Cómo es la ‘cárcel VIP’ de Soto del Real a la que irá Santos Cerdán: Rato, Bárcenas o Blesa han pasado por ella

Su destino será el complejo penitenciario Madrid V, que destaca por sus instalaciones como piscina de 20 metros de largo, gimnasio y canchas de distintos deportes

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Imágenes del furgón en el que Santos Cerdán ha ingresado en la prisión de Soto del Real (Fuente: EUROPAPRESS)

La decisión judicial de enviar a prisión provisional, comunicada y sin fianza al exsecretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, sitúa el foco en el centro penitenciario de Soto del Real, una de las cárceles más emblemáticas de España. El magistrado Leopoldo Puente, del Tribunal Supremo, ha establecido esta medida por el presunto papel de Cerdán en una supuesta trama de adjudicaciones de obra pública y pago de comisiones, investigado por delitos que abarcan la integración en organización criminal, cohecho y tráfico de influencias.

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Santos Cerdán irá a la cárcel de Soto del Real. (Infobae/ Europa Press)

El ingreso de Cerdán responde a la petición de la Fiscalía Anticorrupción y de la acusación particular, que alertaron de un potencial riesgo de fuga y destrucción de pruebas, tras la negativa del exdirigente socialista a prestar declaración. Su destino será el complejo penitenciario Madrid V, más conocido como Soto del Real, que a lo largo de sus tres décadas de funcionamiento ha albergado a políticos y empresarios de renombre, así como a numerosos reclusos preventivos y condenados por delitos de alta relevancia social.

Una “ciudad penitenciaria”

Inaugurada en 1992 y situada a unos 45 kilómetros de la capital, Soto del Real fue concebida con un enfoque innovador para el sistema penitenciario, inspirada en la idea de una ciudad autosuficiente. Su diseño y equipamiento incluyeron desde el principio instalaciones inusuales: piscina, pistas de squash, canchas para varios deportes de equipo y gimnasios. Dichas infraestructuras, junto con talleres y centros educativos, la distinguieron frente a otras prisiones y generaron durante años la percepción de ser una ‘cárcel VIP’.

Imagen aérea de la prisión
Imagen aérea de la prisión de Soto del Real, en Madrid. (Prisiones.info)

La piscina del centro, con sus 20 metros de largo y 16,5 metros de ancho, y una capacidad de 640.000 litros, destacó recientemente cuando, en 2019, el Gobierno destinó cerca de 15.000 euros para su reforma. Este espacio, junto con el resto de zonas deportivas, busca favorecer tanto la reinserción como el bienestar físico de una población reclusa que, en momentos de máxima ocupación, ha rebasado los 2.000 internos, aunque en la actualidad figuran registrados más de 1.000.

Además, el centro se compone de 14 módulos principales con 72 celdas cada uno, además de módulos complementarios destinados a diferentes perfiles y necesidades específicas. Sin embargo, frente a la suntuosidad que irradian sus instalaciones, una torre de vigilancia de 56 metros de altura, situada en el centro de la prisión, recuerda que de allí no se puede salir sin permiso de los jueces.

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Imagen de recursos de la prisión de Soto del Real. (Ricardo Rubio/ Europa Press)

Día a día entre talleres y actividades

La vida en Soto del Real se ajusta a un esquema muy definido. Las jornadas empiezan a las 7:30 horas, momento en el que una sirena marca el inicio del día y los internos deben asear sus celdas antes del desayuno. Los horarios están pensados para ocupar a los reclusos en actividades tanto productivas como educativas: trabajo en talleres, formación en escuelas o participación en terapias y deportes. Tras la comida, que se sirve a las 13:30 horas, hay un lapso de descanso obligatorio en las celdas, antes de reanudar por la tarde las actividades programadas, incluyendo tiempo de biblioteca, clases de formación y acceso al patio.

La cena, prevista para las 19:30 horas de la tarde, da paso a la vuelta a los módulos y el cierre de celdas a las 9 de la noche. Cada recluso dispone de una celda de diez metros cuadrados, equipada con baño, ducha, litera, mesa y silla. El ingreso incluye también la entrega de un kit básico de limpieza, ropa de cama y un uniforme provisional, aunque los internos pueden llevar ropa de calle en el día a día, un aspecto que diferencia a Soto del Real de otras prisiones. Además, tienen derecho a realizar hasta diez llamadas semanales de cinco minutos, solo a números previamente autorizados.

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Foto de archivo de la cárcel de Soto del Real. (Europa Press)

Presos emblemáticos y alta presión mediática

Desde su apertura, Soto del Real ha recibido a numerosas figuras destacadas de la política, la economía y los movimientos sociales, consolidando su fama de “cárcel de los ilustres”. Por sus instalaciones han pasado nombres como Rodrigo Rato, Luis Bárcenas, Francisco Correa, Pablo Crespo, Miguel Blesa, Mario Conde y Gerardo Díaz Ferrán, además de los implicados en el procés catalán, como Jordi Sànchez y Jordi Cuixart. Cada uno de estos internos ha vivido estancias de distinta duración y en situaciones dispares, afrontando confinamientos o ingresos preventivos con diversos niveles de vigilancia.

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De izquierda a derecha, Rodrigo Rato y Luis Bárcenas. (Europa Press)

Al mismo tiempo, el centro afronta desafíos asociados a su alta concentración de presos conflictivos y de alto perfil, motivo por el que también figura entre las prisiones españolas con mayor número de incidentes contra funcionarios, según los registros de Instituciones Penitenciarias.

Módulos, perfiles y convivencia bajo control

Gran parte de la población de Soto del Real está compuesta por reclusos preventivos o en tránsito hacia otros destinos, aunque la prisión destaca por su sistema de módulos adaptados a diferentes perfiles: los denominados módulos de respeto, como el 9, 10 y 12, se reservan a quienes han demostrado buen comportamiento, mientras otros como el 1 y 4 acogen a internos primerizos mayores de 45 años que no cuentan con antecedentes penales.

Imágenes de la llegada de Santos Cerdán al Tribunal Supremo por el Caso Koldo.

El proceso de ingreso incluye un periodo de evaluación por parte de un equipo mixto, que determina el módulo donde se instalará al nuevo interno. Dicho protocolo, que incluye revisiones médicas y sociales, persigue facilitar la adaptación, y permitir una convivencia más llevadera en un entorno que, pese a las comodidades materiales, mantiene estrictas normas de funcionamiento.