El pueblo en el que todos sus habitantes se enfrentan al desalojo: un vecino ya ha sido expulsado para construir una oficina inmobiliaria

Una identidad anónima ha adquirido una finca que afecta a los habitantes de una aldea inglesa

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Wetherby, pueblo de Inglaterra (Shutterstock)
Wetherby, pueblo de Inglaterra (Shutterstock)

Littlebredy, una pequeña aldea en Inglaterra, los residentes de un pueblo entero se enfrentan al desalojo. La finca Bridehead, que ocupa una buena parte del municipio, se ha vendido por cerca de 30 millones de libras. Detrás de esta adquisición se encuentra la empresa Belport.

Según The Telegraph, la finca fue adquirida en otoño por Belport, una firma de capital privado, en representación de un cliente cuya identidad permanece desconocida. Los habitantes de esta aldea cerca de Bridport, Dorset, se reparten en un total de 32 viviendas que forman una misma urbanización.

La compañía habría comprado esta finca, haciéndose con la propiedad de gran parte del territorio de la localidad. Esto ha hecho que se inicien una serie de avisos a los habitantes de que pueden ser desalojados. Uno de ellos ya ha sido expulsado para construir una oficina inmobiliaria.

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Orden de abandono

Estos habitantes ingleses han manifestado que se les ha notificado la obligación de dejar sus viviendas a partir de enero, una decisión que ha generado preocupación y desasosiego entre las familias afectadas. A comienzos de este mes, zonas de las 800 hectáreas de la finca, utilizadas por los vecinos para el ocio y actividades cotidianas, han sido prohibidas mediante señales rojas de advertencia y candados.

A pesar de la magnitud de los cambios, sigue habiendo un gran desconocimiento sobre quién es el verdadero responsable detrás de la iniciativa de desalojo y las restricciones. Esto ha hecho que crezca la sensación de inseguridad e incertidumbre entre los residentes afectados.

La incertidumbre sobre el futuro y la ausencia de información clara ha hecho que crezca el malestar entre los vecinos, fomentando una sensación de impotencia generalizada. Con este contexto, han surgido una minoría con mensajes violentos o radicales que encuentran culpables que no tienen nada que ver con sus desalojos y las decisiones tomadas, desviando la atención de las causas reales del problema.

Arremeten contra una periodista en el tercer intento de desalojo de una casa okupada en Vigo.

Polarización del conflicto

Esta situación ha desencadenado en tensiones política y polarización. La persona que ya ha sido desalojada contó su historia en redes sociales. “Te están desalojando para que los jóvenes refugiados varones, en edad militar y que huyen de la guerra, tengan un lugar donde vivir, quienes para nuestro gobierno tienen prioridad sobre ti”, afirmaba la primera respuesta que recibió.

Partidos y medios tienden a criticar a las personas migrantes como culpables de que ciudadanos locales no tengan acceso a un techo y sí lo consigan algunos de ellos. Con este proceso, el otro lado de la clase política ha señalado que la causa principal de los desalojos y de otros problemas sociales del país radica en el poder económico y en intereses inmobiliarios.

Una encuesta de 2023 encargada por la Countryside Alliance Foundation, preguntó sobre que entidad política sería más beneficiaria para las zonas rurales. Sorprende que el más elegido fue el Partido Verde, por encima de los Conservadores a la hora de priorizar el campo. De esta forma, conviven dos tendencias de pensamiento, con una que señala unos culpables mientras otros tratan de ser más abiertos.