El truco de la pinza de ropa que te hará pasar menos calor este verano

Un método curioso para reducir la temperatura de las estancias

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Pinza. (Pexels)
Pinza. (Pexels)

España está inmersa en la primera ola de calor del verano, que ya ha marcado otro nuevo récord de temperatura máxima. Cuando los mercurios aprietan como ahora, buscamos métodos que nos ayuden a sobrellevar esta situación lo mejor posible. Para ello, recurrimos a ventiladores, aire acondicionado, duchas frías o bajamos las persianas para que el sol no entre de lleno.

Muchas veces, los mejores remedios suelen ser los tradicionales, “los de abuela”, los que nadie sabe por qué, ni qué ciencia hay detrás para que sean tan efectivos. Uno de estos trucos, tal y como recoge el medio francés Mouvement Metropole, es el de la pinza. La idea es tan sencilla como inesperada: basta con colocar una pinza de ropa en la parte superior de la cortina. De esta manera, conseguiremos que se cree una barrera adicional al paso del calor.

Por qué funciona el truco de la pinza

El fundamento de la técnica de la pinza de ropa radica en los principios de transferencia de calor, en particular en la dinámica entre conducción, convección y radiación. El calor solar, al incidir sobre las ventanas, calienta el cristal y este, a su vez, transmite calor al aire cercano. Las cortinas actúan normalmente como una barrera, pero suelen dejar un espacio en la parte superior que permite que el aire caliente circule hacia el interior, incrementando la temperatura del ambiente.

La colocación estratégica de una pinza de ropa en la parte alta de la cortina cumple una función selladora, cerrando el paso del aire por esa vía y limitando la entrada de calor. De este modo, el artículo actúa como un freno físico para el flujo ascendente de aire caliente, similar a lo que ocurre con los dobles acristalamientos en ventanas, donde se crea una capa de aire estática que mejora el aislamiento. Utilizando la pinza correctamente se genera una especie de “tapón térmico”, dificultando que el calor acumulado en la cortina se propague fácilmente a la habitación.

Cómo y dónde colocar la pinza

Para que este truco funcione, es preciso prestar atención a ciertos detalles como la colocación de la pinza. El punto óptimo es la unión de la tela con la barra o riel, es decir, en la parte más alta de la cortina, donde generalmente quedan espacios por donde el aire caliente puede colarse. En cortinas con ojales, la pinza debe ubicarse entre dos, asegurando la tela contra la barra, mientras que en modelos fruncidos o de trabillas, lo adecuado es ponerla justo por encima del pliegue principal.

La cantidad de pinzas también influye en la eficacia del sellado. Para ventanas pequeñas de menos de un metro de ancho, se recomienda emplear entre dos y tres; en ventanas estándar e uno a uno y medio metros, entre cuatro y cinco; y en ventanales grandes, seis o más, manteniendo una distancia máxima de treinta centímetros entre ellas. Una colocación cuidadosa garantiza un sello más eficiente y limita al máximo la filtración de aire caliente hacia el interior.

Para quienes prefieran una opción discreta, la cinta adhesiva de doble cara puede reemplazar a las pinzas. Aplicada entre la parte superior de la cortina y la barra o la pared, crea un sello casi perfecto y resulta especialmente útil en cortinas ligeras que podrían dañarse con la presión de los clips.

Factores que influyen en la efectividad del truco de la pinza

Si este truco se emplea correctamente la temperatura de las estancias puede descender entre dos a cuatro grados. Esta diferencia puede ser especialmente perceptible en días de intenso calor, contribuyendo a mejorar la sensación térmica sin ningún coste. Varios factores modulan la efectividad: la orientación de las ventanas (si están situadas al sur u oeste los beneficios aumentan), el horario de máxima exposición solar (entre las 12 y las 17 horas), la calidad del acristalamiento (ventanas de un solo cristal notan más la diferencia), y el tamaño de la estancia (las habitaciones pequeñas se enfrían antes).