el verano, suelen afectar a una parte importante de la población, ocasionando picores, heridas y erupciones de la piel.

Una persona con habones en
Una persona con habones en la piel. (Adobe Stock)

En consecuencia, es importante distinguir la naturaleza de estos síntomas para poder tratarlos de forma adecuada y conforme a los remedios pertinentes. Además, identificar correctamente si se trata de una alergia, un resfriado común o un cuadro gripal permite evitar tratamientos innecesarios o ineficaces, y adoptar las medidas más apropiadas en cada caso.

Métodos de prevención: ¿Cómo podemos contribuir?

Una vez identificado el malestar que estamos experimentando (o tal vez incubando en caso de encontrarnos en una etapa temprana), lo más seguro y eficaz sería acudir a un experto que nos pueda aconsejar tratamientos adecuados en función de los síntomas por los que estemos pasando.

No obstante, en los supuestos en los que nos encontremos sanos, podemos implementar en nuestra cotidianeidad métodos que nos ayudan a prevenir con los posibles síntomas de gripe, alergias y dermatitis.

En el caso de la gripe, mantenerse lejos de aires acondicionadas durante la noche, o en el caso de necesitarlos, asegurarse de no pasar mucho tiempo expuestos al aire de forma directa.

También los aerosoles, tanto nasales como específicos para la tos, pueden mitigar los primeros síntomas, aliviando la congestión y suavizando la irritación de las vías respiratorias.

Sin embargo, es fundamental emplearlos siguiendo las indicaciones médicas o farmacéuticas, para evitar un uso excesivo que pueda generar efectos adversos o dependencia. Acompañar estos tratamientos con medidas sencillas, como mantener una adecuada hidratación, descansar lo suficiente y ventilar bien los espacios, contribuirá significativamente a una mejor recuperación en la que se reduzcan las molestias.

Con respecto a las alergias lo más eficaz es el uso de antihistamínicos, acompañados de alguna solución ocular en el caso de estar experimentando secreciones. Además, prestar atención a los ojos es una medida de prevención muy importante pues, ya que podría evitar posibles conjuntivitis de tipo alergénico. En el caso de estar experimentando estos síntomas lo más seguro es que se necesite antibiótico para combatir la infección.

Por último, en el caso de la dermatitis atópica, existen soluciones como cremas o pomadas, que pueden aliviar el picor y reducir el sarpullido. Asimismo, durante los meses de verano es muy frecuente que las personas con pieles atópicas experimenten brotes repentinos muy difíciles de contener o erradicar de forma absoluta. Por ello el uso de corticoides -recetados por el médico de cabecera o el dermatólogo-puede ser la mejor solución para evitar futuras complicaciones en el día a día.

La gripe, la dermatitis y las alergias son ejemplos claros de cómo nuestro cuerpo puede reaccionar frente a agentes externos, ya sean virus, sustancias irritantes o alérgenos. Comprender sus diferencias y características permite abordarlas de manera adecuada, eligiendo los tratamientos más efectivos y adoptando medidas preventivas que ayuden a reducir su impacto. Al cuidar nuestro sistema inmunológico, mantener hábitos saludables y estar atentos a los primeros síntomas, contribuimos a proteger nuestra salud y a disfrutar de una mejor calidad de vida.