Unos padres alquilan una casa con piscina para una fiesta de cumpleaños, pero la fiesta se vuelve trágica cuando un niño de 6 años se ahoga

El pasado lunes, un niño de 6 años fue hospitalizado en estado crítico tras sufrir una grave asfixia por inmersión en una piscina privada durante una fiesta de cumpleaños en Francia. La fiesta, que comenzó con alegría y juegos infantiles, se transformó en una escena de angustia y desesperación en cuestión de minutos.

Según una información del diario francés Le Parisien, el accidente tuvo lugar en un barrio residencial de Breuillet, una localidad situada al sur de París. La vivienda, equipada con jardín y piscina, había sido alquilada para celebrar un cumpleaños que congregó a una decena de niños y varios adultos encargados de la supervisión.

La celebración transcurría con normalidad hasta aproximadamente las 13:00, cuando uno de los menores, de tan solo 6 años, desapareció de la superficie del agua. Según los testimonios recogidos por Le Parisien, el niño fue hallado inconsciente en el fondo de la piscina. La reacción de los presentes fue inmediata: varios padres se turnaron para aplicar maniobras de primeros auxilios, en un intento desesperado por reanimar al pequeño antes de la llegada de los servicios de emergencia. Pocos minutos después, los bomberos del departamento 91 y el equipo médico de urgencias del SMUR de Arpajon tomaron el relevo.

Gracias a la rápida intervención de los socorristas, el niño recuperó el pulso cardíaco, aunque su estado seguía siendo extremadamente delicado. La víctima fue evacuada en estado de “urgencia absoluta” al hospital del Kremlin-Bicêtre, donde ingresó con el pronóstico vital comprometido. Al día siguiente por la mañana, el menor continuaba en estado crítico, sin que se hubiera producido una mejoría significativa. La incertidumbre y la preocupación dominaban el ambiente entre los familiares y allegados, mientras las autoridades trataban de esclarecer las circunstancias exactas del accidente.

Desde el mismo día del accidente, la gendarmería inició las primeras diligencias en el lugar de los hechos. Los agentes procedieron a recabar los testimonios de los adultos y niños presentes, así como a realizar una inspección minuciosa de la piscina y sus alrededores. El objetivo de la investigación es determinar cómo se produjo la desaparición del niño bajo el agua y si existieron posibles fallos en la vigilancia o en las medidas de seguridad del recinto.

La alcaldía de Breuillet, consultada por Le Parisien, declaró no disponer de “informaciones complementarias que aportar” sobre el caso, remitiendo cualquier comunicación oficial a los resultados de la investigación en curso.

Este trágico episodio ha reavivado el debate sobre la seguridad infantil en piscinas privadas, especialmente durante los meses de verano, cuando el número de accidentes por asfixia por inmersión tiende a incrementarse. Según datos recopilados por Le Parisien, durante el verano de 2024 se registraron más de 1.200 casos de asfixia en espacios acuáticos en Francia, una cifra que pone de manifiesto la magnitud del problema. Más de una cuarta parte de estos incidentes afectaron a niños de 6 años o menos.

En España el escenario también es preocupante. En ese mismo año 471 personas fallecieron en 2024 por ahogamientos en esos mismos espacios espacios, según el informe anual de la Federación Española de Salvamento y Socorrismo. la playa fue el escenario en el que se registró un mayor número de muertes por ahogamiento, 244 del total de 471, el 51,8%, seguido de ríos, en los que tuvieron lugar 85 (18,05%, cuatro puntos más que el año anterior) y piscinas, con 57 (12,1%).

Las autoridades sanitarias y los expertos en prevención insisten en la importancia de la vigilancia constante y activa por parte de los adultos cuando los menores se encuentran cerca de puntos de agua, ya sea en piscinas privadas, públicas, lagos o playas. La rapidez de reacción ante un incidente de este tipo resulta determinante para las posibilidades de supervivencia y recuperación de la víctima.