Sánchez exprime su perfil internacional y anestesia al PSOE ante los cambios en la cúpula y el anuncio de medidas anticorrupción: “Es una montaña rusa emocional”

Los frentes abiertos con Trump e Israel han dado galones al dirigente socialista entre sus socios del Gobierno y han contribuido a aplacar las críticas de sus aliados parlamentarios por el ‘caso Koldo’. La cumbre de la ONU en Sevilla le permitirá estirar su imagen internacional hasta el cónclave de los socialistas del próximo 5 de julio

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El presidente del Gobierno, Pedro
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante una sesión de control al Gobierno. (Jesús Hellín/Europa Press)

El destino lo quiso así. Los compromisos internacionales han dado un respiro a Pedro Sánchez esta semana, permitiéndole intensificar su perfil internacional en un contexto de expectación dentro del PSOE ante los inminentes cambios en la cúpula del partido y el esperado anuncio de medidas anticorrupción. Este estado anímico de contención también se ha trasladado al Congreso, donde los socios aguardan a que los pasos del presidente del Gobierno ayuden a restablecer la confianza, muy deteriorada, y la esperanza en la continuidad de la legislatura.

“La situación parece algo más calmada tras el shock inicial. Es una montaña rusa emocional”, comenta un diputado socialista, uno de los muchos parlamentarios que no han escondido en los últimos días su decepción por las nuevas investigaciones sobre el caso Koldo, que sitúan a Santos Cerdán como “la persona encargada de gestionar” 620.000 euros en presuntos pagos ilícitos a Koldo García y a José Luis Ábalos.

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En el marco de las revelaciones judiciales por el caso Koldo, cuya investigación amenaza con ampliar el número de implicados más allá del “triángulo tóxico” (los exsecretarios de Organización José Luis Ábalos y Santos Cerdán, y el exasesor ministerial Koldo García), la entrada de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil el pasado viernes en la sede del PSOE en la calle Ferraz para clonar el correo del exnúmero tres cerró otra semana complicada para los socialistas.

Esta semana, el escenario ha sido muy diferente. Más allá del aval del Tribunal Constitucional a la polémica ley de amnistía, la agenda del jefe del Ejecutivo ha estado marcada por actos y encuentros de alto nivel fuera de España (la cumbre de la Alianza Atlántica y el Consejo Europeo), lo que ha permitido cambiar el paso de la política doméstica, aunque a costa de enfadar al presidente de EEUU, Donald Trump, y a Israel (por enésima vez).

Lo primero fue consecuencia de la oposición frontal de España a invertir un 5% del PIB en Defensa para el año 2035. Por otro lado, Pedro Sánchez respondió con un “basta ya” a su homólogo israelí, Benjamín Netanyahu, después de que su Gobierno acusara al Ejecutivo español de cometer “una cruzada antisraelí” por pedir en el Consejo Europeo la suspensión de los acuerdos con el país hebreo.

Estos frentes, no obstante, le han dado galones al dirigente socialista entre sus socios del Gobierno, Sumar, y han contribuido a aplacar las críticas de sus aliados parlamentarios por el caso Koldo. En este sentido, solo Podemos alzó la voz al acusar a Sánchez de traicionar y mentir a España con el gasto militar de la OTAN, ya que el compromiso sellado en la Alianza Atlántica no recoge de manera expresa la supuesta “flexibilidad” para no gastar más de un 2,1% del PIB en Defensa, como aseguró Sánchez.

El presidente del Gobierno podrá estirar su imagen internacional la próxima semana, con motivo de IV Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo de Naciones Unidas, que se celebrará en Sevilla entre el 30 de junio y el 3 de julio. Si la declaración de Santos Cerdán ante el Tribunal Supremo no cambia los planes, la cumbre de la ONU volverá a dar más margen al líder socialista para seguir disipando las tensiones internas en el seno del partido hasta el Comité Federal del 5 de julio.

Declaraciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien ha defendido en el Consejo Europeo la necesidad de suspender el acuerdo de asociación con Israel "porque lo que no tiene ningún sentido es que llevemos 18 paquetes de sanciones a Rusia y Europa no sea capaz de suspender un acuerdo cuando se está violando flagrantemente el artículo 2 de respeto a los derechos humanos". (Fuente: Comisión Europea)

“Hay un modelo de país que sigue en marcha”, subraya un miembro de la Ejecutiva Federal, que desliga la actuación de Sánchez en el plano internacional de un intento de desviar la atención del caso Koldo. “Es el perfil de España de siempre. Desde lo de la excepción ibérica (tope del gas)” hasta la presión del Gobierno a las eléctricas. “Es lo importante frente a audios y otros asuntos que tiene que dirimir la Justicia”, subrayan estas voces.

Poner el foco en las “empresas corruptoras”

En todo caso, este dirigente reconoce un cambio de ánimo en las filas socialistas con respecto a las últimas semanas. “Sí, el estado de ánimo es otro”. Esta sensación es ampliamente compartida en el partido, según agrega un representante del PSC. “La gente está algo más tranquila y a la expectativa del día 5 de julio, tanto de cambios en la Ejecutiva como en las medidas que se anuncien para prevenir este tipo de casos”, señalan estas fuentes.

Desde el sector crítico, liderado por el barón castellanomanchego, Emiliano García-Page, avisan de que, más allá de la tregua decretada en el seno del partido, “el debate no se anestesia”. “Se puede estar haciendo en público o en privado, pero hacerse se están haciendo”, remacha un dirigente de la federación de Castilla-La Mancha.

Esta semana, las Juventudes Socialistas han mostrado su respaldo a Sánchez a través de una carta para contrarrestar otra misiva sellada por exministros y exparlamentarios del PSOE, en la que urgen a Sánchez a su renuncia como líder del partido y la convocatoria de un congreso extraordinario. “Los militantes, desde el primer día, están fuertes y animando al secretario general. Ha sido una decepción personal para él y para todos, pero el proyecto es mucho más grande y más importante”, sostienen fuentes de la dirección del grupo socialista en el Congreso.

Como suele ser costumbre, el factor sorpresa marcará la víspera del Comité Federal del próximo sábado, en el que Sánchez dará cuenta de las principales decisiones para tratar de recuperar el control de una situación que ha puesto contra las cuerdas la estabilidad de su Gobierno. A esta cita le sucederá la comparecencia prevista en el Congreso el 9 de julio para hablar del caso Koldo. “En julio tendremos nuevamente subidas de tensión”, vaticina una representante del PSOE canario.

En cuanto a las medidas concretas contra la corrupción, más allá de las exigidas por los socios de Sánchez, como poner el foco en las “empresas corruptoras”, en el partido no se atreven a hacer cábalas. “Vamos a dejárselo a él (Sánchez)”, apuntan fuentes de la cúpula socialista llamadas a tener más peso tras los cambios que el secretario general tiene previsto acometer. A la espera de que Sánchez se pronuncie sobre ellos, en el partido confían en que su secretario general anuncie “medidas que colmen las expectativas de los militantes y de la sociedad”, tal como resume un representante provincial de la federación andaluza.