Se busca puñal prehistórico hallado hace más de un siglo en Monforte de Lemos: el Gobierno niega que hubiera sido transferido a un centro del CSIC

El Puñal da Bastida, una pieza de cobre del Calcolítico, fue descubierto en la comarca hace más de 100 años. Desde entonces, su historia ha estado marcada por traslados institucionales y una creciente preocupación por su paradero actual

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El diputado del BNG Néstor
El diputado del BNG Néstor Rego en una sesión plenaria del Congreso. (EFE/Fernando Villar)

El Gobierno niega que el llamado Puñal da Bastida, una pieza prehistórica hallada hace más de un siglo en la zona de Monforte de Lemos, haya sido transferido al Instituto de Estudios Gallegos Padre Sarmiento ni a ningún otro centro dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) desde los fondos del extinto Seminario de Estudios Gallegos.

“En relación con la pregunta formulada, se indica que no consta que el llamado Puñal da Bastida haya sido transferido al Instituto de Estudios Gallegos Padre Sarmiento u otro centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) procedente de los fondos del extinto Seminario de Estudios Gallegos”, resume en una reciente respuesta escrita.

Esta explicación surge tras la pregunta formulada por Néstor Rego, diputado gallego del Bloque Nacionalista Galego (BNG), quien solicitó información sobre el paradero de este singular objeto arqueológico. El Puñal da Bastida, una pieza de cobre del Calcolítico —el periodo prehistórico en el que se inicia la metalurgia—, fue descubierto en la comarca de Monforte de Lemos hace más de 100 años. Desde entonces, su historia ha estado marcada por traslados institucionales, desapariciones y una creciente preocupación por su paradero actual.

En su iniciativa parlamentaria, Rego detalló el recorrido conocido de la pieza. Según el diputado, hasta 1973 el Instituto de Estudios Gallegos Padre Sarmiento custodiaba el puñal, considerado una de las piezas arqueológicas más relevantes de la prehistoria gallega. El objeto, elaborado en cobre, representa un testimonio material del inicio de la metalurgia en la Península Ibérica y, por tanto, posee un valor histórico y científico incalculable.

El primer destino conocido del puñal fue el Seminario de Estudios Gallegos, una institución fundada en 1923 y posteriormente eliminada por la dictadura franquista. El puñal había sido donado por el abogado Joaquín Arias Sanjurjo, que lo entregó al Seminario poco después de su hallazgo. La pieza fue mencionada por primera vez en 1924 por los historiadores Ciriaco Pérez Bustamante y Salvador Parga Pondal, quienes documentaron su existencia y señalaron que podría proceder del fuerte de Babela, en Monforte, o del yacimiento de A Bastida, en el municipio de Pantón.

El CSIC estima en unos 100 años el tiempo que tarda en degradarse el pélet plástico.

El Gobierno echa balones fuera

“Inicialmente, el puñal de cobre se depositó en el antiguo Seminario de Estudios Gallegos, institución eliminada por la dictadura franquista. Posteriormente fue depositado en el Instituto Padre Sarmiento, institución creada en 1994 con sede en Santiago de Compostela y dependiente del CSIC, creado en 1944, y está comprobado que estuvo allí al menos hasta 1973. Desde el año 2000, el Instituto de Estudios Gallegos Padre Sarmiento es un centro de gestión mixta o titularidad compartida entre la Xunta y el CSIC (Estado)”, reza la iniciativa.

A pesar de la importancia del puñal y de su presencia documentada en los fondos del Instituto hasta la década de los 70, en la actualidad se desconoce su ubicación. La desaparición de la pieza salió a la luz pública gracias al historiador Xabier Moure, quien acudió al Instituto Padre Sarmiento en busca del puñal y constató que no se encontraba allí.

Según Rego, “el CSIC es el responsable último de la custodia y mantenimiento de las piezas que alberga en las instituciones y organismos que dependen de él y, por tanto, debe abrir una investigación para intentar localizar esa pieza arqueológica e intentar recuperarla para fondos públicos”. El Gobierno echa balones fuera y se desmarca de estas acusaciones, al negar que este objeto hubiera estado alguna vez en sus manos.