Rolf Schrader y Carolina Iglesias visitan ‘La Revuelta’ y Broncano recuerda el problema que tuvo cuando su dirección se hizo pública

Por primera vez, el plató de La Revuelta ha recibido a una súper modelo. La encargada de estrenar este hito fue Rolf Schrader - el nombre artístico de Marina Flor -, modelo catalana que ha desfilado tres temporadas seguidas para Prada. Su carrera abarca portadas internacionales y desfiles en las principales pasarelas, aunque sigue mostrando naturalidad y no evita hablar de las particularidades que se encuentra en el sector de la moda.

Durante la conversación con David Broncano, “Rolf” repasó sus comienzos en la profesión. Todo arrancó en Barcelona, cuando tenía 15 años y una agente se le acercó en Plaza Cataluña para ofrecerle una oportunidad que en un primer momento rechazó. Más adelante decidió probar suerte en el mundo de la moda “porque estaba bien pagado”. Desde entonces no ha dejado de trabajar en el sector, pero confiesa que la comodidad es imprescindible en su vida diaria: las zapatillas de montaña ocupan el primer lugar en su fondo de armario. Durante el programa, regaló a Broncano unas zapatillas “de jubilado”, del estilo de las que llevó Leo Harlem, pero con rejilla.

Parte de la charla se centró en la realidad menos visible de la profesión. Rolf explicó que, más allá de lo que se percibe desde el exterior, en las grandes semanas de la moda comparte un piso “lo más barato posible” con compañeras y que, en muchas ocasiones, los trabajos se confirman a última hora: “te pueden avisar una semana, incluso un día antes”. En cuanto al ambiente, fue directa: hay “gilipollas, como en todas partes”, pero también mucha gente agradable. Añadió que “los hombres son más flipados que las mujeres” y citó el caso de un modelo internacional - cuya identidad prefirió no revelar - que “se intenta ligar a todas” y ha llegado incluso a “pedir matrimonio” a alguna compañera. Remató el asunto con un: “Espero que ninguna caiga”.

La noche trajo además un encuentro espontáneo. La modelo no dudó en confesar en directo que es seguidora de Carolina Iglesias, la segunda invitada, a la que saludó y aseguró no perderse ninguno de sus programas, dejando ver su admiración desde el primer momento.

Como segunda invitada, Carolina Iglesias acudió cargada de regalos para David Broncano. Entre los detalles, algunos relacionados con su pódcast Estirando el chicle y su libro Para siempre es mucho tiempo, con dedicatoria incluida (aunque, según confesó, el texto era para otra persona). Entre los obsequios, un pequeño cilindro con forma de pata de gato para cortar cajas y borrar las etiquetas de los paquetes. Este invento llamó la atención de Broncano, que reconoció que le hubiese venido muy bien para evitar problemas relacionados con la filtración de su dirección. “Eso me ha traído a mí problemas”, dijo. “Si hubiese tenido esto...”, añadió aludiendo a encuentros anteriores con paparazzis, hecha pública su dirección. Iglesias apuntó: “No habrías salido en el ¡Hola!”. “Esto es tremendo”, remató Broncano. “Es un regalo increíble”.