Una mujer se olvida de pagar 5 céntimos en una factura de la luz y ahora enfrenta una multa 800 veces más alta

Una vecina del municipio suizo de Laténa ha visto con sorpresa e indignación como el saldo original pendiente por una factura de energía, de tan solo cinco centavos, se ha transformado en una factura de 41,40 francos (cerca de 45 años al tipo de cambio actual). La residente en la comuna de Hauterive, situada en el cantón de Neuchâtel (Suiza), ha denunciado el proceso automatizado de recaudación por el que su deuda se ha multiplicado hasta superar casi 800 veces su valor inicial. La evolución del caso, reportada por ArcInfo, ha puesto en evidencia los desafíos que enfrentan los consumidores debido a la digitalización de las gestiones administrativas en el sector energético.

De acuerdo con la publicación del medio suizo, esta mujer recibió el pasado 14 de junio una orden de pago referida a una factura de electricidad que tenía pendiente de abonar desde finales de 2024. No se trataba de un primer aviso, sino de un segundo recordatorio por la cantidad originalmente pendiente: cinco centavos. Además de esta reducida deuda, la compañía energética añadió 32,45 francos en concepto de gastos por recordatorio y otros 8,90 francos por gestión administrativa. El resultado: el importe final multiplicó el saldo original cerca de 800 veces.

El incidente, calificado de “absurdo” por la propia protagonista, podría afectar a cientos de otros consumidores y empresas en Suiza, en el contexto de una automatización creciente que deja escaso margen para la intervención humana frente a situaciones como la de montos ínfimos en las facturas que escalan hasta cifras más significativas.

Según explicó la empresa eléctrica al medio local, este tipo de situaciones surge a menudo en instalaciones de paneles solares colectivas configuradas bajo el sistema denominado RCP (Agrupación para el Consumo Propio). En estos acuerdos, el distribuidor de energía gestiona exclusivamente la parte administrativa, sin capacidad para modificar directamente el monto ni aplicar redondeos automáticos. Por razones técnicas, el saldo, por pequeño que sea, no puede sumarse a la siguiente factura, desencadenando el proceso formal de recobro cuando queda pendiente.

En este caso particular, los cinco centavos reclamados provenían del propietario del edificio en cuestión. Este, tras haber sido consultado por el periódico, indicó que examinará el caso para eventualmente proceder a anular los gastos generados por el recordatorio.

El caso ha puesto de relieve la manera en la que la digitalización total de los cobros puede derivar en desproporciones significativas cuando se presentan errores humanos mínimos o diferencias marginales. El ejemplo concreto de las RCP revela una debilidad en el diseño actual de los sistemas administrativos, que parecen tratar de igual manera una gran deuda y un ínfimo desajuste.

Además, ArcInfo señaló que cientos de empresas suizas pueden verse envueltas en esta “trampa” de la automatización, con cobros desmesurados en proporción al importe reclamado.

En lo que respecta al caso de Laténa, la resolución quedará pendiente de la decisión del propietario. Según ArcInfo, la anulación de los gastos adicionales es posible, dado el carácter ínfimo de la deuda original. El hecho ha reavivado el debate sobre la pertinencia de la automatización total en las gestiones cotidianas de consumo y administración de servicios públicos en Suiza, subrayando la necesidad de revisar los procedimientos para evitar situaciones que, aún dentro de la legalidad, puedan considerarse como una respuesta desproporcionada frente al problema inicial.