Acude a un restaurante “español” en Dallas, pide unos huevos rotos con jamón y le ponen esto: “¿Vosotros os lo comeríais?”

En vez de unas patatas fritas cortadas a mano, le sirvieron unas de bolsa

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Huevos rotos con jamón (Wikimedia
Huevos rotos con jamón (Wikimedia Commons).

Comida española en Estados Unidos ¿Acierto o desastre? Esto es lo que se propuso descubrir una española que vive en el país americano. Fue por su cuenta de TikTok donde documentó todo el proceso. El vídeo se hizo viral abriendo un debate en redes con ciento de comentarios sobre el tema.

El restaurante estaba en Dallas y al parecer se consideraban así mismos como un restaurante español. Esto, para una española viviendo fuera de su país, prometía mucho. La idea de reencontrarse con los sabores de su casa hacía que su nostalgia se mezclase con la curiosidad.

Una decepción culinaria

No lo dudó dos veces. Entre los platos ofertados eligió los huevos rotos con patatas, un clásico de la comida tradicional española. Tan solo pensar en la mezcla de la patata dorada con el jamón ibérico y el sabor de la clara con la yema esparciéndose por el plato, se le hacía la boca agua. Ya casi se sentía como en un restaurante de España.

Sin embargo, cuando le sirvieron el plato, todo su deseo de reencontrarse con los sabores de su país quedó profundamente frustrado por aquello que le habían servido.

Eran huevos, vale. Pero no tenían nada que ver con los huevos rotos españoles.

“¿Vosotros os comeríais esto?”, preguntó en el vídeo de TikTok mientras enfocaba la tragedia culinaria.

Todo estaba mal. En vez de patata fritas cortadas a mano, le habían puesto unas patatas de bolsa, arruinando uno de los elementos indispensables del plato tradicional. Nada tenía que ver con el plato estrella de la gastronomía española que ella recordaba. Estaba todo revuelto sin maña ni habilidad, como si fuera la cena de una residencia de estudiantes en vez de un restaurante con prestigio.

Patatas fritas de la marca
Patatas fritas de la marca “Sun Snacks”: "Onduladas", "Onduladas sabor jamón", "Campesinas" y "Al punto de sal", ante la posible presencia de fragmentos de fibras plásticas. (Aldi)

El vídeo se volvió viral en redes sociales, generando indignación y debate sobre la incapacidad de los estadounidenses de reproducir la comida mediterránea.

“Yo devuelvo el plato y pido otra cosa, y más si es un restaurante español”, decía María López.

Otros, sin embargo, se lo tomaban con ironía.

“Creo que me ponen eso delante y me descojono de la risa”, confiesa Mon.

“Me lo comería porque la comida no se tira, algo nuevo a probar, pero que no le llamen huevos rotos, por dios”, decía otro usuario ante la inesperada sorpresa.

“No creo que estuvieran malas, porque al final son patatas”, admite Bisha Fierenza, antes de añadir un demoledor “pero pufff, no, así no”.

La americanización de la gastronomía española

Esta historia es uno de tantos ejemplos que demuestran que fuera de España no saben reproducir la comida española con fidelidad. En el caso de los huevos rotos, se trata de una receta muy sencilla, que sin embargo, demanda un respeto por cada uno de los alimentos. Huevos, patatas, jamón o chorizo, todo dispuesto para ser compartido y desgajado en la mesa. Nada de frituras prefabricadas, imitaciones baratas ni ocurrencias disfrazadas de alta cocina.

Esto es uno de los principales errores de la gastronomía cuando cree que pueden sustituirse unos alimentos por otros. Para poder reproducir un plato típico español es muy importante seguir cada ingrediente al pie de la letra e incluirlo como parte de la composición. No se trata de no innovar, sino de que haya un respeto y una conexión real con cada alimento.

Esto mismo ha sucedido con otros platos típicos españoles, como el cocido o la paella. “Desde que le echan a la paella todo tipo de ingredientes y dicen que es comida española…" escribe una usuaria.

Arroces y paellas de la
Arroces y paellas de la arrocería Maribel, en el Palmar (Instagram / @arroceria_maribel)

Asistimos a una brecha cultural entre España y Estados Unidos que va más allá del idioma o las costumbres. Se manifiesta en la mesa, en el ritmo de las comidas, en la manera de entender el acto de comer. Mientras en España es casi un ritual social, en el país norteamericano se caracteriza como una transacción funcional y rápida.