Las comisiones ocultas que los bancos cobran en el extranjero por usar la tarjeta, hasta un 5% por operación, se pueden evitar

Dependiendo de si se utiliza para sacar dinero o pagar con ella, el sobrecoste que tendría que asumir cada turista español podría oscilar entre los 13 y los 29 euros

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Un comprador paga al dependiente
Un comprador paga al dependiente de una tienda de ropa con tarjeta.

Una de las prioridades de los 15 millones turistas españoles que tienen previsto este verano pasar sus vacaciones en el extranjero es escoger bien la tarjeta de débito con la que prevén comprar o sacar dinero de los cajeros, ya que una mala elección les puede suponer pagar unas comisiones que, en conjunto, pueden alcanzar los 270 millones de euros.

Así, algunas entidades aplican comisiones de hasta un 5% por sacar del cajero en el extranjero, mientras que los cargos por cambio de divisa, que se aplican en compras, rozan el 4%. Además, dependiendo de la operación que se realice con tarjeta, el sobrecoste que tendría que asumir cada turista podría oscilar entre los 13 y los 29 euros por viaje, según recoge un informe elaborado por la web del ahorro Kelisto, que analiza los cargos que aplican los bancos cuando se utiliza este medio de pago fuera de nuestras fronteras.

El informe tiene en cuenta las comisiones de las tarjetas de débito —las más recomendables fuera de España porque cobran cargos más bajos que las de crédito— que aplican las tres entidades con más cuota de mercado del país, para dos operaciones: las extracciones en cajeros y los pagos con tarjeta en establecimientos. Para llegar a una estimación conservadora, los autores del informe han tenido en cuenta que el consumidor solo realiza una única operación en sus vacaciones (pagar o sacar del cajero para sus gastos en destino), aunque lo normal sería que realice este tipo de gestiones en más de una ocasión.

Viajar a países euro abarata las comisiones

Muchos de los 15 millones de turistas nacionales que irán a otro país se repartirán entre destinos europeos, en concreto 6,6 millones, donde mayoritariamente se usa el euro como moneda. Otra parte irá a destinos entre los que destacan el Caribe, Norteamérica, Asia y América Centro y Sur, donde se usa una moneda distinta al euro.

En estos casos, la elección del destino no es irrelevante en términos económicos, ya que cuando se viaja a países que usan el euro, el banco solo puede cobrar una comisión por el uso de la tarjeta: la vinculada a la extracción de cajeros, que además está limitada por ley. En estos casos, las entidades no pueden cobrar un cargo que sea superior a la comisión más alta que nos cobran dentro de España. Si usamos la tarjeta para pagar compras, no habrá que pagar nada por la operación.

Otra cosa es cuando se viaja a países con otra moneda. En estos casos los costes aumentan, ya que a la comisión por sacar dinero de los cajeros se suma la de cambio de divisa, que se cobra tanto en cajeros como en compras.

Estefanía González, portavoz de Kelisto, advierte que “no hay que olvidar que, en ambos destinos, el consumidor también puede encontrarse con una comisión extra: las ‘surcharge fees’ o tasas de recargo. Estas comisiones no son aplicadas por su banco, sino por la entidad dueña del cajero y, por ese motivo, técnicamente nuestro banco no nos puede librarte de ellas. Ahora bien, hay algunas entidades, aunque pocas, que sí devuelven este gasto al consumidor, normalmente hasta una cantidad máxima”.

Por ello, es importante tener en cuenta que todos los cajeros deben informar de las comisiones que van a aplicar y dar al usuario la opción de cancelar la operación si el coste le parece excesivo, por lo que “es importante estar atento para que, en caso de que eso ocurra, finalicemos la extracción y nos vayamos en busca de un dispensador que no nos aplique este cargo”, recomienda González.

Comisiones de entre 107 y 270 millones por usar la tarjeta en el extranjero

El cobro de estas comisiones puede provocar un buen roto en el bolsillo de quienes este verano decidan viajar fuera de España. Para un viajero que disfrute de unas vacaciones tipo, según las estimaciones del sector y datos oficiales —una semana de estancia y un gasto promedio de 1.071 euros—, el gasto susceptible de ser pagado con tarjeta rondaría los 326 euros, un 30,5% del presupuesto total por persona: es lo que quedaría fuera de las partidas que se suelen pagar con antelación, como el transporte o el hotel, es decir, el gasto en bares y restaurantes, y “otros gastos”, como las compras y actividades de ocio.

Para los 6,6 millones de viajeros que se desplacen este verano a un país de la eurozona, el sobrecoste que tendrían que asumir por sacar en cajeros en su destino podría superar los 107 millones de euros en comisiones (16,33 euros por persona). Y eso sin tener en cuenta las ‘surcharge fees’ que se pueden aplicar en algunos dispensadores. En las compras con tarjeta, eso sí, se librarían de gastos.

En el caso de los 9,3 millones de viajeros que se desplacen a países con otra moneda, la cosa se complica. Solo por hacer compras con tarjeta, el sobrecoste en comisiones podría superar los 120 millones de euros (12,90 euros por persona), pero si eligen sacar en cajeros —operación que puede estar sujeta al pago de dos comisiones: por la extracción y por cambio de divisa—, esa cifra podría dispararse hasta superar los 272 millones (29,24 euros por persona). Aquí, de igual forma, quedan fuera las ‘surcharge fees’, que pueden aparecer cuando uno menos se lo espera.

No hay que olvidar que en destinos fuera de la eurozona se suma, además, un coste adicional: el propio tipo de cambio que nos aplique el banco. En este caso, el cliente no tiene elección, pero sí hay un pequeño gesto vinculado al tipo de cambio con el que puede ahorrar unos euros: la elección de moneda que le ofrecen algunos datáfonos en el extranjero. Si nos dieran a elegir si queremos pagar en euros o en la moneda del país de destino, lo mejor es elegir la segunda opción, que siempre sale más a cuenta.

Cómo evitar las comisiones en el extranjero

Comparar es la forma más importante de poder ahorrar en cualquier producto bancario -o de poder elegir en el que ofrezca más por menos- y las tarjetas de débito para viajar al extranjero no es ninguna excepción”, recuerda Estefanía González. Además de comparar, hay otros consejos prácticos que también son clave para no pagar de más si usamos la tarjeta durante unas vacaciones fuera de España y el primero es que pagar con tarjeta siempre es la mejor opción cuando viajamos al extranjero, ya que esta operación está sujeta a menos comisiones que la extracción en cajeros.

Otro factor a tener en cuenta es que hay bancos que no cobran comisiones ni por pagar con tarjeta en el extranjero ni por sacar en cajeros. A ello hay que sumar que le destino al que se viaje y su moneda es crucial para entender qué comisiones te pueden cobrar por pagar con tarjeta en el extranjero o por sacar en cajeros.

La experta explica que si se usa una tarjeta de crédito en lugar de una de débito “tendrás que sumar un coste extra a las comisiones por usar tu tarjeta en el extranjero: los intereses que te cobrará el banco por aplazar tus compras o pagos”. Además, las comisiones por sacar en cajeros suelen ser mayores en las tarjetas de crédito que en las de débito.

Otra opción para los que viajen fuera de España es que hay bancos que ofrecen planes especiales para reducir las comisiones en el extranjero. Se pueden contratar de forma puntual y mejoran las condiciones de las tarjetas, de forma que el cliente pueda esquivar los cargos más comunes cuando se usan fuera del país. Ahora bien, incide González, casi siempre tienen un coste extra para el usuario o, en su defecto, implican asumir cierta vinculación, por lo que es fundamental hacer números para entender si salen a cuenta.