Una pareja encuentra una pepita de oro en 1979 y ahora el valor de la subasta los hará millonarios

La “Belleza Dorada”, descubierta en Kalgoorlie, Australia, es hoy objeto de puja por cientos de miles de dólares en una subasta que podría convertir a sus halladores en millonarios

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Pepita de oro (Heritage Auctions)
Pepita de oro (Heritage Auctions)

En 1979, John y Frances Aggiss salieron de excursión por la región minera de Kalgoorlie, en el oeste de Australia, con su detector de metales. Lo que comenzó como un pasatiempo tranquilo se transformó en un hallazgo histórico cuando descubrieron un gigantesco pepita de oro, bautizada más tarde como la Belleza Dorada. La pieza, cuya longevidad ha sorprendido a todos, ha salido a subasta en Heritage Auctions el pasado 23 de abril, y ya ha generado un gran revuelo entre coleccionistas y expertos en minerales

La “Belleza Dorada” mide casi 19 centímetros de largo y pesa alrededor de 4.5 kilogramos, convirtiéndola en una de las pepitas más grandes halladas en esa región en más de medio siglo. Su tamaño y pureza la convierten en una rareza prácticamente intocable por la mayoría de los buscadores de oro. Craig Kissick, vicepresidente de Naturaleza y Ciencia en Heritage Auctions, sostiene que este tipo de piezas “garantizan un valor muy superior a su peso en oro” y las describe como “oro nativo en su forma más natural”, con un atractivo notable para los coleccionistas.

Kissick subraya que el valor de esta pieza no solo radica en su peso o brillo, sino en su rareza. Según advierte, “el oro siempre ha sido enormemente popular, en parte por su valor y belleza puros, pero también porque es extremadamente raro“.

Una subasta millonaria

La puja inicial por la “Belleza Dorada” comenzó en 400.000 dólares, una cifra que ya superaba ampliamente el valor del oro en el mercado internacional. Actualmente, el precio del oro ronda los 3.300 dólares por onza (unos 106 gramos), lo que situaría el valor intrínseco de esta pepita, que pesa alrededor de 4,5 kilogramos, en torno a los 480.000 dólares. Sin embargo, este tipo de piezas no se valoran solo por su peso: la forma, el tamaño y su estado natural multiplican su cotización en el mercado de coleccionistas y museos.

Por ahora, la subasta ha
Por ahora, la subasta ha alcanzado los 918.750 dólares (LIGHTFIELD STUDIOS - Stock Adobe)

Hasta ahora, las ofertas por la pepita australiana han alcanzado los 918.750 dólares, y todo indica que podrían acercarse al millón de dólares cuando finalice la subasta. Esta diferencia entre el valor material del oro y el precio alcanzado en la puja refleja una tendencia creciente en el mercado; el oro natural, en estado puro y sin fundir, es cada vez más codiciado por su rareza y atractivo estético.

Este incremento no sorprende a los expertos. Según Craig Kissick, las pepitas de gran tamaño y buena forma, que no han sido procesadas, alcanzan cifras astronómicas porque representan una manifestación directa y casi intacta de la geología terrestre. “Son fragmentos únicos del pasado geológico del planeta, algo que no se puede replicar”, explica.

El valor del oro

El mercado del oro atraviesa un periodo de fuerte dinamismo. A nivel mundial, la demanda de oro como valor refugio se ha mantenido alta debido a la incertidumbre económica y geopolítica, lo que ha hecho que su cotización se dispare en los últimos años. A esto se suma el interés creciente por piezas naturales en bruto, vistas no solo como inversiones, sino también como objetos de arte y ciencia.

En este contexto, la “Belleza Dorada" no solo es una joya geológica, sino también una oportunidad de negocio excepcional. Su combinación de rareza, tamaño y belleza natural la convierten en una pieza especialmente valiosa para inversores privados, museos o coleccionistas de minerales, lo que explica el entusiasmo generado en la subasta organizada por Heritage Auctions.